Raquel Roca

"Buscar personas lo más diversas posible enriquece en todos los sentidos."

Raquel Roca



Cuatro, tres, dos, uno… He llegado a la conclusión de que todos tenemos un momento en nuestras vidas de “cuenta atrás”, que nos marcan de alguna manera. Grandes o pequeños momentos. El astronauta, en el cohete espacial, esperando el lanzamiento -o no- cuando la cuenta llegue al final. El niño, al que le toca en el juego encontrar a los demás, acelerando el ritmo de la letanía numérica para minimizar las posibilidades de escondite de los otros pequeños…

En mi caso, la cuenta atrás que más me ha impactado es la que da título a este artículo (publicado en el libro Education Futures por Sociedad Knowmad), mismo título a su vez del TEDxSevilla en el que tuve el honor de participar. Era la primera vez que tenía 18 minutos exactos, ni uno más ni uno menos, ¡para hablar de los knowmads! Me parecía una misión imposible poder sintetizar todo lo que abarca este concepto en menos de 20 minutos. Recuerdo cómo se me escapaba la mirada de vez en cuando al dichoso minutero digital pensando “vale, me quedan x minutos, y no puedo dejar de contar esto, y esto otro…”. Ahora me siento un poco igual. Y es que cuando un concepto te cambia la vida… ¡Uf! A ver cómo lo explicas en minutos, en unas líneas. Cuando llegó a mí esta palabra recuerdo que sentí una enorme curiosidad. De alguna manera era algo destinado a aparecer en mi vida, pues estaba justo iniciando un proceso interior de necesidad de cambio profesional. Y cada vez estoy más convencida de que nada llega porque sí, sino que acabamos construyendo nuestra realidad de manera causal, que no casual.

Por eso, cuando descubrí hace ya unos cuantos años el término, me puse a investigar. Descubrí al gran Dr. John Moravec, estudié el proyecto “Knowmad Society”… Y algo adicional. Tampoco había mucho más, al menos en castellano. Pero recuerdo que pensé: “yo quiero ser eso de mayor” (sé que es una frase un tanto infantil, pero es mi manera de estar en beta permanente). Y después añadí: “yo quiero ser eso de mayor y rodearme de personas que también lo sean o lo quieran ser”. E inicié mi transición hacia la vida nomádica. Empecé a investigar también a su vez sobre el futuro de trabajo, las tendencias laborales, los cambios que la digitalización y la demografía traían consigo… y fue sumar dos más dos para entender que el perfil que mejor encajaba en este futuro líquido y cambiante era el knowmad. Y, oh sí, yo deseo para mí y para todos mis compañeros –por seguir con analogía de juegos infantiles- el mejor de los futuros laborales.

Lo que en aquel momento no imaginé es que tendría la fortuna y honor de ser pionera en España y otros países hermanos de Latinoamérica en divulgar los beneficios de integrar este concepto en la vida profesional de las personas (conferencias, workshops, talleres, artículos, libro…), y aún menos que acabaría ayudando a las empresas también a transformarse en compañías de actitud y filosofía nomádica (flexibles, abiertas al cambio, transparentes, innovadoras, creativas…). Por eso, cuando digo que el concepto knowmad me cambió la vida, lo digo en sentido metafórico, emocional, inspiracional y literal.
Hoy, gracias al interés y a la labor de mucha gente, de buena gente, de gente cooperativa e inteligente, como Mundo Knowmad o The Knowmads Hub, por mencionar algunos, si googleas “Knowmad” te aparecen miles de artículos y referencias. Cada vez aparecen más perfiles en LinkedIn en el que las personas se autodenominan knowmads. Que se sienten bien, más felices, con mejor empleabilidad, orgullosos de ser knowmads. Y esto… va a ir a más. Porque, como explico en mi libro “Knowmads. Los trabajadores del futuro” (LID): no es un término pop-up que nace, eclosiona y rápidamente muere. A la palabra knowmad le pasa como a millennial: sirve para designar algo, pero lo que le mantiene y mantendrá en el tiempo es la riqueza de contenido y masa real (cantidad de gente) que tiene detrás. No es pasajero porque va a ser el tipo de profesional que más crezca y se desarrolle en el futuro, básicamente porque es el que reúne todas las condiciones para adaptarse mejor a él.
Recordemos que para 2020 se estima que el 45% de la fuerza laboral mundial será knowmad.
¡Casi la mitad de la población activa!

Es importante para mí matizar una cosa: prefiero pensar en lo knowmad más que como en un perfil (que podríamos denominar “nómada digital”) como una mentalidad, una forma de vivir y de trabajar. Por eso, tener una mentalidad nómada sirve tanto para asalariados, freelances, emprendedores, empresarios… Da igual. No importa cargo, régimen, edad. Es útil a cualquier persona en activo, porque a todos nos afecta el ‘fow’ (future of work) y, por lo tanto, a todos nos conviene estar preparados y capacitados para esta nueva realidad.

Por ello, con el permiso del gran Bruce Lee, déjame que te sugiera y a la vez apremie: Be a knowmad, my friend.
Disfruta del camino.

Un abrazo,
Raquel Roca

Raquel Roca




"El síndrome del impostor tiene más incidencia en este colectivo. Pero yo lo trabajo dándole la vuelta, desde la practicidad: no tenemos que eliminar del todo esa inseguridad, sino mantener un pequeño impostor dentro que nos recuerde que tenemos que seguir aprendiendo. No hay nada peor que creer saberlo todo. Mantener una pequeña incertidumbre muestra buenos resultados. Lo que sí recomiendo es que aprendamos a diferenciar lo que es dudar de las herramientas de las que disponemos (algo necesario) y lo que es dudar de nosotros mismos."

Raquel Roca



"Estamos viviendo un cambio de época –que no época de cambios- revolucionario, que trastoca nuestra forma de trabajar, de vivir y de pensar. Hasta en juego está nuestra identidad, pues el S. XXI nos obliga a desdoblarnos para construir un alter ego digitalizado (Personal Branding) con el que mejorar nuestra empleabilidad.Debemos aprender a trabajar en virtual; a adquirir una forma de pensar propia de un trabajador del -y con- futuro (la mentalidad knowmad); a cambiar los modelos de negocio obsoletos para implementar un social business plan; a detectar y conservar el talento (el nuevo talento) y a potenciarlo cuando está adormecido; a liderar en los nuevos parámetros digitales, con nuevas generaciones conviviendo entre sí; a sumar el capital humano en la ecuación del éxito empresarial…"

Raquel Roca
De su Blog





"Hay perfiles knowmads desde los 30 hasta los 60 años, o incluso más, porque es una cuestión de mentalidad: no tiene nada que ver con la fecha de nacimiento. Independientemente de la edad, hay características afines a cualquier generación. Por ejemplo, la necesidad de flexibilidad y libertad en la gestión del tiempo y de la productividad; el poder trabajar en entornos colaborativos y verdaderamente creativos y la capacidad de mirar más allá de los beneficios económicos. Son profesionales que buscan desempeñar su trabajo de forma proactiva, colaborativa y humana, desde la colaboración y proactividad. Para ellos, el trabajo no es un medio para obtener ganancias, sino un fin que surge de una motivación intrínseca ligada a la satisfacción personal (lo que llamamos propósito). Buscan ese crecimiento personal constante para sentirse cómodas en el ecosistema laboral. Es una necesidad de desarrollo diferente a la de los freelance tradicionales, quizá más competitivos. Los knowmads, en cambio, cooperan y co-crean. Buscan una mejor versión de ellos mismos a la que acceder, un estado de beta permanente. Operan desde la humildad del saber que no saben todo, hacen micro aprendizajes por eso mismo de por vida, prefieren la inteligencia colectiva y se apoyan en la tecnología para hacer sus vidas más fáciles."

Raquel Roca



Un entrevistador que tenía una pierna de madera le dijo a Frank Zappa:

-Con su pelo largo, desde donde estoy sentado, podría ser usted una mujer.

-Desde donde yo estoy sentado, usted podría ser una mesa- respondió Frank Zappa.

No me puede parecer más genial la respuesta, ni interesarme más el trasfondo que contiene esta anécdota. En dos frases queda la mar de claro que vemos la vida como nos da la gana verla, y que aunque no hay ópticas correctas o incorrectas, algunas perspectivas son bastantes previsibles/convencionales mientras que otras “salidas” son brillantes. O no previsibles, o arriesgadas, incluso raras, lo que puede acercarle mucho a uno al estado de brillantez.

Es sólo una anécdota, un flash, una idea, de las muchas que lanza el gran talentsolucionador Paul Arden en su libro “Pienses lo que pienses, piensa lo contrario” (Maeva), y que me ha enamorado nada más verlo. A ver, todo lo que tocaba y construía este publicista (director creativo de Saatchi and Saatchi) siempre ha sido fácil nos removiera por dentro, o que al menos nos impactara e hiciera pensar (recordemos su libro anterior “Usted puede ser lo bueno que quiera ser”, Phaidon). Y eso es justo lo que consigue aquí, presentándonos historias del revés (genialmente ilustradas) que nos regala sin embargo mensajes muy sensatos.

Transcribo uno de sus textos, que acuña todo esto por lo que estamos pasando laboralmente en estos tiempos y porque es un gran guiño para prepararse para el #pow (presfut of work).

QUERER

Querer significa: si lo quiero con suficiente empeño, lo conseguiré.

Conseguir lo que quieres significa tomar las decisiones que hay que tomar para conseguir lo que quieres.

No las decisiones que aquellos que te rodean consideran que deberías tomar.

Tomar la decisión segura es aburrido, predecible y no conduce a nada nuevo.

La decisión incierta te obliga a pensar y a responder como nunca te habías imaginado.

Y esa forma de pensar te conducirá a otros pensamientos, que a su vez te ayudarán a alcanzar lo que quieres.

Empieza por tomar malas decisiones y verás que eso te llevará a un lugar en el que otros sueñan con estar.

Predecible, que no conduce  a nada nuevo. Incertidumbre, que te obliga a ponerte las pilas y actuar.

Es una época en la que la incertidumbre es precisamente el pan con el que desayunamos cada día y cuya tendencia es que irá a más (globalización, nuevas tecnologías, crisis, empleos que desaparecen, nuevos que surgen, movilidad…) pensar de manera predecible -en cuanto que no te lleva a una solución nueva- es anclarse en un pasado imaginario, perderse oportunidades (actuales, pero claramente futuras) y además emocionalmente sufrir y pasarlo francamente mal. El “si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo” de Albert Einstein va en esta frase de Arden un paso más allá: “si siempre tomas la decisión correcta, la segura, la que toma la mayoría, estarás como todos los demás. Deseando siempre que la vida sea de otra manera”. Sobre todo cuando la seguridad uno ya sólo puede encontrarla dentro de sí mismo, pero es difícil vaya a hallarla en nada extrínseco: el Estado, por ejemplo, hace mucho que dejó de ser papá -si menciono la palabra pensión, el siguiente pensamiento que te viene a la cabeza, ¿te inquieta?- y las empresas están cambiando por su propia supervivencia (unas mejor, otras peor) pero es que aún les queda muchísimo por moldear, con todo lo que eso conlleva en lo que entendemos por estabilidad.

La vida laboral a veces parece (insisto en lo de “parece”) un juego de azar, por lo que no nos queda más remedio que aprender a tirar los dados con confianza, y que no nos asuste el resultado que podamos sacar. Aún mejor, acudo a mi lema, intentemos trucar los dados para que la tirada se incline a nuestro favor. ¿Cómo ? Preparándonos.

No comulgo 100% con la propuesta de Arden de escoger siempre la opción más extravagante (quizá porque aún me queda mucha extravagancia interna por trabajar) pero sí creo es práctico perderle el miedo a arriesgar; y así, de paso, si  “te arriesgan” (despidos, cierres…) no asumirlo como un drama paralizante sino como una liberadora oportunidad. A menudo, perder el miedo comienza con mirar aquello que nos rodea de otra manera, desde otra perspectiva, abriendo la mente además de los ojos, cambiando la óptica, haciendo un 180º. Rompiendo la perspectiva predecible/convencional para transformarla en imaginativa, sorprendente o disruptiva.

Como dice el publicista:

Si no te gusta lo que lees, dale la vuelta al libro.

Raquel Roca



"Un ‘knowmad’ Son personas capaces de adaptarse a las necesidades del siglo XXI, profesionales con capacidad de vivir, pensar y actuar acorde a los entornos de cambio continuo. Esto es especialmente importante, puesto que no rechazan los cambios, sino que han aprendidon a vivir con ellos e incluso disfrutarlos al máximo. Ser knowmad es una filosofía de vida muy conectada con la adaptabilidad, la exploración y aprendizaje continuo; tener la mente abierta y ser compasivo e inclusivo. Los nómadas del conocimiento están también alineados con las nuevas tecnologías: son perfiles innovadores capaces de sacar provecho a la era de la hiperconexión, de entender la digitalización y el poder de traspasar fronteras a partir de ella. Esto deriva en una mentalidad fluida, versátil, de aprendizaje continuo y, por supuesto, imaginativa a la hora de adaptarse a los nuevos retos. Gracias a esas competencias están teniendo una empleabilidad sostenible, lo que las convierte en los profesionales del presente, y del futuro."

Raquel Roca



"Vivimos en una sociedad líquida donde el cambio es constante. La capacidad de gestionar el cambio de forma natural y tranquila es el punto destacado de los knowmads: tarbajadores del futuro."

Raquel Roca

















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