Mary MacLane

"Adentrarse entre las grises sombras ocultas de las cosas profundas es una empresa descabellada. Si lo hago, no es por gusto. Nadie lleva por gusto una piedra de molino al cuello. Cuando veo lo que hay entre las grises sombras ocultas –cuando veo una visión de Mi Yo–, se apodera de mí un pavor extraño y enfermizo."

Mary MacLane



"¿Creéis que un hombre es el único ser del que puede una enamorarse?"

Mary MacLane



“Cuando tienes diecinueve no está la experiencia para decirte que todas las cosas tienen un fin.“

Mary MacLane


"El alma se torna ciega buscando, buscando y preguntando. Nada responde. Voy persiguiendo a gritos una Cosa desconocida, con toda la fuerza de mi ser; hasta el último nervio y fibra de mi cuerpo de mujer joven, y mi alma de mujer joven se alargan y se debaten en una inquietud desasosegante. […] Pero no, a nadie se vuelve loco. Al Diablo ni se le ocurre liberar a nadie de una condena tan primorosamente elaborada y artística."

Mary MacLane



"El azul hondo hondísimo del cielo estival despierta en mí una alegría en parte dolorosa. El verde frescor de un río de raudo fluir me llena el corazón de ansia y desasosiego. El rojo rojísimo del sol de poniente me zarandea todo el cuerpo con pasión. Pero la querida Aurora Gris me da Sosiego.
¡Qué dulce..., dulcísima es la Aurora Gris!
¡Podría morir de puro amor por ella!
La Aurora Gris es incapaz de causar mal. Aunque esas miles de voces hubiesen empezado súbitamente a cantar un canto maligno y voluptuoso de una maldad tal que me fuera inconcebible —pero que sentiría en el acto—, la Aurora Gris habría seguido siendo bella, dulce y hermosa.
Siempre siento gran admiración por Mary MacLane..., si bien a veces en mi admiración experimento un desdén absoluto por ella. Pero en la Aurora Gris quiero a Mary MacLane con ternura y con pasión.
Parezco adoptar una extraña y serena indiferencia hacia todo lo que contiene el mundo salvo por Mary MacLane y la Aurora Gris. Nos identificamos la una con la otra y nos apartamos juntas del resto del mundo, en una indefinición de sombras."

Mary MacLane
Deseo que venga el diablo



"El leopardo ha mudado sus manchas. Y también hay algunas manchas que, quieran o no, nunca cambian."

Mary MacLane



"Hay instantes en que la gran luz se muestra tenue y hermosa como la rutilante luz de las estrellas -la agonía absoluta-, la cruel e inefable hermosura.
¿Puedes comprender esto? Trato de contarte la agonía de mi joven y apasionada vida. ¿Escucharás todo esto con indiferencia? ¿Carece de significado para todo el mundo? Para mí lo es todo, ya que convierte mi vida en algo propio de la senectud, interminable y llena de hastío.
Quizás tú lo sepas e incluso compartirías mi llanto si dispusieras de tiempo.
Es como si esta luz fuera la luminiscencia de la religión cristiana -y la religión cristiana estuviese ahíta de odio. Es como si dijera "Ven a mí con tu onerosa carga y yo te daré el resto" y cuando tú acudieras, cuando tus cansadas manos trataran de alcanzarla, te fuera enviada una luz demasiado brillante -llena de promesas justas y hermosas- que te desconcertara por completo. Tú suplicas en medio del sufrimiento mientras el agua fluye cerca de ti y la tempestad aguarda en lo más alto, pero nadie escucha, nadie presta atención. Como si te dijera "Hónrame, hónrame, pero luego déjame sola. Hay todo un libro lleno de promesas. Tómalo, dame las gracias y hónrame.
A nadie parece importarle.
Si me muestro complaciente y obedezco, todo parece indiferente. Si me muestro renuente, todo parece indiferente. Si cedo a la aflicción, todo parece indiferente. Si sintiera brevemente la dicha, todo parece indiferente.
Estoy sola, totalmente sola."

Mary MacLane
La historia de Mary MacLane



"La Felicidad -el rojo del sol de poniente- es el deseo más intenso de mi vida."

Mary MacLane


"La vida nunca me aburre. Siempre hallo una profunda emoción en ella: en las cosas más simples y en todas las demás. Mas un trozo de muerte parece acecharme en todas las cosas. Siento que me desgasto literalmente contra las duras superficies de este gran mundo destellante. Mi vida es una marcha fúnebre consciente, un viaje lento y seductor hacia mi sepultura."

Mary MacLane



"No se me ocurre nada en el mundo similar a la pequeñez, mezquindad, repulsión y degradación pura y dura de la mujer que está bajo un techo atada a un hombre que en realidad no es nada para ella."

Mary MacLane



"No soy buena. No soy virtuosa. No soy simpática. No soy generosa. Soy tan sólo y sobre todo un ser de intenso 'sentimiento' apasionado. Siento todo. Es mi genialidad. Me quema como el fuego."

Mary MacLane



Querida Harriet Monroe:

Te recuerdo

Te recuerdo en una mañana de verano.
Tú estabas allí y yo estuve allí.
Salimos a caminar por la orilla del lago.
La orilla del lago era muy hermosa.
Estuviste tan fascinante ese día. Eras tan fuerte. Eras tan cierta.
Particularmente eras tan cierta.
Yo te amaba.
Tuve una fe infinita en ti.
Y fuiste amable.
Fuiste amable, así que lo sentí sin saberlo.
Lo cual es algo maravilloso y va lejos.
Seguramente ningún fariseo fue tan amable como ese.
Para una mañana de verano:
Mi amor para ti
oh, mi amor para ti. Querida Harriet Monroe.
En cualquier caso, adiós.

Mi amor para ti, siempre.

Mary MacLane



 “Soy Mary MacLane: alguien de poca importancia para el ancho mundo y de una enorme y maldita importancia para mí. Podría haber escrito un libro lindo y hacer de chica linda y agradable, pero preferí contar la verdad.”

Mary MacLane




"Y mi amiga Annabel Lee, aunque ella se sienta con el libro de dos páginas abierto ante ella y parece muy interesada en todo lo que encuentra en su interior, tiene la mirada de alguien que prestaría sin dudarlo ni lamentarlo el libro en el caso de que alguien se lo pidiera, como si recogiera una flor cercana y girara el tallo sobre su dedo pulgar mientras mirara más allá de la ventana.
No se trata de que sienta desprecio tanto por el presente como por el futuro, pero da la impresión de que no depende en absoluto de ese libro de dos páginas.
Pero también se observa un método en su desdén hacia el futuro. Se aviene a considerar que el futuro deviene en presente, como un día que sucede a otro, pero no lo observa con buena fe hasta que de hecho llega a ser presente.
En ocasiones, mi amiga Annabel Lee se sienta a tocar un poco un viejo laúd.
"El futuro" -subraya mi amiga Annabel Lee- es como un laúd sin cuerdas. No se puede tocar durante largo tiempo el laúd si no se dispone de un fino y dulce sentido musical. Puedes sentarte y contemplar estúpidamente el instrumento, pensando en lo feliz que te hará la música que suene algún día, toda vez que el laúd sea encordado con sus respectivas cuerdas -lo mejor sería que en ese instante salieras al jardín y te dispusieras a llevar rápidamente unos tomates al mercado. Y perdida en la ensoñación del laúd sin cuerdas, presionas en demasía las mismas, de modo que al final ya no podrá desprender ninguna melodía. Se atascará en una posición fija y cuando tu otra mano trate de asir las cuerdas habrá una terrible discordancia."

Mary MacLane
Mi amiga Annabel Lee



“Yo, de condición femenina y diecinueve años, empiezo ahora a poner por escrito un Retrato lo más completo y franco que me sea posible de mi persona, Mary MacLane, para quien en el mundo no hay parangón.
Estoy convencida de ello porque soy peculiar.
A todas luces soy original, por nacimiento y por evolución.
Poseo una intensidad vital muy poco habitual.
Soy capaz de sentir.
Tengo una capacidad maravillosa para la desgracia y la felicidad.
Soy amplia de miras.
Soy un genio.
Soy filósofa de una buena escuela peripatética, la mía propia.
No me importan ni el bien ni el mal: tengo una conciencia nula.
Mi cerebro es un conglomerado de feroz versatilidad.
He alcanzado un estado realmente maravilloso de infelicidad desdichada y malsana.
Me conozco, ¡y tanto que me conozco!
He alcanzado un egotismo que es verdaderamente singular.
Me he adentrado en las sombras espesas.
Todo esto constituye peculiaridad. Entiendo, pues, que soy muy peculiar.”

Mary MacLane


















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