Germain Nouveau

Amor

No temo a los reveses del destino,
a nada temo, ni a la tortura,
ni a las mordeduras de serpiente,
ni a los cálices de veneno,
ni a los ladrones que huyen del día
o a sus subordinados cómplices,
si amo.

Me río estruendosamente,
no me importa la magia,
ni el florecimiento del odio,
pero de las caricias podría
hacer mi deleite, el ruido
de guerra en el tambor,
las espada en los fuegos artificiales,
si amo.

Odio mirar al gato que duerme
sin desearme mal alguno;
espero la muerte, la desgracia,
el sufrimiento y los malos tratos;
soy valiente, sin vicios, rey al
frente de mi palacio,
líder de las milicias,
si amo.

Concédeme el amor hasta que
mi pelo negro se torne lacio,
y ningún dios pueda hacerme paliceder,
si amo.

Germain Marie Bernard Nouveau



El peine

La toalla es una sierva,
El jabón es un servidor, y la esponja es una sabia;
Pero el peine es un gran señor.
Sí, es un gran señor, Señora,
De los más nobles por la alteza
y por la limpieza del alma,
¡Sí, el peine es un gran señor!
¿Cómo?, se atreve a decir en voz alta
Sucio como un ... ¡De todo corazón,
Responda!, ¿quién tiene la culpa?
¡ Pero el peine es un gran señal'!
Sí, si no está limpio, el peine,
¿Quién tiene la culpa?, ¿su autor?
¡No es más bien de la tiña!
Pues ... el peine es un gran señor.
La culpa, es de quien le deja
Desarrollarse en su horror. Es la culpa ... de nuestra pereza.
Él, el peine es un gran señor.
Sí, nuestra mano es su vasalla,
y si está sucia, por desgracia,
El se coñ ... ríe un poco de estar sucio,
Pues el peine es un gran señor.
Sólo quiere limpiar la cabeza
Si la mano de su cepillador
Le limpia los dientes, repito,
Si el peine es un gran señor.
Sí, es un gran señor, el peine,
Sin ser arrogante ni burlón,
Su divisa sería: «no me digno»
Pues el peine es un gran señor.
Gran señor su desdén nos azota,
Portador de espada, él es reídor,
Pues, esta espada es una aguja,
Si el peine es un gran señor.
Esta aguja, hábil y amable,
La devuelve limpia como una flor,
En los dedos de la chiquilla
Donde el peine es un gran señor.
Pues que yo diga o que tú digas
Que es sucio, pico de oro,
Él no hace caso de las tonterías,
Pues el peine es un gran señor.
En cuanto a mí, no quiero decirlo:
Eso carecería ... de sabor y además haría sonreír;
No ... , el peine es un gran señor.
Sobre tus dientes finos y sin roña,
Cada mañana yo tengo ese honor,
Mi bello peine, yo te beso,
y soy tu servidor. 

Germain Nouveau




Las palomas

El oscuro negro y el esperanzador verde
nunca aguardan la flor que baten las palomas
y a las tumbas agrada.

Ellas irrumpen desde el cielo,
cargadas de fruta, desnudas
y perdidas sus plumas en
en el viento y en los
antiguos caminos.

Esclarece el día
desde lo alto del árbol
en hermoso equilibrio.

La delicia de sus ojos
atrapa un trozo de cielo,
incuba la madrugada
en el lecho inferior del
cementerio.

Y cada árbol ahuyenta la
desesperación más enfermiza,
bajo la multitud de plumas blancas,
en medio de sus arrullos.

Estas aves, cuyas voces son hermanas,
son, obviamente, las almas
de niñas y mujeres

Cuya tumba suave brilla
en la luna de cada noche y
escribe sus gélidos epitafios.

Germain Nouveau




















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