Fray Mateo de Anguiano

"A cuatro pasos de la iglesia de la Sagrada Imagen, hay otra rara maravilla, objeto de la admiración de muchos; y cuyo notable secreto (si ya no es milagro) ha fatigado a muchos ingenios, para darle algún alcance de razón natural. Es, pues, una fuente grande, que perennemente crece, y mengua de hora a hora, y lo mismo de noche que de día: sin haberle jamás visto otra novedad, o alteración, que la de traer en el invierno algún caudal más de agua, que en el verano. Donde se ve que no tienen correspondencia estos crecientes y menguantes con los del mar Océano, pues esos son solo dos cada día. De manera, que de una creciente a otra, pasan doce horas; y de una menguante a otra, pasan otras doce: haciendo sus flujos, y reflujos de seis en seis horas: las cuales no son de reloj, sino de naturaleza… Ha comunicado Dios a estas aguas especial virtud, para las enfermedades de lepra y de sarna. Y no son pocos los enfermos, tullidos, mancos, y de otras varias enfermedades, que encomendándose a la gloriosa Santa, han sanado repentinamente, lavándose en dicha fuente, y bebiendo de su agua en la creciente."

Fray Mateo de Anguiano

Compendio

Tomada del libro He visto cosas que no creerías de Jesús Callejo, página 395