Fernando Namora

"Hay días en que la melancolía llueve dentro de nosotros como en un patio interior alfombrado de viejos periódicos. No es audible, ni se siente -pero brilla en la densa tierra. Me encontraba en uno de esos días en los que tras retirar la cortina y mirar por la vespertina ventana me sentí de súbito ofuscado, como una presa que tratara de huir de una atmósfera hastiada y, sobre todo, de un escenario sin alegría...
Pero al cerrar la cortina, todo esto se difuminó: y aquí estoy ahora de nuevo aislado en mi bella habitación, entre paredes que, en cierto momento, transmitían la sofocante sensación de una espesura acolchonada que retuviera la fatiga, el silencio."

Fernando Gonçalves Namora
Nuevas escenas de la vida de un médico



"Nos hallamos en un mundo cadavérico, Vasco. Muertos a los que se da cuerda y que pretenden vivir hasta que la cuerda se detiene, pero en su interior se hallan vacíos, secos y descompuestos. Únicamente carne viva. ¿Será por eso que muchos ansían la fiesta de los sentidos? (...) El carro del amanecer llegó casi sin aliento a la cima, presagiando de antemano el murmullo y vocinglería de las calles, el frenesí del tráfico que estremecería las osamentas de las casas, el cansado despertar de la molicie humana, que debía renovar su amargura (renovar no. Repetir su robótica cotidianeidad) como si la vida no fuera más que el mero deber de arrastrar una pesada carga."

Fernando Namora
Los clandestinos

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