Alfonso de Valdés

"Lactancio: el que quiere honrar un santo, debería trabajar de seguir sus sanctas virtudes, y agora, en lugar desto, corremos toros en su día, allende de otras liviandades que se hacen, y decimos que tenemos por devoción de matar cuatro toros el día de San Bartolomé, y si no se los matamos, habemos miedo que nos apedreará las viñas. ¿Qué mayor gentilidad queréis que esta? ¿Qué se me da más tener por devoción matar cuatro toros el día de Sanct Bartolomé que de sacrificar cuatro toros a San Bartolomé? No me parece mal que el vulgo se recree con correr toros; pero paréceme ques pernicioso que en ello piense hacer servicio a Dios o a sus santos, porque, a la verdad, de matar toros a sacrificar toros yo no sé que haya diferencia. ¿Queréis ver otra semejante gentilidad, no menos clara que esta? Mirad cómo habemos repartido entre nuestros santos los oficios que tenían los dioses de los gentiles. En lugar de dios Mars, han sucedido Santiago y San Jorge; en lugar de Neptuno, San Elmo; en lugar de Baco, San Martín; en lugar de Eolo, Santa Bárbola; en lugar de Venus, la Madalena. El cargo de Esculapio habemos repartido entre muchos: San Cosme y San Damián tienen cargo de las enfermedades comunes; San Roque y San Sebastián, de la pestilencia; Santa Lucía, de los ojos; Sancta Polonia, de los dientes; Santa Águeda, de las tetas; y por otra parte, San Antonio y San Aloy, de las bestias; San Simón y Judas, de los falsos testimonios; San Blas, de los que esternudan. No sé yo de qué sirven estas invenciones y este repartir de oficios, sino para que del todo parezcamos gentiles y quitemos a Jesucristo el amor."

Alfonso de Valdés
Tomada del libro He visto cosas que no creerías de Jesús Callejo, página 218




"LATANCIO: ¡Que Roma no tornase a tomar los vicios que tenía, ni en ella reinase más tan poca caridad y amor y temor de Dios!
ARCIDIANO: Pues el sacro Palacio, aquellas cámaras y salas pintadas, ¿qué merecían? Que era la mayor lástima del mundo verlas hechas estalas de caballos, y aun al fin todo quemado.
LATANCIO: Por cierto, sí. Mucha razón fuera que, padeciendo toda la ciudad, se salvase aquella parte donde todo el mal se aconsejaba.
ARCIDIANO: Pues la Iglesia del Príncipe de los Apóstoles, y todos los otros templos y iglesias y monasterios de Roma, ¿quién os podría contar cómo fueron tratados y saqueados? Que ni quedó en ellos oro, ni quedó plata, ni quedó otra cosa de valor que todo no fuese por aquellos soldados robado y destruido. ¿Y es posible que quiera Dios que sus propias iglesias sean así tratadas y saqueadas, y que las cosas a su servicio dedicadas sean así robadas?
LATANCIO: Mirad, señor, esa es una cosa tan fea y tan mala que a ninguno puede parecer sino mal; pero, si bien miráis en ello, hay en estas cosas a Dios dedicadas tanta superstición, y recibe la gente tanto engaño, que no me maravillo que Dios permita eso y mucho más, porque en estas cosas haya alguna moderación. Piensa el mercader, después que mal o bien ha allegado una infinidad de dineros, que todos cuantos males ha hecho, y aun hará, le serán perdonados si edificase una iglesia o un monasterio, o si diere una lámpara, o un cáliz o alguna otra cosa semejante a alguna iglesia o monasterio, y no solamente en esto se engaña, pareciéndole que hace por su servicio lo que las más veces se hace por un Fausto o por una vana gloria mundana, como manifiestan las armas que cada uno pone en lo que da o en lo que edifica; mas, fiándose en esto, le parece que no ha más menester para vivir como cristiano, y seyendo éste un grandísimo error, no tienen vergüenza de admitirlo los que dello hacen su provecho, no mirando la injuria que en ello se hace a la religión cristiana.
ARCIDIANO: ¿Cómo injuria?
LATANCIO: ¿No os parece injuria, y muy grande, que lo que muchos gentiles, con sola la lumbre natural, alcanzaron de Dios, lo ignoremos ahora los cristianos, enseñados por ese mismo Dios? Alcanzaron aquellos que no era verdadero servicio de Dios ofrecerle cosa que se pudiese corromper; alcanzaron que a una cosa incorpórea, como es Dios, no se había de ofrecer cosa que tuviese cuerpo por principal oferta, ni por cosa a él mucho grata; dijeron que no sabía qué cosa era Dios el que pensaba que Dios se deleitaba de poseer lo que los buenos y sabios se precian de tener en poco, como son las joyas y riquezas, y ahora los cristianos somos tan ciegos, que pensamos que nuestro Dios se sirve mucho con cosas corpóreas y corruptibles.
ARCIDIANO: Luego de esa manera ¿queréis decir que no se hace servicio a Dios en edificar iglesias, ni en ofrecer cálices y otras cosas semejantes?
LATANCIO: No digo eso, antes digo que es bueno si se hace con buena intención, si se hace por la gloria de Dios y no por la nuestra; pero digo que no es eso lo principal; digo que más verdadero servicio hace a Dios el que le atavía su ánima con las virtudes que él mandó, para que venga a morar en ella, que no el que edifica una iglesia, aunque sea de oro y tan grande como la de Toledo, en que more Dios, teniéndole con vicios desterrado de su ánima, aunque su intención fuese la mejor del mundo. Y digo que es muy grande error pensar que se huelga Dios en que le ofrezca yo oro o plata si lo hago por ser alabado o por otra vana intención. Digo que se sirve más Dios en que aquello que damos a sus iglesias, que son templos muertos, lo demos a los pobres para remediar sus necesidades, pues nos consta que son templos vivos de Dios."

Alfonso de Valdés
Diálogo de las cosas acaecidas en Roma




“No sé a qué lugar o país hayas de enviar los libros que escribes vas a comprar para mí, porque ignoramos, lo mismo que vosotros, dónde estaremos dentro de un mes. [...] Mas viendo que mi destino es el carecer de sosiego, que es lo que más deseo, no hay más remedio que correr adonde llama la suerte.”

Alfonso de Valdés



 “Yo, señor, soy libre y claro, y cuando veo la necesidad y el peligro, no puedo dejar de decir libremente lo que me paresce. Hasta agora lo he hecho así, y pienso que o porque las orejas no huelgan de oír verdades o por alguna sospecha, han tractado la cosa sin mí.” 

Alfonso de Valdés






























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