Jaakko Hintikka

“Estas aplicaciones ulteriores de las ideas kantianas están estrechamente conectadas con su perspectiva trascendental fundamental. Según esta concepción, nuestro sistema de verdades lógicas está determinado por la estructura de nuestras actividades de búsqueda y descubrimiento, que en mi modelo son juegos de lenguaje de búsqueda y descubrimiento. Cualquier cambio en las reglas para estos <juegos> o en sus precondiciones se reflejará en la estructura de nuestro sistema lógico. Por ejemplo, si las estrategias que están a disposición de los jugadores de mis juegos semánticos se restringen a estrategias computables (recursivas) (y los juegos más abarcativos se dividen en cierto sentido en subjuegos), obtenemos ciertas interpretaciones no clásicas de la lógica que incluyen de manera eminente la famosa interpretación funcional gödeliana de la lógica de primer orden y de la aritmética”

Jaakko Hintikka



"Hay otra sutileza, quizás incluso más grande, en la metafísica de Leibniz que también escapó a los comentaristas o los desconcertó. Una de las objeciones más comunes contra Leibniz decía que en realidad no salva la contingencia metafísica porque la elección por parte de Dios del mejor de los mundos posibles no es libre. Como Dios es omnisciente sabe qué mundo es el mejor posible y como es omnipotente sabe como producirlo. Estos dos atributos de Dios son parte esencial de su misma naturaleza y por lo tanto necesarios en sentido metafísico. Si se interpreta la acción racional a partir del modelo aristotélico de un silogismo práctico (o de cadenas del mismo, como en la explicación aristotélica de la deliberación), la conclusión (i.e., la acción), es necesaria y necesaria en un sentido metafísico. De este modo Leibniz no logra después de todo evitar el determinismo. Además, como nos ocupamos de la necesidad metafísica a lo largo de toda la línea de pensamiento en cuestión, la distinción que hace Leibniz entre tipos de necesidad no le ayuda aquí.
Un testimonio vívido de esta dificultad está dado por la discusión que realiza Aristóteles sobre la akrasia "debilidad de la voluntad" o "incontinencia", según las diversas maneras en las que se traduce al castellano el término griego. El problema relativo a la akrasia encierra justo la misma dificultad con la que Leibniz se enfrentaba, sólo que aplicada a la acción humana y no a la divina. En ambos casos la dificultad resultaba de suponer que un silogismo práctico es la explicación correcta de la génesis de la acción racional. La gravedad del problema (para los filósofos que aceptan esta explicación aristotélica) se muestra mediante el hecho de que Aristóteles concluye con un rechazo abyecto de la posibilidad de la genuina akrasia. Si un hombre conoce tanto la premisa mayor como la menor en el sentido normal de la palabra, esto es, si tiene la potencialidad en la que según Aristóteles consiste el conocimiento en el sentido pleno de la palabra y no sólo en el sentido de alguna potencialidad de orden inferior, no puede menos que actuar de acuerdo con la conclusión. Por lo tanto, un hombre incontinente, un akrates, no puede para Aristóteles tener un conocimiento acabado de aquello que debería estar haciendo. Lo sabe de manera potencial, sólo en el sentido en el que incluso un borracho o un loco puede saber algo de manera potencial; sentido que por supuesto sólo es un sentido de potencialidad de nivel inferior."

Jaakko Hintikka
El viaje filosófico más largo


“Los matemáticos aún hoy hablan de geometría sintética queriendo decir geometría que depende del empleo y el estudio de construcciones geométricas.”

Jaakko Hintikka












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