Daniel Mella

"Dice, ¿No me decís nada de la cartera? Piel de cocodrilo. Una atención por haber trabajado el fin de semana.
Habla con el mismo tono de su sonrisa, como si su voz proviniera de un mecanismo secreto de sus labios y dientes. Pregunta cuándo se llenó la casa de arañas. La hija responde que el sábado. ¿Y por qué no le había dicho el mismo sábado, cuando llamó para ver cómo andaban las cosas?
Porque no quería alarmarte.
Un mozo va hasta su mesa, les trae nuevos pocillos y un cenicero y después hace una seña a Guzmán de que pronto va a estar listo lo suyo, y Guzmán termina de sentirse incluido en el triángulo y retira la vista de la mesa y la pone en el mar.
La madre quiere saber cómo son las arañas.
La hija responde que son feas y peludas, cómo van a ser, están por todas partes. Se ayuda con los dedos para darles tamaño.
¿Hay de las que tienen patas largas y finitas?
Sí.
Esas son muy venenosas. De las que tienen que cuidarse y fijarse bien si hay es de las chicas, las saltarinas. Esas son las más venenosas. Te pueden dar un ataque al corazón."

Daniel Mella
Noviembre



"El estado de negrura en que caí al final de la adolescencia tenía mucho que ver con haber dejado la iglesia, con haber perdido a Dios. Supongo que muchos de los monstruos que llevaba dentro habían sido producidos por toda esa crianza de represión sexual, represión de pensamiento, de sentimiento. También es cierto que empecé a escribir muy de chico en parte por mandato de la iglesia: nos pedían que lleváramos un diario personal, así dejábamos registro para las generaciones futuras de lo que había sido vivir en los últimos días (los mormones se autodenominan Santos de los Últimos Días porque creen que están viviendo la víspera del apocalipsis o la segunda venida de Cristo). De todo esto escribí especialmente en “Visiones para Emma”."

Daniel Mella

"No sé cómo, pero me interesaba explorar esa mirada de alguien radicalmente apartado de la normalidad. Supongo que la de sentirse apartado no es una experiencia tan extraordinaria. La mayoría la vivimos o la sufrimos por momentos. A la hora de escribir, se trata nada más de subirle el volumen a la cosa."

Daniel Mella




"Tardé años en recuperarme del estado somnoliento en el que ciertas partes del cuerpo se me sumieron. Los ojos vacíos, inmóviles debajo de los blandos arcos de los párpados; y las piernas rígidas y pesadas como postes, hundiéndose progresivamente en la cama, obligando al resto del cuerpo a ceder también."

Daniel Mella
Derretimiento















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