Alejandra Vallejo-Nágera

"Cuando nos encontramos ante una dificultad, esta va a manifestarme en la parte de nuestra anatomía que tenemos más vulnerable y, aunque en esto no hay reglas universales, sí que nos encontramos con enormes coincidencias."

Alejandra Vallejo-Nágera



"De las plantas de los pies dependen muchos dolores musculares y, sobre todo, el equilibrio que, curiosamente, también se ve condicionado por la tensión en la mandíbula. Si la relajamos, notaremos como mejora nuestra postura y nuestro equilibrio. De hecho, otro de los ejercicios que practico en clase con mis alumnos consiste en ponerse de pie y ver cuánto tiempo aguantan en equilibrio sobre una pierna para comprobar que, al relajar la mandíbula, les resulta mucho más sencillo mantener el equilibrio."

Alejandra Vallejo-Nágera



"El amor verdadero no es “enséñame tu herida” o “dame lo que me falta” sino “me gusta cómo intentas curarte, tu cicatriz me gusta”."

Alejandra Vallejo-Nágera



"Hay cinco sentidos que todos identificamos como tales, pero hay otros dos más ante los que la sociedad está sorda, ciega y muda. Y, curiosamente, son los que más espacio ocupan en el cerebro. Uno de ellos es la intracepciónque no podemos controlar, pero sí notar como cuando, por ejemplo, se nos altera el ritmo cardíaco o el tránsito intestinal. Es la percepción de que lo nos está pasando por dentro. El otro es la propiocepción y, como ya he dicho anteriormente, ese sentido se nos está atrofiando debido a nuestro estilo de vida sedentario porque no tiene que 'estar pendiente' ni de la postura, ni del movimiento."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Hay una diferencia entre cuando duele la parte superior y la inferior (zona lumbar), si las molestias se presentan en el cuello, los hombros u los omoplatos, estas tienen que ver, normalmente, con la asunción de una responsabilidad que no corresponde. Es el típico dolor que experimenta, por ejemplo, la persona que se ve obligada a asumir la carga de trabajo de un compañero o que tiene que recoger, cada día, la habitación de sus hijos ya mayores. Las lumbares, por su parte, suelen molestar cuando tenemos problemas de relaciones con los demás."

Alejandra Vallejo-Nágera



"La angustia se revela en forma de dolor en la boca del estómago o, incluso, en la aparición de problemas para hablar, ronqueras o dolor de garganta". Esto suele sucederle "a personas que, de niños, han tenido mucha dificultad para expresar lo que estaban sintiendo. Esa inhibición hace que, ante una situación adversa, sientan una especie de nudo en la garganta que les impide hablar y expresar lo que sienten."

Alejandra Vallejo-Nágera



"La felicidad es el resultado de la emoción mientras que la ansiedad es la hermana mayor del estrés y el odio lo contrario del amor."

Alejandra Vallejo-Nágera



"La felicidad no es una cuestión de suerte. Independientemente de que las circunstancias de la vida nos sean favorables, la felicidad es una conquista personal una actitud. En una misma circunstancia, ante un caso muy dramático como una enfermedad, una persona puede abordarla con energía, con optimismo y esperanza, mientras que otra tiene ganas de tirar la toalla y desaparecer. Los padres tienen una responsabilidad muy grande ahí."

Alejandra Vallejo-Nágera



“La gente se define feliz cuando se siente amada, segura y útil.”

Alejandra Vallejo-Nágera



"Las cefaleas tensionales de origen difuso a las que no se puede poner remedio (con independencia de que, en la actualidad, los estudios sobre la microbiota están ayudando mucho a mitigarlos) tienen mucho que ver con esas situaciones en las que nos encontramos en una encrucijada y no sabemos cómo resolverla. Se nos inflaman las meninges para decirnos que encontremos la salida lo antes posible porque estamos bloqueados."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Lo que más agrede al ser humano es lo afectivo porque erosiona la autoestima."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Los niños son como esponjas, lo que pasa es que tenemos un componente genético innato que nos hace ser de una determinada manera. Hay niños que nacen más alegres, más espontáneos, más abiertos a la posibilidad de tener amigos y hay otros más tímidos, más retraídos, más serios, más observadores. Y es bueno que esta diferencia exista porque si todos nos dedicásemos a hablar y a expansionarnos ¿quién escucharía? La humanidad está muy equilibrada, afortunadamente. Lo que es importante es tener en cuenta qué carga genética, en lo que a conducta se refiere, tienen nuestros hijos.

 Es bueno saber qué temperamento, qué cualidades genéticas tienen nuestros hijos, y saber qué partido se le puede sacar. Porque un padre excesivamente expansivo va a preocuparse si tiene un niño tímido y retraído. Y quizás no lo va a saber ayudar ni va a saber valorar las cualidades de este niño."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Los padres, la inmensa mayoría, lo hacemos lo mejor que sabemos y podemos. Queremos a nuestros hijos por encima de lo que nos queremos a nosotros mismos, hasta el punto de hiperprotegerlos. Hay que saber soltar las riendas, cortar el cordón umbilical, dejarles libres para que se equivoquen, para que tropiecen, porque de ello aprenderán mucho. Ése es quizá el punto en el que los padres fallan más.

Los hijos no vienen con un manual de instrucciones.

Si los padres no lo sabemos hacer mejor, es porque nos formamos en el cargo. Cometemos errores pero tenemos la lección de lo que nuestros padres hicieron con nosotros. Conviene pararse un momento y pensar: si yo fuese pequeña, ¿cómo me hubiera gustado que actuaran mis padres? Eso clarifica mucho las ideas.

Habla de conocerse a uno mismo y aceptarse pero ¿aceptamos más a los otros que a nosotros mismos?

Uno no puede querer a los demás si no se quiere a sí mismo. No podemos dar lo que no tenemos. Una persona que no tiene autovaloración suficiente va a ponerse demasiado en manos de otros y va a ser manipulado más fácilmente."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Los padres optimistas tienen más garantías de educar a hijos que también lo sean, asumiendo que la vida no es un jardín de rosas ni un continuo parque de atracciones. Está llena de obstáculos y de reveses y hay que saber saltarlos, no sólo con energía y buena disposición, sino con ganas de obtener un futuro mejor, más satisfactorio."

Alejandra Vallejo-Nágera




"Los padres somos la primera y más importante escuela de amor y de afecto. Cómo nos queremos entre nosotros y cómo queremos a nuestros hijos va a marcar un patrón que nos va a hacer afrontar el mundo de una determinada manera. La primera infancia marca unas huellas imborrables a lo largo de la vida."

Alejandra Vallejo-Nágera



"No estamos acostumbrados, por ejemplo, a dedicar la atención que se merece a nuestra lengua de la que, más allá del habla, depende la tensión de la mandíbula, de la boda del estómago o de la garganta. No nos damos cuenta de la cantidad de músculos que hay en la lengua y la tensión que se concentra en ese punto. Por eso, yo invito a los que estén leyendo este reportaje a que destensen la lengua y noten cómo se expande hacia los lados y se apoya en las muelas inferiores y detrás los dientes incisivos. En el momento en el que esto sucede, inmediatamente, vamos a notar un descanso en la garganta y el inicio del aparato digestivo."

Alejandra Vallejo-Nágera




"No se ha dado al lenguaje corporal la relevancia que tiene. Desde que somos muy pequeños, se nos dice -puede que con la mejor de las intenciones-, que aguantemos en situaciones tan urgentes para nuestro organismo como orinar o comer. Y algo tan 'cotidiano' como educar a nuestro cuerpo para no escuchar la llamada de que necesitamos ir al baño, hace que, incluso, nos lleguemos a olvidar de hacer pis y, como consecuencia, dejemos de hidratarnos adecuadamente."

Alejandra Vallejo-Nágera



"No todos los dolores físicos tienen una causa psicosomática. Sin embargo, habría que pensar que, cuando un dolor se repite y, a pesar de que intentamos buscar solución tomando relajantes musculares -siempre prescritos por un facultativo-, por poner un ejemplo, sigue sin pasarse, convendría pensar que, quizás, pudiera existir una causa psicológica, porque mente y cuerpo son lo mismo. Ambos forman parte de la misma persona y accionan por igual."

Alejandra Vallejo-Nágera





¿Por qué se te olvidan las cosas? En busca de la memoria perdida

"¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta aquí?"

Un hombre bien vestido y con signos de nivel socio cultural elevado, pide auxilio a los policías que vigilan el Parque del Retiro de Madrid. Aparenta unos 40 años y no ofrece signos de haber bebido o estar drogado. El hombre, tras hacer las preguntas que inician este artículo, confiesa que no recuerda su nombre. Tampoco sabe dónde se encuentra ni dónde vive o quién es su familia. No lleva cartera, teléfono móvil ni identificación. Puede construir frases sin ningún problema, pero los hechos de su biografía han quedado sumidos en la nada.

Llevado al hospital, milagrosamente encuentran en su chaqueta el resguardo de un taller de coches. Tras un periplo de llamadas y búsqueda, finalmente aparece un amigo que acompaña al hombre a su domicilio. Un ático de soltero fantástico de cuyo techo cuelga un punching de boxeo y donde también vive un perro Gran Danés.

CUIDADO CON EL ESTRÉS TÓXICO

Nuestro protagonista -es una historia real- sufre lo que en medicina se denomina amnesia.

La historia de este hombre, del que luego se supo que contaba con 34 años y era directivo en un fondo de inversión, arroja varias preguntas acerca de la pérdida de memoria a una edad temprana. ¿Qué clase de trauma físico o emocional devastó sus recuerdos? ¿Por qué no se acuerda de los detalles de su pasado o identidad y sin embargo logra articular frases y vestirse adecuadamente? Y lo más importarte, ¿conseguirá recuperar la memoria?

Lo sucedido a este joven indica no sólo el enorme impacto que la memoria tiene en la vida humana, sino también su fragilidad.

La afectación severa de la memoria se denomina amnesia. El trastorno puede ser de dos tipos: retrógrada y anterógrada. En el primer caso, el individuo afectado no se acuerda de nada de lo sucedido antes de debutar con el trastorno. La amnesia anterógrada, menos común que la anterior, es la que sufre quien no consigue recordar lo que ha sucedido a corto plazo o a las personas que se ha visto recientemente.

Lo sorprendente de la memoria perdida es que, más allá de una lesión cerebral causada por múltiples factores como envejecimiento, traumatismo creneoencefálico, falta de vitamina B1 o consumo de alcohol, también puede provocarla el estrés tóxico tan común en nuestra forma de vida actual.

"LO TENGO EN LA PUNTA DE LA LENGUA"

Sin llegar a un extremo grave, lo cierto es que con frecuencia la memoria nos juega malas pasadas. Me refiero a la situación en la que tenemos la palabra en la punta de la lengua. O a aquella en la que olvidamos dónde hemos dejado las llaves del coche, el nombre de tal o cual personaje público o cómo comienza el discurso que tenemos preparado antes de una presentación.

La neuropsicología describe la memoria como un proceso mediante el cual codificamos, guardamos y recuperamos información para poder usarla en el preciso momento en que necesitamos hacerlo. Es algo que casi todos sabemos o podríamos definir, pero lo interesante de esto es que cada una de estas fases requiere procesos neurológicos diferentes. Comparada a un ordenador, la codificación correspondería al teclado, el almacenamiento al disco duro y la recuperación a la pantalla en la que podemos ver exactamente lo que necesitamos ver en un momento puntual. Lo malo de esta comparación es que la memoria humana es bastante menos precisa que la de un ordenador. Por ejemplo, nos resulta relativamente fácil retener durante mucho tiempo números de siete dígitos. Amplíalos a nueve y la cosa se fastidia.

NO TODOS SOMOS BUENOS RECORDANDO LO MISMO

Cada persona presenta particularidades en aquello que recuerda mejor. Hay gente que tiene pasmosa facilidad para llamar a la gente por su nombre así, a la primera, aunque quizá la haya visto y hablado con ella sólo una vez. También los hay que se acuerdan de fechas, aniversarios y años en los que pasó tal o cual cosa. A otros se les da de cine la práctica de un deporte o baile ocasionales, como si todos los días estuviesen ensayando. Y es posible que conozcas a alguien que tiene memoria prodigiosa para datos académicos o para deducción y lógica de las cosas. O te repiten anécdotas con increíble precisión de detalles acerca del espacio, tiempo y contexto.

Pero para tranquilidad de la mayoría de lectores, no todos somos buenos recordando todo lo anterior a la vez.

¿HAY REMEDIO PARA LA PÉRDIDA DE MEMORIA?

La respuesta pasa necesariamente por una pregunta: ¿Por qué olvidamos?

Descartando la enfermedad neurológica, olvidamos por falta de uso y porque no prestamos atención ni interés a las experiencias, detalles u acontecimientos que tenemos enfrente. La edad influye, esto desde luego, pero más que la ganancia de años, son la prisa, la aceleración y la falta de atención los mayores enemigos de la memoria. Actúan como un impermeable que impide que la lluvia de información penetre en el cerebro. Por otro lado, el exceso de estímulos produce interferencias que impiden el correcto almacenamiento de datos. El estrés tóxico pone tu cerebro en carne viva a golpes de ruido mental hasta que el sistema se bloquea.

La buena noticia es que la neuroplasticidad es un hecho. Eso significa que el fortalecimiento de la memoria es posible. En la mayoría de los casos exige limpiar hábitos de vida dañinos, así como hacer acopio de bastante práctica y perseverancia: Escribir en un cuaderno lo que acaba de leerse, enfrentarse a cosas nuevas y repetirlas, utilizar trucos nemotécnicos de asociación de rostros y nombres, apuntarse a cursos presenciales u online de aerobic memorístico... pero hay trucos cotidianos que conviene tener en cuenta. Por ejemplo, la neurociencia ha demostrado que la inhalación por la nariz activa la memoria. Así que suénate bien y respira profundamente. Eso, además, contribuye a calmarte. También dormir entre 6 y 8 horas es una gran vitamina para la memoria. Y además no tardes en recuperar el sentido más ninguneado de todos. Me refiero al sentido del olfato: prueba oler una flor de lavanda o café recién hecho y ya verás las experiencias que tu mente empieza a evocar.

Alejandra Vallejo-Nágera
Publicado en telva.com



"Pregúntate quién eres, y adéntrate en la aventura de conocerte a ti mismo."

Alejandra Vallejo-Nágera



"Se ha descubierto que las personas que se declaran felices, declaran también haber aprendido a serlo en su familia, en su primera infancia."

Alejandra Vallejo-Nágera



"Una de las mayores causas de estrés y ansiedad es que las personas nos hemos olvidado de respirar correctamente. Y, al no hacerlo, no se oxigena ni la sangre, ni el cerebro de una forma adecuada, empieza la 'niebla mental' y, a partir de ahí, se produce una reacción en cadena."

Alejandra Vallejo-Nágera













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