Bolesław Prus

"Allí donde entra el corazón fracasa todo cálculo."

Bolesław Prus
La muñeca


"Aquella gota de tristeza, tan pequeña que el ojo humano no podía percibirla, pero tan amarga que podía envenenar el mundo entero."

Bolesław Prus
La muñeca


"Cuando más feliz es una persona es cuando ve a su alrededor aquello que lleva dentro."

Bolesław Prus
La muñeca


"Deambular sin rumbo fijo por la inmensa ciudad era la única cosa que tenía para él una especie de amargo atractivo. 'Si al menos pudiera perderme a mí mismo en medio de estas multitudes'. Pensó."

Bolesław Prus
La muñeca



"Durante cuatro días tuve la sensación de estar sentado sobre un templo metafórico. En cada parada, cada vez que un pasajero se bajaba, otro ocupaba su lugar. Cerca ya de Lublin se dio la circunstancia de que un pesado fardo cayó sobre mí: fue un milagro que permaneciera indemne. En las proximidades de Kurów nos detuvimos durante varias horas al borde del camino, debido a que se había extraviado el arcón de alguien y el conductor se vio en la tesitura de tener que volver a la taberna en su busca, a lomos de un corcel. Durante toda aquella jornada sentí como si el edredón que cubría mis rodillas estuviera más densamente poblado que la propia tierra flamenca.
Al quinto día divisamos ya la bohemia Praga justo al anochecer, pero el número de carruajes era excesivo y el puente giratorio estaba totalmente atestado y no fue hasta casi las diez cuando nos encaminamos a Varsovia. He de añadir que todos mis compañeros de viaje se desvanecieron como el éter en la calle Bednarska, dejando el rastro de un poderoso olor tras de sí. Pero cuando se los mencioné al conductor, éste abrió de forma amplia las órbitas de sus ojos. ¿A qué pasajeros se refiere, señor?, exclamó sorprendido. Usted era el único pasajero, el resto eran sólo judíos. Cuando paramos en una esquina, incluso el vigilante pudo reconocer a dos de ellos, dándoles un zloty a cada uno. ¿Y usted pensaba que ellos eran también viajeros?
¿Entonces no había nadie más?, repliqué por mi parte. ¿De dónde proceden, sin embargo, todas las pulgas que se deslizaban sobre mi persona?
Me atrevería a decir que por causa de la humedad excesiva, subrayó el conductor.
Habiéndome persuadido de esta manera de que yo había sido el único transeúnte a bordo, pagué gustosamente la jornada entera, suscitando tal reacción en el conductor que, cuando hubo descubierto mi dirección, me prometió solemnemente llevarme tabaco de contrabando cada dos semanas. De hecho ahora mismo, murmuró, tengo 100 Kg. en el carruaje. ¿Le complacería que le trajera unas pocas libras, señor?
Váyase al diablo, farfullé yo mientras me apoderaba de mi maleta. Sería el colmo ser apresado por causa del contrabando...
Apresurando mis pasos a lo largo de la calle, eché un vistazo a la ciudad, la cual me pareció excesivamente sucia y masificada, especialmente después de mi estancia en París y la gente parecía estar sumida en la desdicha. Hallé por fin la tienda de J. Mincel en Krakowskie Przedmiescie muy fácilmente; pero a la vista de aquellos lugares tan familiares para mí pude percibir síntomas de que mi pobre y hastiado corazón necesitaba tomarse un descanso.
Miré en el interior de la tienda -casi como si aquella escena hubiera tenido lugar en Podwale: el sable de estaño y el tambor, quizás los únicos que había visto de niño- la ventana conteniendo una serie de láminas, el caballo y el típico cosaco saltando... Alguien en ese momento abrió la puerta y pude contemplar los bidones de pintura, redes llenas de corchos e incluso el cocodrilo disecado."

Bolesław Prus
La muñeca



"El mundo es como un teatro de aficionados y resulta indecente postularse para los primeros papeles y rechazar los secundarios. Por lo demás, todos los papeles son buenos con tal de interpretarlos bien y no tomárselos demasiado en serio."

Bolesław Prus
La muñeca



"Es extraña la naturaleza humana: cuanta menos capacidad de sacrificio tenemos, más insistentemente la exigimos a los demás."

Bolesław Prus
La muñeca



"Ideas de suicidio se le ocurren a un loco, a un bribón o a un hombre de gran valía para el que el mundo es demasiado pequeño."

Bolesław Prus
La muñeca


"La angustia es como el veneno, conviene escupirla."

Bolesław Prus
La muñeca



"Las guerras se libran con el único fin de consegir una paz provechosa."

Bolesław Prus
La muñeca



"Se dirigieron hacia donde se encontraba el sacerdote, pero éste había desaparecido entre las sombras.
La multitud, hasta un poco antes iracunda y ahora asombrada e impresionada por la gratitud, se olvidó tanto de su ira como del milagroso sacerdote. Una alegría loca se apoderó de ella y comenzó a correr rápidamente en dirección a la orilla del río, donde ya se habían encendido numerosas hogueras y se dejaba oír el canto atronador del pueblo reunido:
Alabado seas, oh Nilo, río sagrado que apareciste en nuestra tierra. Llegas en paz para traer la vida a Egipto. Oh, dios oculto que desvaneces las sombras, que riegas las riberas para traer el alimento a los mudos animales. Oh, camino que bajas del cielo para quitar la sed de la tierra; oh, amigo del pan que alegras los hogares... Tú eres el rey de los peces y cuando bajas a nuestros campos, ningún pájaro se atreve a tocar las cosechas. Tú eres el creador de las mieses y el padre de la cebada; tú otorgas descanso a las manos de millones de infelices y sostienes por siglos a los templos.
Mientras esto sucedía, la iluminada barca del heredero del trono se acercaba desde la otra orilla entre gritos y cantos. La misma gente que media hora antes quería irrumpir violentamente en el domicilio del príncipe, caía ante él de rodillas o se tiraba al agua para poder besar los remos y los costados de la barca que llevaba al hijo del monarca de Egipto."

Boleslaw Prus
Faraón


"Tales eran mis legítimas convicciones, inculcadas en mi persona por mi progenitor, ya que incesantemente me impelía a amar y honrar a la condesa. Desde luego, si por algún casual me olvidara de estas reglas, sólo tenía que echar un vistazo al interior del gabinete rojo en la oficina destinada a mi padre, donde junto a diversos recibos y notas, había suspendido un látigo de cinco flagelos, personificando los principios del orden social. Para mí aquello constituía una suerte de enciclopedia, cuya visión me recordaba que no debía por motivo alguno desgastar mis zapatos o tirar de las colas de los potrencos, que toda autoridad provenía del Altísimo, etc.
Mi padre trabajaba infatigablemente durante sus jornadas laborales, con impecable honestidad, y su trato resultaba muy sencillo en aquel entonces. Jamás puso un dedo sobre ninguno de los granjeros o sobre la servidumbre, simplemente les gritaba en caso de extrema necesidad. Si era bastante severo conmigo, probablemente tuviera suficientes razones para adoptar tal actitud. Nuestro organista, en cuya caja de rapé alguna vez deslicé eléboro venenoso, a causa de lo cual estuvo estornudando durante la celebración de la misa, en vez de cantar, y tocó también las notas equivocadamente, solía decir que si él hubiera tenido un hijo como yo, sin duda le habría golpeado a menudo en la cabeza.
Claramente recuerdo esa declaración."

Boleslaw Prus
Pecados de la infancia



"Tienen más exigencias que experiencia y corazón."

Bolesław Prus
La muñeca


"Ya les había pasado por encima el arado del tiempo, que lo nivela todo."

Bolesław Prus
La muñeca

















No hay comentarios: