Tomás de Mattos

“Ante toda frustración que la vida nos depare, “paciencia y a barajar”. Aceptar la derrota circunstancial, pero no abandonar el juego hasta que nos saquen la silla.”

Tomás de Mattos



"Así que de los tres dueños de casa, sólo Lázaro es mi primo por la sangre; pero Marta y María son como si también lo fueran. Me recordaba, en cada instante, a pesar de que no era rengo, a mi hermano Ananías. Ambos tenían facciones recias, cuello ancho, hombros rotundos, y un excesivo vello que, extendiéndoseles hasta la primera falange de sus dedos, terminaba por suscitar en quien recién los conocía la falsa impresión de que trataba con provincianos ingenuos. Tal apariencia distaba de avergonzarlos, porque remarcaban con indisimulado orgullo su acento galileo. Tal vez mi hermano recortara con menor frecuencia su barba y su cabellera, que eran negras como el carbón. El hijo de José, en cambio, había liberado del bonete azafrán que le había visto esa mañana una desordenada pero corta melena tan negra como la de mi hermano, que no le llegaba a los hombros. Su barba se bifurcaba, a la mitad del mentón, en dos mechones que terminaban en punta. Bajo las cejas, profusas y casi unidas, sus ojos oscurísimos disimulaban, en una primera instancia, los fulgores que encerraban. Una constante exposición al sol había acentuado el tono trigueño de su piel. Su ropa no ostentaba ni riqueza ni miseria; vestía con el decoro de los artesanos de su región, sin una hebra de metal precioso, pero usando telas de trama doméstica, en las que alguna mujer se había esmerado en aplicar los diseños aprendidos de sus mayores. Su túnica no tenía costuras y, como es frecuente en Galilea, estaba hecha de lino carmesí. El manto, con sobremangas, era castaño con finas rayas blancas y rebasaba las rodillas, pero terminaba —tal cual está prescrito— una cuarta antes que la túnica. Calzaba zapatos de cuero de camello y suela de palma. Todas las prendas lucían nuevas; preparadas, sin duda, para esa peregrinación a Jerusalén. Pero, tal como me había ocurrido a mí mismo en mis primeros viajes, ese acicalamiento denunciaba, de los pies a la cabeza, un pulcro pero rústico gusto provinciano. El fulgor de su mirada y el trato que dispensaba a sus interlocutores eran, en definitiva, lo que más lo asemejaba a Ananías. Pese a su apariencia exultante, los dos leones siempre partían de una continencia pudorosa, para nada confundible con la timidez, que no tardaban en abandonar porque los asistía el dudoso don de pulverizar la distancia que los separaba de sus prójimos. Demasiado había sufrido yo hasta mis dieciocho esas muestras de incondicionada disponibilidad, pero que, dando por supuesto que no podían ser sino correspondidas, invadían los más íntimos recovecos de los corazones ajenos y no demoraban en hallar, tomar y exhibir lo que buscaban."

Tomás de Mattos
La Puerta de la Misericordia



"(…) en todas mis novelas hay ficciones; en todas, podemos ser felices. Se trata del misterio de la sabiduría, como discernir el bien y el mal, y alcanzar la felicidad."

Tomás de Mattos



“Escribir es un viaje, un ensimismamiento, una forma grave de ausencia. Si no te quedás en soledad con tus personajes, no los oís, no los comprendés o mejor dicho, no te causan la necesaria perplejidad.”

Tomás de Mattos


"Hay que escribir, escribir siempre."

Tomás de Mattos



“Insisto en que para mí es crucial la idea de que, por nuestra finitud, estamos expuestos a ser culpables, y lo más terrible es no darnos cuenta de que lo somos.”

Tomás de Mattos



“La guerra contra el terrorismo es inevitable, pero a mi entender hay distintas repuestas que dependen de los distintos niveles de acción que tengamos. Quienes mandan tienen una capacidad de decisión en los destinos ajenos que no tenemos los ciudadanos comunes. Los ciudadanos comunes podemos contribuir a generar una opinión publica que esté contra toda forma de terrorismo, incluso el terrorismo de Estado, y por el lado de los hombres de Estado el de encauzar su acción por el lado de la diplomacia.”

Tomás de Mattos



“La vida nos va enseñando, por el resultado erróneo de nuestros ensayos de cumplimiento, que debemos cambiar el enfoque. esos cambios se van dando de modo tan imperceptible que, a veces, no somos conscientes de la transformación que se está operando en nuestro código de valores.”

Tomás de Mattos


“Me parece que una de las enseñanzas primordiales de jesús es el respeto al misterio.”

Tomás de Mattos




“Nuestros valores padecen influencias de signo antagónico. Algunas que nos impelen a su cumplimiento, como los heredados del núcleo familiar en el que nacimos o los adquiridos por nuestra pertenencia a determinados grupos de diversa índole.”

Tomás de Mattos



“Ojalá pudiera el novelista novelar sobre la historia, porque la historia es siempre mucho mejor novelista que la fantasía humana.”

Tomás de Mattos



”Si uno es muy feliz, no tiene tiempo que perder escribiendo.”

Tomás de Mattos




“Yo participo de la visión de Dostoievski del hombre como sujeto libre porque lo creo Dios, y yo como creyente participo de esa visión, está en el hombre utilizar su libertad para construirse o convertirse en una bestia, en un ser inhumano.”

Tomás de Mattos














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