Vénus Khoury-Ghata

Cuando un árbol llora toda su savia

Cuando un árbol llora toda su savia
cuando golpea toda su albura para mostrar su dolor
cuando se pone de rodillas alrededor de su corteza
hay que hablarle en el lenguaje de abril
decirle que el otoño sólo es un invento.

Vénus Khoury-Ghata


El bosque tiene miedo

Un bosque temeroso
se encoge cuando viene la noche
Toda la angustia
los gritos de las lechuzas
su silencio
La mirada fría de la luna
y la sombra de su ceja sobre el lago
El abedul pila de dientes
todo escondiéndose detrás el guardabosque
El fresno se encoje en su corteza
y contiene la respiración hasta la mañana
El pino se seca el sudor
y llama a su padre el pino piñonero
Con el fin entre las piernas
el sauce llora a hoja viva
y hace desbordar el arroyo
La caña que no le quita el ojo de encima
lo siente como pide a la luciérnaga
que ilumine las tinieblas
Sólo la encina conserva la dignidad
arrodillada en el Su tronco
pide al dios del bosque
que se apresure a hacer venir el día.

Vénus Khoury-Ghata



Era noviembre 

Era noviembre de todas las vacilaciones
El crepúsculo no alumbraba las lámparas de aceite
Las manos tendidas para robar un poco de luz a la oscuridad
recogían el batir de alas
Madre abría los troncos de madera húmedos con sus tijeras como si fuesen vientres
de aves para rellenarlos de estallidos
de la misma forma nosotros escurríamos el umbral y el lienzo
nos inventábamos vecinos grandilocuentes con fuegos charlatanes
y les inventábamos rostros y una vajilla con campanilleos solemnes
el estupor nos invadía apenas declinaban sus nombres grabados en las piedras y en el cementerio
como lugar de reunión

Vénus Khoury-Ghata





Fue ayer

Fue ayer
hace mucho tiempo
la cólera del padre derribaba los muros de la casa
nosotros nos escondíamos detrás de las dunas para apagar sus gritos 
El Mediterráneo giraba en torno nuestro como un perro gira delante de un mendigo
Madre nos llamaba hasta el crepúsculo
Lo que debía ser hermoso solo era triste
los jardines morían más lentamente que los hombres
nosotros nos comíamos nuestra pesadumbre hasta la última miga
y luego la asábamos en un chuzo bajo el sol 
Fue hace tiempo
cansada de llamarnos
Madre dejó la tierra para entrar en la tierra
vista desde arriba parecía un guijarro
vista desde abajo parecía un montón de piñones de pino desperdigados
a veces lloraba y sus quejidos hacían temblar las hojas
la vida, le gritábamos, es una línea recta hecha de ruidos
la muerte un círculo vacío
afuera está el invierno
la muerte de un gorrión oscureció la nieve
nada la consolaba 
Cuál es la noche dentro de todas las noches le preguntaba al búho
sólo que el búho no piensa
el búho sabe
nosotros lo recordábamos todos los días
luego una vez por semana
luego una vez por año
en una foto sus cabellos son de color sepia
los muertos envejecen como el papel

Vénus Khoury-Ghata




Porque dudaron entre la rosa y la sombra 
porque cargaron sus fusiles de lluvia 
murieron en el olvido.
Sólo mueren los crédulos 
que abrigan bajo sus techos nubes extrañas 
escriben su cara sobre el vaho de las ciudades 
abrazan un cañón, siguen a un granadero.
Sólo mueren los ingenuos que sangran con la amapola.
Mueren cada noche
cuando se alinean las horas
que se vuelven cuchillo entre los labios de los relojes
cuando la luz en su boca se calla.

Vénus Khoury-Ghata
Quince poetas franceses contemporáneos



Puesto que sus nombres eran demasiado largos
Puesto que sus nombres eran demasiado largos para sus cuerpos de extranjeros
ellos se tallaron sus propios nombres de viajeros en la tela rústica de los caminos
Nombres tatuados bajo la piel
Por las ciudades cuya humareda sale de los altos hornos para olvidar las praderas asfaltadas
Las pestañas de la luna y del polvo, dicen
mientras golpean a las puertas de las mujeres para reencontrar una patria.

Vénus Khoury-Ghata









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