Alfredo Pita

"De pronto sintió que tenía necesidad de saber más de todo su pasado, con los riesgos que ello comportaba, sin entrever en un primer momento que, en realidad, estaba pensando que debía estudiar más de cerca, ¿por qué no?, con mayor detalle, esa extraña historia de traición del sueño original, esa búsqueda inverosímil y atávica del culpable a la que era convocado y que no por gratuita dejaba de tener sentido en todo ese juego de espejos que, al parecer, nunca había dejado de rodearlo.
Sí, ¿por qué no? Tendría que considerar más seriamente la propuesta de Wilfredo Fuentes, que lo volvía a poner, veinte años después de los hechos, sobre una pista. El cazador que nunca fue de verdad volvía a la escena para lanzarse en búsqueda de una presa real. ¿De cuál? ¿De quién? ¿Tras las huellas de qué sombras iba a partir? ¿Era el rastro de Quintero o el suyo propio y el de todos los demás, el de todo el Círculo y el Grupo, el que iba a perseguir? Finalmente, no todos los muertos habían muerto al cabo de todos esos años y de todas esas máscaras. Bien pensadas las cosas, tal vez no le haría mal saber cómo y dónde habían quedado regadas esas osamentas persistentes, los jirones de esos curiosos fantasmas.
Miró su reloj. También a él se le había hecho tarde.
Al día siguiente, lunes, Alayza Poma lo buscaría con su taxi a eso de las once de la mañana. Tras recoger a Herminio Ruiz, irían luego a la barriada de la que le había hablado el chofer sociólogo. Le causaba gracia que se siguiera utilizando en el Perú el eufemismo «pueblos jóvenes», como en la época de Velasco. Sí, había llegado la hora de trabajar. Ah, y no debía olvidarlo, al día siguiente, por la tarde, debía llamar a Laura, ver si ya estaba de vuelta en Lima. El viernes, el último día que habían hablado, le dijo que se iba esa misma tarde a Paracas, por unos cuantos días, a trabajar como intérprete en una conferencia internacional. Volvería recién el lunes, por lo que se verían sólo al día siguiente, a eso del mediodía, en la casa del primo Daniel, si él lo quería. Pero él necesitaba verla tan pronto fuera posible, sin esperar al martes. Quería aclarar con ella qué historia era ésa del fantasma vivo que se le había aparecido la víspera, mirándolo fijamente, desde esa ventana, en ese desconocido jardín.
El fotógrafo se levantó con lentitud y tapó con cuidado la botella de whisky. Suspiró viendo que se habían bebido, Daniel y él, y sobre todo él, más de la mitad. Se dirigió a la cocina a buscar un poco de agua mineral helada."

Alfredo Pita
El cazador ausente



“El escritor, y el artista en general, debe ser siempre un rebelde, un inconforme.”

Alfredo Pita



"En el Perú se impone a las poblaciones de las provincias de los Andes, o de la Amazonía, condiciones de vida muy difíciles. Hasta podríamos interrogarnos por qué no hay más rebelión, por qué no hay más resistencia. Esto podría explicarnos por qué fenómenos como Sendero Luminoso tuvieron un cierto desarrollo. Naturalmente, esto no justifica a Sendero. Este grupo sectario le hizo un daño inconmensurable al movimiento popular en el Perú. Esto lo afirmo basándome en una realidad, en el hecho de que el pueblo peruano, tras las luchas de los años 60 y 70, había entrado en una fase acelerada de toma de conciencia y de organización política. En los años 70 y comienzos de los 80 en todo el país había una gran movilización social, cultural y política. Al lanzar su guerra contra el Estado, Sendero Luminoso, por supuesto, pretendió apoyarse en la frustración, sufrimiento, resentimiento e insatisfacción de la gente. Pero los métodos que empleó no sólo facilitaron la terrible política de represión y escarmiento que aplicó el Estado contra los civiles sino que a la larga destruyó al movimiento popular, alejó a la gente del ideal de cambio social, mató en el huevo y desarticuló un proceso social que estaba evolucionando de forma interesante y muy creativa.

Por primera vez en la historia del Perú el sector popular parecía estar configurando una fuerza política capaz de cambiar las cosas. Todo esto fue destruido por el surgimiento y la violencia de Sendero. El grupo maoísta creó, de este modo, las condiciones para la llegada de la dictadura de Fujimori. Ahora hemos vuelto a una situación de dominación política y sociocultural comparable a la de mediados del siglo XX, con otras características, obviamente. Hemos retrocedido, gracias a Sendero. Esto sin contar las decenas de miles de víctimas civiles que dejó el conflicto.

Dicho esto, es cierto que las condiciones de vida que impone la sociedad peruana ofrecen razones para que el sector popular se rebele, pero el sector popular tiene instinto. Esto se vio en los años 80-90. Sendero Luminoso, como grupo o movimiento, nunca apasionó a las masas. En todo caso, el pueblo peruano rápidamente se dio cuenta que la aventura de Sendero iba a traer no sólo sangre, sufrimiento y muerte, sino que luego vendría la destrucción, como ocurrió.

Sendero provocó la regresión que vivimos ahora: la destrucción del movimiento popular, de los avances sociales, de los sindicatos, de las asociaciones, etc."

 Alfredo Pita


 

"En otros países latinoamericanos, en África, o Asia, otros movimientos de rebelión fueron encabezados por intelectuales. En el caso de Sendero Luminoso, en el Perú, no se trató de un movimiento milenarista, sino de un fenómeno de corte marxista que tiene sus raíces en la evolución de la confrontación ideológica entre Unión Soviética y China. Sendero es uno de los tantos micropartidos peruanos que generó esa polémica y formaba parte de lo que se llamaba en el Perú, en esa época, el sector pequinés del Partido Comunista. Sendero no era un partido importante para nada. Era un partido sectario, muy primario en su discurso y su concepción de las cosas, que suscribía las tesis de Mao Tse Tung por encima de todo. Por esto, Sendero no era un movimiento milenarista. Sus dirigentes se movían dentro de una concepción positivista, materialista, sin el menor apego a la cultura quechua, a los mitos, etc. Tenían una concepción “moderna” de la sociedad y de la organización de la sociedad. Querían fundar una república de nueva democracia. Buscaban una modernización del esfuerzo común, basado en la solidaridad y dictadura. Hasta cierto punto, su visión era desarrollista. Estos intelectuales marxistas, muy primarios, hallaron un terreno de trabajo adecuado, que aprovecharon dentro de su concepción, pero rápidamente hallaron sus límites. Los dirigentes medios de Sendero no eran intelectuales de gran vuelo, eran cuadros partidarios formados dentro de la escolástica maoísta, si se puede hablar así. Sobre el jefe de Sendero se dice a veces que era un gran intelectual, un filósofo, etc. No lo era, nunca escribió una obra interesante. Además de ser el organizador de su grupo, sólo fue profesor y burócrata en una universidad de segundo plano."

Alfredo Pita



"Hay un reflejo natural por existir, eso también lo entiendo perfectamente. Es una dinámica casi biológica: la de darse a conocer, hacerse de un sitio, crecer e imponerse de algún modo. Sin embargo, pertenezco a una generación que no hacía esto, sino todo lo contrario, que tenía una suerte de prevención, desprecio por todo eso. Entonces esto también explica que en mi caso, sobre todo al inicio, no haya cultivado las relaciones públicas, que ahora se han banalizado y se han convertido en la norma."

Alfredo Pita




“La historia peruana está cundida por la violencia.”

Alfredo Pita





















No hay comentarios: