Miguel A. Bartolomé

"Algunos de los autores que se han ocupado del pensamiento mítico atribuyen en este pensamiento una continuidad exagerada a los estados de sueño y vigilia, sosteniendo en oportunidades que el indígena no establece diferencia entre ellos. Sin embargo, los guaraníes dividen muy claramente dichos estados, incluso esta división favorece al sueño, el que es considerado más confiable que la vela. El sueño representa la garantía de verdad proporcionada por la divinidad y por el contacto de las almas del hombre con la sabiduría de los muertos; en cambio, la vida consciente se ubica en un campo más aleatorio. La diferencia fundamental entre sueño y vigilia se establece en base a una distinta calificación de los tiempos durante los cuales transcurren ambos: el tiempo del sueño es un tiempo sagrado, al igual que el tiempo del mito o el tiempo del rito, en cambio, la vida consciente se ubica en un tiempo profano en el que hay periódicas irrupciones del tiempo sagrado expresadas por el ritual, la narración mítica y el sueño. La oposición entre consciente profano y onírico-sagrado aparece con toda claridad en el caso del chamán-guaraní, el que, para dar un veredicto, elegir una terapia curativa, tomar una decisión, etc., debe recurrir al sueño como único medio de reencontrarse con los espíritus auxiliares que le proporcionaron la revelación y con los que buscará la solución para sus problemas."

Miguel A. Bartolomé
Tomada del libro DISTORSIÓN. Ovnis, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas ¿una teoría explicativa? de José Antonio Caravaca

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