Matías Montes Huidobro

“Ahora todos tenemos algo más en común: el enemigo. Y entonces las extrañas, usuales y estúpidas a veces feroces discrepancias, se entierran, siniestramente se entierran.”

Matías Montes Huidobro


Autorretrato

Durante la tendida cuenta de los días
sumando de meses y de años
has estado arropando
el tapiz de mi vida
tejido con el tuyo.
Hilanderos de amor
hemos tejido
cotidiano paisaje de la vida.
No hay uno
sin el otro
y sin el otro uno.
No hay división posible
en esta huida
encuentro que nunca se termina.
¡Oh gran total
de horas compartidas,
unidad de pincel,
autorretrato,
imagen de los dos
que configura
el espejo real
de nuestras vidas!

Matías Montes Huidobro



“El hecho de vivir ha terminado. El hecho de morir ha terminado. Pero nosotros subsistimos aun, abrimos la boca y metemos la cuchara, alargamos la mano y tomamos el libro. La boca enferma. La mano herida. Frente a la muerte escribimos nuestras cartas, decimos nuestras palabras, apretamos los corazones.”

Matías Montes Huidobro



Eres

         Para Eugenio

Nada tienes que hacer
ni decir
porque eres el portavoz del latido de Dios.
En el silencio pausado de las cosas
te deslizas.
En la armonía cotidiana.
En la pausa de lo que no se dice.
En el dar y el callar
de lo que tocas.
El canto americano de las praderas que se extienden de un océano al otro
sin decir nada.
La oración de San Francisco de Asís
que es la más difícil,
el imposible de Dios.
La mística que omite lo innecesario.
El detalle que teje cada día
el día que le sigue.
El grano de sal en la cocina.
La palabra en el silencio.
La pausa entre una voz y la otra.
El espacio que da el movimiento en lo intangible.
El péndulo
que es
el pan nuestro de cada día.
La presencia permanente del bien nacido
y la lluvia de Dios.

Matías Montes Huidobro



Fuera de juego

Estoy fuera de juego
El poeta sobre la mesa
El cuerpo tieso
Los poemas congelados
en los latidos del corazón

El poeta que no existe
Silenciado
Eliminado de todas las antologías
Una lápida de silencio
cae sobre mí

como si quisieran sepultarme
Los poemas
que otros creyeron escribir
no son más
que una lluvia de cenizas.

Los poemas que escribí
renacerán algún día
del silencio pertinaz
de la arrogancia. 

Matías Montes Huidobro



Hacer de mí un salmo

Para Belkis Cuza Malé, que me hizo llegar el salmo 91

Me han golpeado los huesos de tal modo
que me siento totalmente deshuesado.
No hay palabra que quepa en estos versos
al verme de tal modo magullado,
festín pertinaz de la jauría
que tiende la mordida
como si fuera el quehacer de algún abrazo,
golpeando duro
para que el golpe encuentre.
Saña voraz, hambre desmedida,
que no desmiente
jauría que tiende tan siniestro lazo
cotidiana constancia que es la vida:
mientras más duro el golpe,
más me inspira.
¡Cuánto me alegro, Señor,
que todo un salmo en mi garganta cante!
¡Alzar el vuelo!
¡Mi cuerpo desmembrado
me hace levitar en el Infierno
y gradualmente
asciendo en el espacio!
Gracias, Señor,
que haces de mí un Salmo
y que me inspiras.

Matías Montes Huidobro



Industrializarán la tortilla española

España semanal
tiene noticias extraordinarias,
me gustan,
dicen
que en España
se piensa
industrializar la tortilla
de tan famosa que es
los daneses
y los suecos
tiene por ella
especial preferencia
y se las llevan
en los aeropuertos,
me gustan
estas noticias
que son las que leer quisiera siempre
porque
la tortilla española
tiene mi preferencia
tanto la de jamón
como la simple
de patatas.
España semanal
lo anuncia
en la página ocho,
así las cosas,
mientras el mundo se desangra a voces
la tortilla
va camino
de ocupar su lugar.

Matías Montes Huidobro



Madre

Madre
no puedo darte mi nacimiento
porque tú me lo diste.
Ni puedo quitarme el mío
porque fue tu ofrenda.
En esa imposibilidad
de la inversión
reside la dimensión de tu cariño.
Dar
es el verbo de las entrañas
que nos saca a la luz para cegarnos
en ya no estamos.
Dar
que nada toma
el corazón se llena
con el amor ya dado,
que el dar ha sido tanto
que se ha quedado
aquí en su nido.
Un nada pido.
Un dar tan grande
por siempre aquí,
dormido.

Matías Montes Huidobro


“No podemos obligar a nadie a tomar nuestro vino amargo.”

Matías Montes Huidobro



Sello

Una identidad de no ser otro
confirma
la vertebral columna
que nos sostiene.
No es palma
no es bohío
no es La Habana.
No es conga
no es pachanga
chancletera.
Es la forma la forma de ser lo que somos.
Compleja circunstancia de la historia:
Sello.
Cuba soy yo:
ser otro es nada.

Matías Montes Huidobro




"Severino. ¿Ninguna humanidad artística se ha presentado en el marco de la puerta conductora?
Filomeno. Cuando usted me habla en latín no lo entiendo.
Severino. ¡Eso es hijo de que tus órganos cerebrales no están dotados de la fosforescencia suficiente para hacerlos asequibles a todas las ramificaciones del saber humano!
Filomeno. ¿Ya usted ve? Ahora me habla usted en griego antiguo... Dígame claramente lo que quiera pa que yo lo entienda.
Severino. Tienes mucha razón; ya veo que contigo hay que prescindir del harmonioso lenguaje de los hombres elevados, para descender, a la jerga chacharachera de la palabrería del vulgo necio.
Filomeno. ¡Bueno!...
Severino. ¿No ha venido nadie?
Filomeno. ¿Ya ve usted? Si usted empieza así no se pierde tanto tiempo."

Matías Montes Huidobro
Lenguaje, dinero, pan y sexo en el bufo cubano































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