Alberto Prunetti

"Creo que el hilo conductor es el conflicto social y la conciencia de ser explotado. Es difícil, porque los trabajadores del pasado tenían el mismo contrato y hoy el capital fragmenta a los trabajadores poniéndolos uno contra el otro, con contratos diferentes. Se necesita un nuevo protagonismo. Las luchas sociales alimentan la literatura, la literatura crea el imaginario, pero debe alimentarse de las luchas sociales. Y el imaginario puede apoyar las luchas. Es un ciclo virtuoso. Pero el capitalismo trata de separar: utiliza el racismo para evitar una nueva conciencia social de solidaridad y derechos para todos. Favorece a los trabajadores varones para evitar que las mujeres se vuelvan cada vez más conflictivas, dejando su trabajo doméstico. Repito: necesitamos unir lo que divide el capital. Los trabajadores de Amazon, los dependientes de Zara y los trabajadores independientes de la industria editorial deben sentirse del mismo lado de la barricada. Del lado de los explotados, contra los que explotan."

Alberto Prunetti




"Creo que hoy mucha gente de clase trabajadora ya no se siente parte de una clase común, con intereses comunes y contrapuestos a los de la patronal. Es algo que no pasa en la clase dirigente. Esa se siente parte de un proyecto común y ha seguido haciendo la guerra de clase, desarrollando un imaginario que represente sus propios intereses. Han ganado esa lucha porque la han hecho y la hacen desde arriba. Se ha intentado de todo para difundir la idea según la cual “ya no existe la clase trabajadora”, con el corolario de que “todos somos clase media”. En realidad no lo somos, y lo hemos visto con la pandemia, cuando trabajadores de limpieza, agroalimentación, logística, sanidad o industria han sido declarados esenciales. Es a ellos a quienes dedico mi trilogía working class, porque el mejor modo de invisibilizar a una clase es dejar de contar sus historias."

Alberto Prunetti



"Creo que la nostalgia, como escribe Mark Fisher, es un sentimiento reaccionario. Yo le canto a la clase obrera, pero no todo era ni mucho menos de color de rosa en aquello que conocimos. Había mucho machismo, demasiado peso patriarcal. Silvia Federici nos ha enseñado cómo la clase trabajadora fue dividida sobre una fractura de género que enfrentaba hombres proletarios con mujeres proletarias. Lo mismo con la brecha de color, como demuestra la obra de Angela Davis. Esas rupturas han tardado mucho en corregirse y han dejado cicatrices. Y luego había otras cicatrices, menos simbólicas. Accidentes laborales. Había mucho tiempo para el pan y muy poco para las rosas. No quiero volver a ese pasado, al mito de la clase obrera de hombres blancos. Hago historiografía, tiendo puentes, eso sí. Pero para inventar un imaginario y un futuro para la clase trabajadora, no para embarcarme en el sueño de un pasado nostálgico que crea monstruos identitarios.

Por eso, el punto es pensar en una sociedad diversa, con una nueva clase trabajadora que no se construya solo sobre la figura del obrero blanco con mono azul. Me gusta mucho lo que escribió el antropólogo David Graeber a propósito de la working class. Él dice que es sobre todo una caring class, una clase que cuida y se preocupa. Necesitamos una caring class compuesta de personas de todos los colores y géneros dispuesta a ocuparse de los otros y del planeta, de manera solidaria, sin jefes ni siervos. Tenemos que curar las heridas, los traumas, las divisiones de color y género dentro de la clase. Ese es el sueño que tengo cuando escribo libros. No podemos esperar nada del egoísmo de la burguesía. Si este planeta tiene un futuro, está en las manos de la caring and working class."

Alberto Prunetti



"El amianto es un «asesino silencioso», un «asesino en serie implacable» con una larga historia de «crímenes blancos»; «un culpable rodeado de indicios y numerosos cómplices que niegan cualquier tipo de responsabilidad»; «sin un final feliz, porque la amenaza aún sigue a nuestro alrededor, libre»; «un asesino protegido por una legión de médicos, ingenieros, asesores, empresarios…»; un material empleado en industrias altamente contaminantes, que envenenan por igual a los trabajadores y las tierras, ríos, aires y mares de la provincia; y que provocó un «genocidio de trabajadores» durante años."

Alberto Prunetti
Amianto, una historia obrera




"El humor es un elemento fundamental del imaginario popular. Y te digo más: si no hay sentido del humor no es mi revolución. La política identitaria basada en la seriedad me cansa. Necesito divertirme, crear solidaridad, sociabilidad. El humor también es un arma: sirve para tomar el pelo a los ricachones y ponerles en su sitio cuando tratan de reducirnos a la subalternidad. Nuestras vidas están llenas de comedia y de estratagemas para sobrevivir, hemos crecido en un universo cómico. Además no me gustan esas historias en las que los proletarios son descritos como víctimas tristes. No tenemos dinero pero tenemos nuestra astucia y un potente sentido del humor para ponerles las cosas difíciles. Como Cyrano, usemos el humor para tocar al adversario de clase."

Alberto Prunetti



"En realidad, aquello de que la clase obrera desaparece es un estribillo, un mantra ideológico que recitan las clases hegemónicas. Solo se habla de clase obrera como chivo expiatorio de todo lo malo: vence la derecha y dicen “la culpa es de la clase obrera, porque los pobres no saben votar”. Sin embargo, en Italia cada día mueren tres o cuatro obreros en el trabajo. ¿Sabemos quiénes son? La clase obrera ya no es aquella del mono azul y de la fábrica, cada vez hay más mujeres, migrantes, gente que trabaja en los servicios. Faltan lucha colectiva y orgullo, reconocernos como los obreros de ahora."

Alberto Prunetti



"El humor es un elemento fundamental del imaginario popular. Y te digo más: si no hay sentido del humor no es mi revolución. La política identitaria basada en la seriedad me cansa. Necesito divertirme, crear solidaridad, sociabilidad. El humor también es un arma: sirve para tomar el pelo a los ricachones y ponerles en su sitio cuando tratan de reducirnos a la subalternidad. Nuestras vidas están llenas de comedia y de estratagemas para sobrevivir, hemos crecido en un universo cómico. Además no me gustan esas historias en las que los proletarios son descritos como víctimas tristes. No tenemos dinero pero tenemos nuestra astucia y un potente sentido del humor para ponerles las cosas difíciles. Como Cyrano, usemos el humor para tocar al adversario de clase."

Alberto Prunetti



"La feminización del trabajo obrero es cada vez más generalizada. El peso del trabajo femenino está aumentando e incluso los hombres tienden a trabajar cada vez más en sectores como el cuidado, la limpieza o la restauración que alguna vez se consideraron exclusivamente femeninos. También hay mucho trabajo doméstico, que alguna vez fue solo femenino, y hoy en día, incluso los hombres que trabajan en la cultura lo hacen. Yo mismo ahora trabajo en casa, como editor independiente, y veo la dificultad de superponer vida y trabajo, entre trabajo productivo y reproductivo. La superposición entre el trabajo productivo y el reproductivo es un elemento típico del trabajo feminizado. Las mujeres trabajan dos veces, son explotadas dos veces. Las mujeres de la clase trabajadora son dos veces la clase trabajadora. Se debe crear conciencia sobre estas áreas. En la serie de libros que coordino para Alegre Editorial, llamada Working Class, acaba de aparecer una obra de Simona Baldanzi, que pone el acento en el trabajo femenino. Se titula Figlia di una vestaglia blu (Hija de una túnica azul)."

Alberto Prunetti



"Los símbolos, la estética, se han usado para despotenciar la lucha convirtiéndolos en fetiches y en cáscaras vacías de contenido. El resultado es que el capital ha logrado también extraer riqueza de estas tendencias culturales. Pero no sorprende: el capitalismo es una máquina para extraer riqueza de cualquier sitio, vampiriza cada energía.

En cuanto al lumpen actual, para la burguesía es mucho más inocuo y tranquilizador que el viejo obrero clásico como el minero inglés del Norte o el obrero mecánico italiano de los años 60. En cierto modo, la burguesía le dice al lumpen: prueba a ser como nosotros. Y luego le recuerda: pero no serás nunca como nosotros. ¿Por qué? Porque te falta el buen gusto, las buenas maneras, la distinción. Bourdieu diría “y, sobre todo, el dinero”.

De vez en cuando hay casos de cherry picking: tomo una cereza buena, y las otras las dejo a podrir en el cesto, es decir salvo a algún marginal y lo convierto en una historia de éxito y de superación. Las historias de éxito, de ascenso social solo demuestran que somos diferentes, que hay clases y que solo se salvarán unos pocos. El conjunto de los obreros están ya condenados.

La nueva clase obrera en la era postindustrial se desplaza a los países del tercer mundo. ¿Existe un diálogo entre la literatura working class actual europea y la literatura fabril de países como China o India?
Creo que todavía no hay un diálogo fluido a pesar de que lo que sucede en Asia es muy interesante. De hecho, la producción se está desplazando en Asia, mientras que los obreros de aquí vendemos los productos hechos allí. En China existe poesías escritas en smartphone por obreros de las fábricas de móviles. Los poetas obreros italianos de los años 80 usaban el papel y el ciclostil y difundían sus textos en los comedores; los chinos usan los móviles y difunden sus poesías obreras a través de la web. Solo cambia la tecnología, el objetivo es el mismo: contar su historia a su manera."

Alberto Prunetti



"Mi escritura nace del sufrimiento pero no es victimista. Escribo cicatrizando heridas y traumas y al final las risas pueden más que las lágrimas. Escribo como acto de confianza y amor hacia las personas que trabajan demasiadas horas y no encuentran palabras para contar su propia historia. Mi escritura es una manera de tener presentes esas vidas. A la vez, nace del hecho de vivir esa opresión. No escribo desde una posición de confort, como podría hacer un blanco que contase historias sobre personas negras, o un hombre sobre las vidas de las mujeres, o un rico sobre pobres. Lo hago desde el contexto de la clase. Y aquello que no he vivido en carne propia intento hacerlo entrar en la colección working class de la que me encargo para la editorial Alegre. Aquí se publican historias de mujeres obreras y de autores que escriben desde posiciones queer y LGTBQ. Nuestro próximo título será la traducción al italiano de Tea Rooms, de Luisa Carnés."

Alberto Prunetti



"Necesitamos un ambientalismo de clase obrera, un movimiento por la justicia ambiental que reúna las razones del medio ambiente y de los trabajadores. Si las industrias contaminan, los primeros en caer enfermos son los trabajadores. A menudo, los hijos de los trabajadores: este es el caso de Taranto, en el sur de Italia, donde se encuentra la fábrica de acero más grande de Europa: un área con niveles inaceptables de contaminación en la que los niños ya nacen con cáncer.

La elección del pan envenenado no es una elección; ser forzado a elegir entre el trabajo y el medio ambiente no es una opción: las personas forzadas a trabajar que se enferman o destruyen el medio ambiente no tienen otra alternativa. Debemos exigir trabajos limpios y seguros, debemos obligar a los jefes a limpiar los trabajos no saludables.

No creo que el ecologismo burgués tenga un gran impacto: miro con interés la nueva ola de ecologismo que viene del norte de Europa, pero los trabajadores deben ser incluidos en los procesos de justicia ecológica. Un buen ejemplo es caso de Casale Monferrato: al final, fueron los trabajadores quienes iniciaron la lucha para cerrar la fábrica. Porque estaban cansados ​​de leer los nombres de sus compañeros muertos en las advertencias mortuorias, en las paredes de la fábrica. Pero en la base de todo hay una cuestión de relaciones de poder. A una clase trabajadora débil le resulta difícil luchar por la seguridad y el medio ambiente. La ecología del capital es el greenwashing, la ecología del trabajador es la justicia ambiental."

Alberto Prunetti



“Si no hay sentido del humor no es mi revolución.”

Alberto Prunetti









No hay comentarios: