Alfred Tonnellé

"El artista no ve las cosas tal como son, sino como él es."

Louis Nicolas Alfred Tonnellé conocido como Alfred Tonnellé


“El cielo luce un azul soberbio, como no se encuentra siquiera en los Alpes. Las montañas de los flancos resplandecen de luz, con unos contornos perfilados, puros y cercanos. Hay sombras vigorosas. La vegetación es de un verde más intenso, más rico. Hasta el valle de Luchon parece cambiado. Los tonos cálidos dan un relieve nuevo y un encanto distinto a todo, revistiéndolo y haciendo olvidar la insuficiencia de las formas. El camino del Hospice [de France] resulta encantador con esta luminosidad, entre la frescura del bonito hayedo que atravesamos. Ante nosotros se perfila esa aguda punta de la Pique, una de las cumbres más inaccesibles, ascendida con problemas por el señor [Toussaint] Lézat. Para ir a la de la Entecada, se vira a la izquierda al pasar el Hospice. En un principio, el sendero va bajo los árboles, aunque pronto marcha por pastizales de fuerte pendiente donde se hallan bellos iris en flor. Conforme se sube, la Pique se alza como una aguja afilada y amenazadora. Hacemos a pie las últimas pendientes.
Desde lo alto de la Entecada, hay muy bellas vistas de las cumbres, un panorama de montañas. Es como una especie de plano en relieve de los valles y de las diferentes ramas de la cadena que permite a uno orientarse en cualquier dirección. Al sur, por encima de la Pique y de las montañas recortadas con osadía de Benasque, la gran masa de amplias bases de la Maladeta atrae todas nuestras miradas […]. Más allá del puerto de la Picada, aparecen otros glaciares hispanos y la Forcanada, con sus grandes masas de nieve, con una raya que desciende a lo largo de sus flancos y, más allá, otros picos elevados. Inmediatamente a sus pies, está el valle de la Artiga de Lin: bello, encantador y salvaje, con praderas de aspecto fresco y bosques sombríos de abetos, la morada de los osos.”

Alfred Tonnellé
Sobre la Forcanada



Forcanada, mi bella novia, 
¿por qué brillas tú 
tan serena y tan resplandeciente 
en la luz de la mañana, 
y coronas con un puro y azulado 
vapor ligero tu frente amable y severa? 
Pareces más bella que nunca. 
¿Te has reconciliado con tu raptor 
y sonríes cuando le miras?

Alfred Tonnellé
Trois mois dans les Pyrenees







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