Álvaro Luque Lomas

"El pueblo pasaba por uno de sus peores momentos, la guerra se cobraba muchas muertes y a diario se producían enfrentamientos inútiles y sin sentido. El miedo reinaba en las calles, la gente vivía en una tensión imperante de aquellos años. De hecho, algunas mujeres beatas tuvieron que optar por rezar en sus casas, en lugar de acudir a la Iglesia, con tal de evitar cualquier conflicto. Fue Eufrasia, una de estas mujeres devotas que había decidido no acudir a misa hasta que la guerra acabase, a la que le ocurrió algo asombroso. Ella cada día bajaba hasta el huerto que había tras su casa, y allí acostumbraba a rezar sus oraciones mientras la situación no se solventaba. Pidiendo en cada una de ellas que esta guerra terminase pronto. Una tarde, bajó como de costumbre a su huerto, y allí entre los granados y lilos se arrodilló sobre la tierra, cerró los ojos, y comenzó sus oraciones. Entonces empezó a escuchar como alguien la llamaba por su nombre, cuando abrió los ojos vio que la Virgen María se había presentado ante ella en su huerto, la mujer no sabía qué hacer, ni qué decir… pero antes de que pudiese soltar palabra, la Virgen habló: «Pide para comprar las campanas de la Iglesia, que hace mucho tiempo que no puedo oírlas». Tras esa enigmática frase, la Madre de Dios desapareció tan fugazmente como había venido. […] Cuando finalmente fueron colocadas en el campanario, y sonaron con fuerza por primera vez desde hacía tantos años, la guerra acabó como si de un milagro se tratara. Ese mismo día la Guerra Civil terminó."

Álvaro Luque Lomas
Tomada del libro DISTORSIÓN. Ovnis, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas ¿una teoría explicativa? de José Antonio Caravaca

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