Jorge Lanata

El Beso

Tengo un problema
Con la palabra oropel
Oropel
Suena movediza,brilla,la brisa lo mueve
Bueno,oropel
Esta lleno de oropeles
Hay oro dorado
El mas descarado de los oros
El oro que te dice estoy aca
Hay oropeles
Están sepultados en oro
Vestidos en oro
y flores de enamel
Flores lisas y perfectas, por las que no pasa el tiempo
El oro intenta, en vano, detener la angustia
Ellos están en un no tiempo
El gesto, lo más efímero, es superior a todo
Él toma su cabeza como se toma a un bebe
Con sumo cuidado
Tratando de que no se quiebre
Ella casi duerme
El beso no la invade
La rodea
El roza su mejilla derecha
Delicado
Curioso
Como un oropel.

Jorge Ernesto Lanata



"Somos periodistas, no tenemos que depender de un algoritmo."

Jorge Lanata



"Soy liberal porque creo en el individuo frente al Estado. Y soy de izquierda porque miro alrededor. Y alrededor no está todo bien."

Jorge Lanata



"Yo creo que después de la creación de la imprenta, internet es el invento más democratizador de la humanidad. Así como con la imprenta los libros empezaron a circular entre la gente, hoy estás a un segundo de una biblioteca mundial. Ahora, eso trae una serie de inconvenientes y una serie de ventajas, las dos cosas. En el caso de los medios, yo creo que estamos en una etapa de transición total: todo va a terminar acá [señala a la pantalla]. A mí me parece que el papel va a quedar reducido a una cosa de objeto prestigioso, como uno puede tener un incunable, una cosa así, pero la edición en papel no va a ser más de consumo masivo. Y después, aun cuando está todo muy adelantado, todavía falta mucho. Estamos como en la infancia de Internet. Para mí el mouse va a desaparecer, todas las pantallas van a ser touch screen. Incluso no va a haber ni pantallas, yo creo que la pantalla se va a poder dibujar acá…"

Jorge Lanata



"Yo quiero contarte sobre algunas mujeres que conocí en mi vida, desde mi madre a mi hija, también otras mujeres que quise y quiero, mujeres que vi pasar, mujeres de las que me hablaron y otras que me tomo licencia para inventar. A los dos años los ojos de mi hija eran los ojos de un bebé: una mirada curiosa y atolondrada. Fue por esa fecha cuando, de pronto, ella comenzó a mirar distinto. No sé si eso sucede en todas las bebas de dos años, pero en aquel momento la mirada de mi hija se volvió encantadoramente oblicua y distante, y se notaba en sus ojos que ella se había vuelto mujer. De un día para el otro los ojos de Bárbara habían construido un secreto: su mirada tenía algo que yo no iba a alcanzar jamás. En sus ojos y en su piel -que es también mi piel- había crecido, de pronto, un endeble pero impenetrable muro de hiedra.
Conocí durante mi infancia en Sarandí mujeres con ése y con otros secretes. Conocí mujeres que arrastraban un sueño roto, y salían todos los días a la misma hora a barrer la misma vereda, con la mirada perdida hacia la Avenida Mitre, esperando a alguien que no iba a volver.
Conocí también mujeres extranjeras de todo, que comían, y comían, y comían, y se defendían comiendo.
Conocí a otras mujeres que cuidaban a sus pollitos con el recelo de las gallinas, y que vivían con hombres que les eran fieles como perros aburridos. Escuché en mi vida, de las mujeres, los argumentos más increíbles y encantadores: una mujer puede hablar con una convicción de Premio Nobel sobre una cosa que se llama henna y que es un barro egipcio que te tiñe el pelo de colorado.
No sé qué le pasa a las mujeres con el futuro, qué desean y temen; aunque están, por naturaleza, inclinadas al futuro.
Conocí muchas, muchísimas mujeres aburridas -¿por qué siempre pensaré que su aburrimiento es culpa de los hombres?-Son mujeres que casi dejaron de serlo. He visto cómo, las mujeres, ordenan cajitas, pedacitos de tela, papel de envolver, piolines de papel regalo, entradas de cine, recortes de diario, fotografías, llaves viejas, ramitas; cómo meten o sacan todos esos objetos de bolsos, o cajones, y putean porque jamás encuentran nada."

Jorge Lanata
Chicas












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