Franck Pavloff

“Es cierto que la superpoblación de gatos resultaba insoportable y que, según afirmaban los científicos del Estado nacional, más valía conservar los pardos. Sólo los pardos. Todas las pruebas de selección confirmaban que se adaptaban mejor a nuestra vida urbana, que sus camadas no eran tan numerosas y que comían mucho menos. Al fin y al cabo, un gato sólo es un gato y, como de algún modo había que resolver el problema, adelante con el decreto que instauraba la eliminación de los gatos que no fueran pardos.
Las milicias urbanas repartían gratuitamente bolitas de arsénico. Mezcladas con la comida, mandaban a los mininos al otro barrio en menos que canta un gallo.
Tuve el corazón en un puño, pero el tiempo lo cura todo.”

Franck Pavloff
Mañana parda



“No dormí en toda la noche. Debería haber desconfiado de los Pardos desde el momento en el que nos impusieron su primera ley sobre animales. Al fin y al cabo, mi gato era mío, igual que el perro de Charlie era suyo, deberíamos haber dicho no. Mostrar más resistencia, pero ¿cómo? Todo va tan deprisa, el trabajo, los problemas cotidianos. Los otros también bajan los brazos para estar un poco tranquilos, ¿no?
Alguien llama ala puerta. Nunca ocurre tan temprano. Tengo miedo. Todavía no ha amanecido, fuera, el cielo todavía está pardo. Pero basta de dar esos golpes tan fuertes, ya voy.”

Franck Pavloff
Mañana parda



"Para los gatos ya sabía cómo iba la cosa. El mes pasado, tuve que deshacerme del mío, un gato de azotea que había tenido la mala idea de nacer blanco, con manchas negras. Es verdad que la superpoblación de los gatos se volvía insoportable y, después de lo que decían los científicos del Estado Nacional, era mejor conservar a los pardos. Sólo los pardos. Todas las pruebas de selección comprobaban que se adaptaban mejor a nuestra vida de ciudad, que sus camadas daban pocas crías y que comían mucho menos. Pero, bueno, un gato es un gato, y como era necesario solucionar el problema de una manera o de otra, venga, pues, el decreto que instauraba la supresión de los gatos que no fueran pardos. Las milicias de la ciudad distribuían gratuitamente bolitas de arsénico. Mezcladas con la comida, fulminaban a los gatos en un momento. Tuve el corazón oprimido, pero todo se olvida rápidamente.
Sin embargo, con los perros, eso sí me había sorprendido un poco más. No sé por qué, quizá porque son más grandes o porque son los mejores amigos del hombre como dicen. De cualquier forma, Charlie acababa de decírmelo tan naturalmente como yo lo había hecho con el asunto de mi gato, y tenía seguramente razón. Demasiada sensiblería no lleva a nada y, para el caso de los perros, es seguramente verdad que los pardos son más resistentes.
[...]
Esta mañana, Radio Parda ha confirmado la noticia. Charlie forma parte seguramente de las quinientas personas que detuvieron. El hecho de haber comprado recientemente a un animal pardo no lo habría cambiado de mentalidad, dijeron. “Haber tenido un perro o un gato no conforme, el tiempo que sea, es un delito.” El orador incluso añadió “injuria al Estado Nacional”. Y tomé nota de lo que dijo seguidamente. Aunque no se haya tenido personalmente un perro o un gato no conforme, pero alguien de la familia, un padre, un hermano, una prima por ejemplo, si tuvo uno, aunque fuera una vez en su vida, se arriesga uno mismo a tener graves problemas.
No sé adónde han llevado a Charlie. ¡Vaya!, ahora sí exageran. Esto es una locura. Y yo que me creía tranquilo con mi gato pardo. Por supuesto, si buscan antes, no terminarán de detener a propietarios de gatos y perros.
No he dormido toda la noche. Debimos de desconfiar de los pardos a partir de que nos impusieron su primera ley sobre los animales. Después de todo, mi gato era mío, como su perro era de Charlie, debimos haber dicho “no”. Resistir más, pero cómo. Todo pasa rápidamente, el trabajo, las preocupaciones diarias. Los otros también bajan los brazos para estar un poco tranquilos, ¿no?"

Franck Pavloff
Mañana parda













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