Emilio Carrillo Benito

"Contemplemos la naturaleza. En la ella, según el dicho andaluz, “ca uno es ca uno”. A pesar de la mente, no hacemos niveles. Paseas por el campo, donde hay de todo, animales chicos y grandes, plantas muy pequeñitas y grandes árboles, el cielo y la montaña, el arroyo y el gran río… Cuando andas por allí no vas diciendo “fíjate, esto es mejor que esto” o “aquello es peor”. Entiendes que todo forma parte de un conjunto y cada cosa tiene su sitio. También en el cosmos y lo que nos rodea. Sin embargo, con qué facilidad en el ámbito humano nos pasamos la vida haciendo juicios, de nosotros mismos y de los demás. Al dejar de lado la mente, las jerarquías y los niveles desaparecen. Cada uno está en su estado de conciencia y proceso evolutivo y no hay más historias."

Emilio Carrillo Benito



"Cuando yo salí aquel día de mi cuerpo visualicé todo lo que había sido mi vida. Comprendí con absoluta claridad que en ningún momento me había equivocado en nada, no había cometido error alguno del que arrepentirme o querer eliminar por un sentimiento de culpa, carga o lastre. Cada persona actúa en correspondencia con el estado de conciencia que tiene en cada instante. Además, te das cuenta de que no se trata de un tema de jerarquías, si se es más listo o más tonto, malo o bueno. No, allí rigen el amor y el respeto al libre albedrío. En mi caso, comprobé que aquellas cosas que había entendido como errores abrieron puertas a nuevas vivencias, a nuevas experiencias. Si alguien dice “yo creo que me equivoqué aquí y aquí, y me arrepiento y ojalá pudiera quitarlo de vida”, le comento que, si realmente lo borrara de su vida, la perspectiva que tiene ahora la perdería, su estado de consciencia pasaría a ser otro. Por eso hay que respirar y vivir muy tranquilos."

Emilio Carrillo Benito



"El fundamento del más allá lo encuentro en todas las tradiciones espirituales y escuelas filosóficas trascendentes que han existido: platonismo, la escuela aristotélica, la pitagórica, cristianismo, hinduismo, budismo, taoísmo, aborígenes australianos, nativos americanos... También avalan esta creencia los sabios de la humanidad, desde Parménides hasta Albert Enstein, pasando por Hipatia o Leonardo da Vinci."

Emilio Carrillo Benito



"El sufrimiento es una elección y forma parte del proceso consciencial. Místicos como san Juan de la Cruz lo han llamado “la noche oscura”. El sufrimiento, la tristeza, la soledad, tienen su papel, pero ¡cuidado!: tú eres libre de decir “vale, el sufrimiento es una vía de evolución consciencial, pero yo voy a evolucionar desde el gozo, el placer de la vida misma”. La mente, además de ver todo torcido, funciona en el contraste, en los opuestos, y siempre tiende a ir hacia el lado negativo. En la cuestión de salud y enfermedad, las personas sanas no valoran la salud que tienen, los días pasan sin que haya un agradecimiento a ellas mismas y a la vida por poder disfrutarlos con fortaleza y energía. Pero llega una simple gripe y ya estás pensando en lo importante que es la salud; y cuando la recuperas, te olvidas de nuevo."

Emilio Carrillo Benito




"En la sociedad actual hay un intento de olvidar, ocultar, que la muerte es un hecho que está en la vida. Pero las personas fallecen, es algo que se produce a diario. Se han ido introduciendo costumbres, pautas sociales, que tienen precisamente ese objetivo: que la muerte pase inadvertida. Hoy ya no hay velatorios en las casas, las personas mueren en los hospitales, de la cama del hospital pasan al tanatorio, se intenta enterrar lo antes posible. Incluso existe una práctica bastante extendida de poner en los certificados médicos, si el deceso ocurre a las 5 de la tarde, que ha sido un par de horas antes para no esperar y realizar la inhumación al día siguiente. También se ha establecido que los niños no vayan al entierro de sus abuelos. Es mirar al otro lado. Lo único cierto en la vida, lo único que puedo asegurar sin ser adivino, es que se producirá un momento determinado en el que acontecerá eso llamado muerte."

Emilio Carrillo Benito



"La iluminación consiste en darte cuenta de lo innecesario de la iluminación, porque ya lo estás. Estamos iluminados, es lo que somos; cosa distinta es que te aferres al vehículo, te olvides de lo que eres y te lances buscando la iluminación no sabemos dónde. Como ha dicho Krishnamurti, sé una luz para ti mismo. La iluminación es ser normal. Cuando una persona se quiere revestir de “circunstancias especiales”, esa persona no está iluminada. La iluminación no consiste en levitar, hacer milagros o cosas raras de telepatía, adivinación, recibir mensajes de vayas saber dónde. Eso no tiene nada que ver con la iluminación. La persona iluminada es normal, entendiendo como tal a quien lleva una vida sencilla, con una práctica cotidiana basada en esa simpleza, con mucha paz, en el aquí y ahora, compartiendo con los demás. Es verdad que en el lenguaje coloquial hemos terminado confundiendo lo que es frecuente con lo que es normal. Muchas cosas frecuentes no son normales sino profundamente anormales, y cosas normales son muy poco frecuentes.

Emilio Carrillo Benito




"La libertad es la ausencia de miedo. Una persona libre no tiene miedo, la libertad completa es la completa ausencia de miedo. Esto estaba en la comprensión de culturas muy antiguas. Los idiomas europeos como el castellano o el inglés, en sus raíces, proceden de unas ramas lingüísticas que se conocen como indoeuropeas, muchas originarias del Medio y Extremo Oriente. En esas lenguas indoeuropeas la palabra miedo se construía con un prefijo delante de la palabra libertad. Esto se ha perdido en el castellano en su evolución desde el latín, pero en inglés, por ejemplo, se ha mantenido: “free” es libre y “freedom” significa libertad; pero cuando se pone una “a” delante se construye la palabra “afraid”, es decir, “asustado”, “temeroso” (“to be afraid”: “tener miedo”). El miedo a la muerte está presente, por eso se mira hacia otro lado. Tener miedo a la muerte es tener miedo a la vida. Como si un francotirador te fuera a disparar en cualquier momento, piensas “¿cuándo me va a llegar?”, y te proteges y siempre andas con cuidado. Pero san Juan de la Cruz, desde su plenitud, dice “… dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado”. La gente se cuida mucho, se asegura, quiere controlar la vida, esto es un absurdo porque sabemos que la vida fluye. No puedes tener plenitud con miedo porque no hay libertad. Y al no haber libertad, no puede haber plenitud."

Emilio Carrillo Benito



"La mayor plasmación práctica en la vida diaria de la iluminación es vivir sin quejas. Una persona iluminada ha comprendido que lo que ocurre en su vida y en la de los demás, en la Tierra, en el cosmos, todo tiene su sentido profundo. No existen las casualidades, todo está lleno de sincronías, en una permanente relación causa-efecto, y todo tiene su sitio. A partir de esa comprensión real que no da la mente, sino el corazón, que no es un acto de fe, desaparece la queja. Te enamoras de la vida, vives la vida como lo que es en su totalidad, no la divides en partes, no caes en la estupidez del ego de que “esto me gusta y aquello no”. ¿Tú quién eres para juzgar la vida? Intenta adquirir una perspectiva más amplia, comprueba que la vida entera es un milagro, en ella todo lo que acontece tiene ese porqué y para qué, un sentido profundo. Se confía en la vida, la confianza genera aceptación que no es resignación o impotencia, la aceptación que deriva de que tú confías en la vida. Esa confianza genera aceptación, ya no hay quejas."

Emilio Carrillo Benito




"La muerte es una puerta que se abre para ir de una habitación a otra de la vida. De la habitación A, un plan físico y material, pasamos a la habitación B, un plano más inefable, no físico, no material, que también tiene sus leyes, no físicas, pero sí naturales. La muerte es el denominado tránsito, para pasar a lo que se suele llamar coloquialmente plano de luz. En las charlas digo que somos Conductores encarnados en un vehículo para vivir la experiencia humana. A ese Conductor le podemos dar muchos nombres, alma, energía, espíritu, amor, luz. Qué cada cual, en función de su corriente cultural y espiritual, lo denomine como quiera. El Conductor ha existido antes y lo hará después de estar aquí. Para vivenciar, necesitamos un vehículo, un instrumento que posibilite palpar esta experiencia. Es nuestro yo físico, mental y emocional, lo que nuestros sentidos corpóreo-mentales perciben de uno mismo y de otros. Cuando llega ese momento denominado muerte, ésta se produce sólo para el vehículo. Para el Conductor no. Y puede plantearse volver al plano humano con un vehículo nuevo, que se ajuste a las nuevas experiencias que quiera vivir. La muerte realmente es un imposible, un fantasma de la imaginación humana; no hay razón para que le tengamos miedo."

Emilio Carrillo Benito



"Lo curioso es que la ciencia actual está planteando una posible inmortalidad del ser humano. Lo hace de dos maneras. Eudald Carbonell, el señor que dirige las excavaciones de Atapuerca, ha escrito un ensayo en el que pone en evidencia el nacimiento de subespecies en el género humano, habida cuenta de que va a haber personas que van a tener la posibilidad de ser reparadas con componentes híbridos (riñones, corazones, pulmones, etcétera, artificiales)... Se convertirán en irrompibles. También estarán los editados genéticamente para que tengan unas características perfectas... Desde el punto de vista científico se da por hecho que se puede construir un ser humano híbrido, una especie de ente robótico-biológico. La ciencia se está planteando ahora cómo una persona puede transferirse a un cuerpo híbrido y perfectamente diseñado, cómo lo que yo soy se puede transferir a una máquina y garantizar la inmortalidad. Eso está haciendo que la ciencia hable por primera vez de la consciencia, que se acerque a la espiritualidad, que al fin y al cabo nos habla de que el ser humano tiene una esencia que no acaba con la muerte y que tiene como característica básica la consciencia. Gentes como Bill Gates o Yuval Noah Harari están hablando de estas cosas."

Emilio Carrillo Benito



"No soy religioso, pero Jesús de Nazareth es mi guía de vida. En este camino me llama mucho la atención la mística cristiana y concretamente la castellana, con tres personajes fundamentales, los que usted ha comentado. Con Juan de la Cruz es con el que me siento más identificado. Su obra es única en el planeta para entender lo que es la espiritualidad profunda. Sus poemas explican como ningún otro escrito la tansformación, la práctica de la meditación..."

Emilio Carrillo Benito



"Sigamos con el símil del vehículo y el Conductor. Cuando eres consciente de la divinidad, infinitud y eternidad de lo que eres, tomas el mando del vehículo. Pero lo que le sucede a muchos es que el Conductor está dormido, olvidado. El vehículo tiene un sistema operativo, la mente. Y ante la ausencia del Conductor consciente, la mente enciende un piloto automático, como pasa en los aviones. Así se sustituye el mando consciente del conductor por ese piloto automático que es creación de la mente, el ego. El ego es una creación que pertenece al mundo del vehículo. Y como todo lo que es el vehículo, morirá con total seguridad, tiene fecha de caducidad, y es lógico que tenga miedo a ese momento."

Emilio Carrillo Benito




“Ya no creo absolutamente nada en la política, no espero nada de ella.”

Emilio Carrillo Benito



"Yo he estudiado muy seriamente las tradiciones espirituales orientales. Pero, curiosamente, he hecho un camino de ida y vuelta. Mientras más conocía estas tradiciones, más valor adquirían las enseñanzas cristianas. El conocimiento de lo oriental hizo que pusiese en valor de una forma más potente la figura de Cristo-Jesús."

Emilio Carrillo Benito

























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