Mario Levi

"Cada vida tiene su historia, cada vida tiene su sentimiento. Y con el paso de los años se acentúa esa percepción de que unos acontecimientos van quedando solapados por otros hasta el punto de que uno siente que lo que ha ido dejando atrás ya se ha convertido en un cuento. Esto me lo han ido diciendo mis protagonistas. Me lo han dicho y me lo han ido enseñando en mi trayectoria como escritor. Para muchos de ellos la vida se había convertido en un cuento y lo mismo me está pasando ahora a mí, que ya tengo 56 años, cuando miro hacia atrás y recuerdo los años de mi niñez, en la década de los 60, y los de mi juventud, en los 70. Eso conforma también el alcance, la profundidad de la literatura, que en mi opinión tiene la misión de convertirse en testigo de los días que se viven para ayudarnos a recordar, para impedir que olvidemos. La memoria es muy importante y soy capaz de decir, con toda la fuerza de mi convicción, que se puede comprender la Historia a través de las novelas. Si alguien quiere acercarse a la Francia del siglo XIX es suficiente con que acuda a las novelas de Balzac, del mismo modo que para percibir mejor la realidad, el alma rusa, le ayudaría mucho adentrarse en las páginas de Tolstoi, de Dostoyevski o Chejov. Esa es mi visión de la literatura. El escritor está llamado a reconstruir la vida. Todo lo que se escribe es autobiográfico y todo lo que se puede escribir tiene que vivirse y tiene que sentirse. En una novela es muy importante el vocabulario, la lengua, el estilo, la estructura, pero mucho más importante que todo eso es la sinceridad. Y la sinceridad sólo puede venir de la experiencia de la vida. Todo lo que yo he escrito hasta ahora ha sido autobiográfico, pero cuando digo autobiográfico no quiere decir que haya conocido a todos los personajes de los que hablo ni de que haya vivido todos los hechos personalmente, no. Por ejemplo, ciertos protagonistas son reales en esta novela y otros son inventados, pero también éstos tienen la verdad de haber salido de lo conocido, ya que normalmente pueden reunir características de tres, cuatro o más personas que me he ido encontrando por el camino y que, aunque no he llegado a conocer totalmente, sí me han permitido acceder un poquito a su manera de ser, de pensar, de comportarse. Eso forma parte de mi propia experiencia y eso hace que la literatura sea a la vez un cuento y a la vez una realidad. Y yendo más allá, lo esencial es la realidad interna del texto, no la realidad externa de la vida. Todo viene de la vida, pero el escritor tiene la capacidad de recrear, de ampliar su sentido."

Mario Levi



"Desafortunadamente, Estambul está perdiendo ese carácter multicultural, ése es uno de los resultados de la globalización. No digo que esté totalmente en contra, pero no me gusta una de sus consecuencias, la uniformización de la gente. Por ejemplo, un joven español y un joven turco viene a ser hoy más o menos lo mismo, y eso es algo que no me agrada por su efecto empobrecedor. Todo se iguala y yo pienso que ésta es una de las grandes enfermedades del siglo XXI, la uniformización y la mediocridad. Por todo eso siento que pertenezco al siglo XX: moral, intelectual y sentimentalmente. Me considero muy extranjero en este siglo que vivimos y en el que la tecnología, nuestros móviles, nuestros correos electrónicos, parece que lo llena todo, que ocupa gran parte de nuestros espacios, pero la técnica no es lo importante. Lo importante es el sentimiento. Habíamos hablado de cuentos y yo puedo decir, en efecto, que mi vida se está transformando en un cuento. Cuando éramos jóvenes, en los años 70, estábamos en la universidad y teníamos el sueño de cambiar este mundo, de vivir en un mundo un poquito más humano, más igual, más libre, más lleno de Democracia, pero compruebo que lamentablemente todo eso no forma parte de los sueños de la juventud de nuestros días. Cuando hablo de este pasado, de esta vida, de este periodo que se está terminando, no quiero ser considerado como un autor que tiene un exceso de nostalgia por el pasado. No, escribo el pasado para decir que en este mundo, no hace tanto, se vivieron esas cosas, para que no se olvide, para que se comprendan mejor los días que vivimos. Estoy convencido, además, de que ante la mediocridad actual, necesitamos mucho más que nunca la literatura. La necesitamos para decir: “no, no queremos vivir esta vida que se nos propone. La existencia tiene otras profundidades”."

Mario Levi


"Después de todo, yo era un judío errante, cuyo objetivo era dar a luz mi propia tierra, para descubrirla y poder enraizarme en ella. Al igual que cualquier otro judío, era un apátrida. Un judío ordinario ante los ojos del mundo, una persona anodina que la gente miraba con recelo, sin conciencia vernácula, un outsider sin cuándo ni dónde en su historia personal, una historia que solemos situar bajo el epígrafe de "nuestra historia". ¿Dónde, cuándo y para quién? El aplazamiento del desenlace de la misma me involucraba sobremanera, fuera de las expectativas de vivir hasta las últimas consecuencias, en perpetuo desafío, mostrándoles la vida mediante la mera narración y la concepción de una nueva mañana tras una noche sin fin."

Mario Levi
Estambul fue un cuento de hadas


"El hecho de que Ester, en medio de una discusión, con el grito de una mujer que sacaba por fin de dentro una verdad muy escondida, Igual que en esos momentos de estallido de las obras de teatro, le hubiera soltado a su hija pequeña, después de que ésta la tachara con gran resentimiento de egoísta y ambiciosa, que el matrimonio estaba lleno de momentos de soledad, que su marido, que parecía lleno de vida, llevaba muchos años sin interesarse por ella, que puede que incluso jamás lo hubiera hecho, y que el nacimiento de su hermana y el suyo habían sido consecuencia de sus escasos encuentros, era naturalmente significativo a la par que estremecedor. Si lo que había dicho era cierto, ¿por qué llevaba tantos años encerrada con ello en aquella habitación oculta y sin compartirlo con nadie? Ésta, al Igual que todas las verdaderas preguntas, podía conducir a otras preguntas. Y las respuestas quizá se quedaran cortas, o puede que no encontraran explicaciones convincentes. Pero el único sentimiento de cuya veracidad no se podía dudar era el de que Dina, a raíz de esta confesión, no pudiera evitar ver a sus padres, hiciera lo que hiciera, tras una cortina de decepción, eso estaba claro. Korin vivía ya en otra casa, en otra vida. Sólo con el tiempo comprendería que había quedado sumida en otros secretos estremecedores, aunque las verdades a las que la enfrentarían esos secretos en los que, de nuevo llegado el momento, podría penetrar sutilmente, no figuraban entre las verdades de aquellos días. En cambio sí que figuraba el peso que suponía acarrear con la injusticia que le hacía sentir la obsesión de tener que transportar ella sola la conmoción que le había generado el problema que llevaba años viviéndose entre sus padres. Hay que ver cómo nuestras propias casas podían convertirse en nuestros Infiernos, y las huellas de nuestro pasado, en nuestras heridas. Todo esto yo se lo oiría contar a Dina. En un momento en el que ella necesitaba charlar, no se me ha olvidado. Su hermana por fin había dejado de estar tan lejos. Ya podía hablar con ella. Yo me había enterado de esta historia en una de sus conversaciones. Mi papel de testigo era, una vez más, doloroso. Había vuelto a arrastrarme al seno de aquel silencio. Pero al menos podía oír. Estaba junta a ellas, sintiendo, con todos los significados posibles de sentir. Lo veía todo. Veía que algunas heridas, en el fondo, nunca se habían cerrado, que se habían pasado la vida Infligiendo su dolor."

Mario Levi
He hecho un pastel para ti


"Había un sueño que me perseguía implacablemente a lo largo de los años. Necesité mucho tiempo para aceptar tácitamente lo que vi, o más bien lo que me vi forzado a revelarme a mí mismo. Es más, ni siquiera estoy verdaderamente seguro de haberlo logrado. Todo lo que queda dentro de mí no es más el eco de las voces y las estruendosas risas. En mi sueño, Lee van Cleef, el inolvidable villano de los westerns italianos, vestido con abrigo largo negro, me mira con sus ojos de águila y esa sonrisa burlona que predice cosas terribles y apuntando con su Colt de cañón largo, de repente dispara a mi padre, que está a una corta distancia de mí, en la frente. Todavía puedo ver el sufrimiento de mi padre y el agujero que se abrió en medio de su frente, por el que manó la sangre a fecundos borbotones. ¿Dónde estábamos? ¿Por qué estábamos allí? ¿Qué era lo que se esperaba de mí? El lugar donde estábamos se parecía mucho a una de las playas que visitábamos en mi infancia. Pero estaba tan tranquilo, que podía haber sido una película de terror. Tal vez era la primera hora de la mañana. No había duda de que era el momento preciso para una ejecución. En la extensa playa sólo había unas pocas personas y estaban lejos las unas de las otras. Recuerdo que había un hombre que me miraba con reproche, con desprecio, e incluso de manera ridícula; eso, y una anciana de piel en extremo rugosa debido a la excesiva exposición al inclemente sol, que se parecía mucho a una de esas mujeres con las que mi abuela se reunía ciertos días de la semana para jugar a las cartas, apresuradamente se levantó de su lugar y dijo: "En l´a tué le pauvre! ¡Han matado al pobre hombre!, refiriéndose a mi padre, que estaba tendido en el suelo. La mujer no estaba interesada en mí. No estaba claro quien había dichos estas palabras, en ese vacío sin fin. Un poco más lejos, tres hombres estaban sentados juntos y riéndose entre sí. Ellos no parecían haber visto o escuchado lo que había sucedido. Pero yo estaba allí, lleno de miedo."

Mario Levi
Inonu, Dónde estabas cuando cayó la noche



"La literatura exige la necesidad de formular preguntas a veces peligrosas y de buscar respuestas. Se asumen los riesgos. No me siento cómodo ni como un escritor que piensa que la libertad de expresión tiene un papel capital ni como un individuo que pertenece a una minoría. Pero todo eso es también un acicate a la hora de escribir. La escritura, el afán de decir, parte de la tristeza, de la sensación de desorden, de conflicto, de que las cosas no están en regla…"

Mario Levi


“Las personas a las que uno quiere, a las que se ata de algún modo y de las que no podrá desvincularse, pertenecen a un único lugar que lo persigue a uno sin tregua.”

Mario Levi



"Me gustan los juegos y es probable que, con el paso de los años, como les ha sucedido a tantos autores y creadores, mi estilo se vuelva un poquito mas simple. Es probablemente una cuestión de edad."

Mario Levi


"Pienso que nuestros amigos y hermanos kurdos tienen derecho a vivir sus identidades, del mismo modo que todos, que todas las comunidades, lo merecemos."

Mario Levi


"Soy, sin darme cuenta a veces, uno de esos escritores que tuvieron la necesidad de guardar la magia del recuerdo, de la herencia. Eso es lo que más profundamente me define. Y esa herencia tiene muchas caras. Está Oriente, con su memoria oral más que escrita; está mi abuela judía, que al mismo tiempo sentía la responsabilidad de transmitirme el espíritu del pasado a través de La Biblia. Todo eso fue conformando un clima sentimental y, además, provengo de una tradición que da preferencia al escuchar para aprender un día cómo hablar. Las historias de mi abuela han sido inolvidables y ahora comprendo mejor que ser testigo de todo lo que le sucedía a mis allegados fue conformando mi universo. No estaba escondido. Estaba en medio de la escena y era capaz de ver unas realidades que tal vez otros no percibían. No puedo decir que tuviera una infancia muy feliz cuando me acuerdo de todo lo que he ido dejando en mi pasado. Pero ahora veo que eso también pudo haber sido parte de mi destino de escritor. Hoy me considero un hombre que tuvo suerte, que al menos puede escribir para sentir más hondamente su existencia, para decir que tuvo, que está teniendo, una vida con sentido."

Mario Levi



"Vivir en un puente así, entre el Oriente y el Occidente, es algo muy enriquecedor que marca nuestro presente. Lo que nos queda es intentar profundizar, aprehender todo aquello que hemos experimentado y que estamos experimentando. ¿Quién nos puede negar que algún día podremos llegar a encontrar un estilo o un lenguaje especial, resultado de esa mixtura? ¿Se trata de una gran pretensión? Es posible. Pero acuérdese: la literatura se define también por los sueños."

Mario Levi



"Yo digo que si una persona se siente feliz tiene mucha menos necesidad de escribir."

Mario Levi


"Yo prefiero persistir en mi optimismo de que las cosas podrán cambiar y al mismo tiermpo me doy cuenta de que es una suerte para Turquía no formar parte de la Unión Europea en estos momentos difíciles. Puede que en un futuro… Me interesará observar ese proceso."

Mario Levi





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