Geoffrey Parker

"A mí me interesa muchísimo el Cardenal Espinosa, oriundo de Martín Muñoz de las Posadas y enterrado ahí en la iglesia, con una estatua de Pompeo Leoni. Es un pueblo muy pequeño pero con un gran hijo que era Don Diego de Espinosa, cardenal de Sigüenza, y me parece que sería muy interesante seguir su vida. O también don Luis de Ávila y Zúñiga, que era el privado de Carlos V, murió en Plasencia en su palacio, donde hay un pequeño museo carolino que todavía existe a pesar de los esfuerzos de la familia de vender sus cosas y una estatua de Carlos V. Don Luis es una persona muy interesante de quien se sabe bastante pero no demasiado; es importante no saber demasiado para hacer un guion porque no se podrían hacer las invenciones."

Geoffrey Parker




"(Carlos V) mentía mucho. Una frase que utilizó muchísimo fue “hágalo con secreto y disimulación”. Pero no eran disimulaciones sino mentiras. Él mentía cuando, a mi parecer, no había razón para ello. Por ejemplo: el asesinato de dos embajadores franceses, Antonio Rincón, que era comunero al servicio de Francisco I, y su colega de Génova, César Fregoso. El emperador no los mató personalmente, pero cuando supo de su muerte lo escondió y lo negó. Y yo no entiendo por qué. Sobre el plano personal, el tratamiento de su madre, eso tampoco puedo explicarlo. Carlos también firmó un tratado con el duque de Milán, Francesco, que le permitía no solo casarse con su sobrina de 11 años, Cristina de Dinamarca, sino también consumar. Y cuando María de Hungría le dijo a Carlos: “Majestad, solo tiene 11 años, no es ya mujer”, Carlos le respondió: “Ese es un problema más para el duque que para ella”. Es terrible, era un misógino, hay aspectos de misoginia fáciles de ver en los documentos.

Es difícil para las biografías ver en los actos públicos la auténtica personalidad del protagonista, pero en las cosas pequeñas se puede ver un poco más sobre la personalidad del emperador. Yo he buscado escenas sin guion."

Geoffrey Parker



"El rey no podía resignarse a abandonar la ofensiva contra los turcos, a pesar de las súplicas de Alba en ese sentido, y ello presagiaba un desastre para el ejército de Flandes. Las tropas, desprovistas ya de fondos al inicio de la guerra (las unidades españolas eran acreedoras de dieciocho meses de paga en abril de 1572), estaban mal dispuestas a soportar sin paga el frío, las privaciones y las graves pérdidas de la guerra. En julio de 1573, poco después de la toma de Harlem (que no se les permitió saquear), los regimientos españoles se amotinaron por el pago de sus atrasos. Costó quince días (y sesenta florines por soldado) restablecer el orden en el ejército, pero las tropas siguieron inquietas durante mucho tiempo. El 18 de septiembre, los tercios desobedecieron la orden de asaltar la ciudad sitiada de Alkmaar, a comienzos de octubre volvieron a negarse, obligando indirectamente al comandante español a levantar el sitio el 8 del mismo mes.
Estos fracasos eran sumamente molestos para el duque de Alba. Harlem había sido una victoria pírrica (los sitiadores perdieron probablemente unos 10.000 hombres); Alkmaar no se había tomado; Rammekens y St. Gertruidenberg se habían perdido. Para colmo, el 11 de octubre de 1573 la flota real sufrió una derrota aplastante en el Zuiderzee y su capacitado comandante, el conde Bossu, fue hecho prisionero.
Después de tantos fracasos militares y con la sensación cada vez más clara en la corte española de que la mayor parte del apoyo recibido por Orange en 1572 era consecuencia de la política de Alba (más que de la religión), se hizo cada vez más evidente que el duque debía retirarse. Aunque parezca increíble, hacía tiempo que el rey estaba meditando el asunto: ya en 1570 Felipe había asegurado a su lugarteniente en los Países Bajos, entonces en pleno triunfo, que pronto le permitiría regresar a España. Después de considerables reflexiones el rey nombró a don Juan de la Cerda, duque de Medinaceli, para encargarse del gobierno de los Países Bajos. En esa fase, la política de Alba había de continuar vigente; las instrucciones para el nuevo gobernador, firmadas por el rey el 25 de septiembre de 1571, le ordenaban seguir las orientaciones de Alba en todos los asuntos."

Geoffrey Parker
España y la rebelión de Flandes




"En Historia nunca se puede decir que nada está suficientemente claro. Yo pensaba que, por primera vez, tenía toda la documentación, pero hemos encontrado nuevos pecios, nueva documentación en Simancas… Es posible que Leiva tuviera un diario que quedase en Irlanda cuando su barco se hundió, las actas que no existen sobre ese consejo de guerra tras Gravelinas… Cuando D. Baltasar de Zúñiga abandona la Armada lleva el diario de Medina Sidonia consigo, pero es un diario para convencer al Rey, no es un diario neutral. Puede que encontremos más diarios, por ejemplo el de Stukeley apareció en entre los papeles de un bibliotecario de Sevilla, se pidió mi opinión para identificarlo y por eso lo conocí, pero era algo absolutamente inesperado, pero muy bienvenido… Pero ahora tengo la contestación a su pregunta: las actas de la Flota inglesa. Eso quisiera yo ver. No hay actas, hay muy poca documentación sobre la Flota inglesa, porque por ejemplo, Felipe II mandó todo por escrito, entonces tenemos una pista, un rastro de cartas. Isabel no, Isabel se reunió con sus almirantes antes de que salieran y, aunque hay una instrucción, a la instrucción siguió una reunión en la que supongo habría alguna discusión sobre las estrategias posibles para prepararse contra una Armada cuyo destino exacto no se sabía. Me gustaría saber qué pasó con estas actas. También había reuniones de los comandantes, de Drake, Hawkins, Frobisher y Howard en el buque insignia de las que no tenemos notas. Sería muy interesante encontrar las actas de estas reuniones. Ahora mismo creo que podemos aprender más sobre los ingleses, sobre los españoles es posible encontrar algo más, pero sobre los ingleses me parece que hay mucho por hacer."

Geoffrey Parker




"Es difícil imaginar la España de hoy sin Carlos V, y no se puede decir eso de muchas personas en la historia. Y claro, no era español, nació en Gante, en Bélgica, era un flamenco, como decían sus enemigos en España."

Geoffrey Parker



"La novela histórica, bien hecha, está concentrada en lo que podemos llamar los «márgenes de la historia», donde hay dudas, huecos, y si no contradice a la verdad me parece que es una forma de especulación que puede dar la misma luz que la Historia misma. A mí me gustan por ejemplo las novelas de Mari Pau Domínguez, que sacó el año pasado una llamada Una diosa para el rey, que es la vida de Isabel Osorio, amante de Felipe II, de la que no conocemos casi nada, entonces es un asunto muy apropiado para una novela, en mi parecer. Ella lo ha hecho muy bien, me gustó. Entonces se concentran las novelas históricas en los casos menos conocidos, como digo, las sombras de la Historia, ahí se puede hacer muchísimo y encender el entusiasmo por la Historia. La novela histórica es un diálogo; nosotros, historiadores, tenemos un diálogo con los archiveros, porque ellos tienen los documentos que nosotros vemos, y creo que nosotros también tenemos que tener un diálogo con los novelistas históricos. Somos todos aficionados del pasado. ¿Por qué no podemos ser amigos todos?"

Geoffrey Parker



"Lo del rey imprudente es un poco de chiste. Poco después de la muerte de Felipe II, Antonio de Herrera utilizó el epíteto el prudente; pero para mí era un poco imprudente. No hay chiste similar para Carlos V. Es un ser complejo, como todos nosotros. La vida de Felipe II es un éxito hasta la conquista de Portugal y un fracaso después. En Carlos V no es así. Si hubiera fallecido en la batalla de Pavía (1525) o en la desastrosa jornada de Argel (1541), donde murió gran parte de la expedición, hubiéramos dicho que era un fracaso. Si hubiera muerto en 1550, en la cima de sus éxitos, hubiéramos dicho: “¡Qué genio!”. Pero murió en 1558, cuando podemos valorar muchos éxitos pero también muchos fracasos. Entonces no es tan sencillo, a mi parecer, como en el caso del reinado de Felipe II."

Geoffrey Parker



"Lo que más me sorprendió es que Carlos V tenía gran coraje físico, pero yo he encontrado unos casos en que fue un cobarde moral. Robó a su madre Juana —Juana la Loca, un epíteto que no me gusta— cuando visitaba Tordesillas: sus tapices, sus joyas… y metió dentro de las cajas algunas piedras para que su madre no lo descubriera hasta que se hubiera ido. Y también en 1524 cuando organizó la boda de su hermana pequeña Catalina con el rey de Portugal. Era la compañera de siempre de su madre, y mantuvo sus planes en secreto el mayor tiempo posible; y luego, cito a Ferrante, "marchó a Madrid para evitar estar presente en el momento en que la novia tuviera que irse para unirse a su marido, ya que temía grandes muestras de dolor por parte de su madre". A pesar de su valentía en el ámbito físico, el emperador era un cobarde en el terreno moral. Esto me sorprendió."

Geoffrey Parker



"Me parece una tontería decir que Carlos V es el padre de Europa. Es una opinión bastante común pero su gran enemigo fue Francia, y no se puede imaginar una Unión Europea sin Francia. Me gusta tomar ejemplos de la historia del pasado para el presente, pero this kite is not gonna fly (esto no va a funcionar)."

Geoffrey Parker



"Pocas personas son como San Francisco de Asís o Adolf Hitler, claramente de un lado o del otro. Hay muchas cosas en Carlos que podemos alabar y otras que le tenemos que afear. Él era multilingüe, tenía una facilidad para los idiomas que me impresionó. Dominó el holandés, el italiano, el español, algo de alemán y el francés, su lengua materna. También tenía destreza a la hora de disparar con puntería, para montar a caballo, valentía en el momento de comandar sus tropas bajo el fuego enemigo… Esas son para mí sus virtudes. También tenía la habilidad de aumentar el afecto de sus súbditos y su familia. Según un diplomático en 1531, Carlos se dirigió a una multitud “de forma tan conmovedora y noble que casi les hace llorar". Todo el público "compartía el mismo sentir, como si se hubieran convertido en sus esclavos”. Carlos tenía esta habilidad de encantar a la gente, de ser respetado y amado, no como a su hijo."

Geoffrey Parker





























No hay comentarios: