Alfonso Rangel Guerra

"La prosa de Alfonso Reyes ofrece al lector una belleza que puede reconocerse tanto en el lenguaje como en la composición de conjunto. Sin embargo, es evidente que tal belleza no tiene su origen tan sólo en la perfección en el uso de las palabras, sino que hay otros elementos que la hacen posible. En estas páginas intentaremos identificar dichos elementos y establecer ciertos aspectos que permitan entender el origen y el sustento de esta belleza prosística.
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En su primer libro, Cuestiones estéticas (París, 1911), se recogen textos redactados entre 1908 y 1910, cuando el autor contaba entre diecisiete y veintiún años de edad. Uno de ellos, escrito en 1909, se titula «Sobre el procedimiento ideológico de Stéphane Mallarmé». En él se ofrece al lector un estudio sobre la posición asumida por Mallarmé en el proceso verbal de la creación poética. Según Reyes, el poeta francés intentó lo inalcanzable: lograr que el lenguaje tradujera en palabras todo aquello que se agita en su interior. La cita es larga, pero merece recogerse completa:
Esfuerzo poderoso para perfeccionar el tosco lenguaje, anhelo sabio y meditado de hacer más directa la manifestación literaria; rebeldía de una mente original, nueva, integrada, por traer el medio defectuoso a la obediencia de los fines y de los modos de pensar; delirio, en suma, de perfección; tenaz empeño de pulir todo frotamiento, de destruir toda aspereza; obra tan vasta y de tan pasmosa congruencia racional que, con ser sólo de lingüística, supone, de por sí, la solución de muchos y más profundos problemas y acaso la de la soñada correspondencia cabal entre las cosas y la voluntad teórica; éste fue el empeño de Stéphane Mallarmé y en tan vasta obra se gastaron todos sus alientos."

Alfonso Rangel Guerra
La esgrima del ensayo




“No hay novelistas mundanos y novelistas populistas, sino novelistas buenos y malos.”

Alfonso Rangel Guerra



"No queremos exagerar el valor que tiene el simple adiestramiento mecánico de los iletrados en el aprendizaje de la lectura y la escritura. Este aprendizaje, indispensable sin duda, no constituye sino una de las tareas que los maestros reunidos en Pátzcuaro deberán perfeccionar. La educación de base se asigna metas más elevadas, puesto que pretende proporcionar a las comunidades rurales, no sólo un recurso práctico de comunicación con el exterior, merced a los libros y los periódicos, sino un mínimo de los elementos primordiales imprescindibles para una mejor adaptación de la vida de esas comunidades a los requerimientos de la época y del ambiente." Es decir, se trataba, desde un principio y como ya se comentó antes, de una preparación para la vida, entendiendo que la educación debe siempre tender a ello y no limitarse a ser una mera instrucción. Y si nos percatamos, este mensaje de Torres Bodet contiene la apertura para el futuro, pues en su parte final se establece que la adaptación de la vida de esas comunidades latinoamericanas deberá hacerse de acuerdo con "los requerimientos de la época y del ambiente."
Hoy, medio siglo después de haberse pronunciado aquellas palabras, es evidente que debemos estar conscientes de las necesidades en el siglo que comienza, lo que a su vez nos lleva a entender que el sentido y alcance de la educación de adultos también se ha ampliado y modificado con el tiempo. Desde aquella reunión de hace ya más de medio siglo en Elsinor, Dinamarca, hubo otras en diversas partes del mundo y en su conjunto manifiestan mundialmente la permanente preocupación por superar las condiciones de inequidad, marginación y falta de oportunidades de educación."

Alfonso Rangel Guerra
El pensamiento de Jaime Torres Bodet


















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