Joseph Pérez

"Actualmente los historiadores están de acuerdo en su mayoría en que la leyenda negra no corresponde a la realidad. ¿Quién hubiera dicho hace 30 años que un historiador inglés iba a escribir un libro tan bueno y completo como la biografía de Felipe II realizada por Geofrey Parker ? Entre historiadores hemos dado un salto de gigante, si bien quedan resquicios de la leyenda por culpa de la prensa, el cine y los novelistas malos. Les interesa montar sensacionalismo. Hace cinco años la televisión francesa me entrevistó para un documental de Isabel La Católica. Al final me enfadé con las preguntas, «ustedes que quieren ¿que diga que era una asesina con las manos manchadas de sangre?», les increpé. Como cualquier jefe de Estado con responsabilidades ella fue responsable de muchas muertes pero no voy a presentarla como una reina sanguinaria e inquisitorial. La idea de los españoles como los malos de la película ha estado presente hasta hace poco y ahora empieza a cambiar poco a poco."

Joseph Pérez



"El humanismo de Fray Luis de León viene así a coincidir con las Luces del siglo XVIII. Esta es la contribución de España a la civilización europea."

Joseph Pérez



"El orden solo sin el reposo no hace paz, ni, al revés, el reposo y sosiego, si le falta el orden."

Joseph Pérez



"El sosiego sin orden crea situaciones inmorales y censurables."

Joseph Pérez



"Estoy harto de oír hablar de populismo. Cuando se quiere desprestigiar a un líder se usa esa palabra. Yo entiendo lo que sienten estos populistas. El pueblo piensa que las cosas no funcionan como deberían y quiere cambiarlo. Donde yo vivo la gente está molesta porque han cerrado el correo, el comercio, la escuela y en lugar de ello se construyen estadios de fútbol. Cuando yo vivía en París hace 30 años ponía una carta en el buzón y en cuestión de 24 horas llegaba al Pirineo, donde vivían mis padres. La república que yo he conocido era eso, derechos e igualdad sin entrar en la rentabilidad del servicio. La gente que manda en Bruselas está desconectada de la realidad. Cisneros no hubiera consentido esta Europa."

Joseph Pérez



"Felipe II no tuvo nada de excepcional. No existía la tolerancia religiosa en ninguna parte de Europa. No admitían la pluralidad en ese tiempo. Los soberanos consideraban que el sentimiento religioso formaba parte esencial de la comunidad nacional. Para ser un buen español, un buen francés o un buen alemán había que tener la misma religión que el rey. No existía sentimiento nacional según entendemos hoy, pero uno compartía con el rey la religión y esta comunidad de fe hacía mucho para federar el país. No fue algo único de los Habsburgo, los reyes ingleses tampoco permitían que hubiera católicos en su reino. Los católicos ingleses tuvieron que esperar hasta 1830 para tener los mismos derechos que los anglicanos. No tiene sentido hablar de un rey intolerante en Europa, cuando todos lo eran."

Joseph Pérez



"La paz excluye toda resignación ante la injusticia."

Joseph Pérez



"Lo del genocidio es una barbaridad. Para empezar porque a los españoles les interesaba la mano de obra, ¿cómo iban a matar a la gallina de los huevos de oro? Murieron muchos indígenas pero por enfermedad y no tanto por la guerra. Un catarro cualquiera era mortal para un indio porque no tenía la inmunidad necesaria. Los españoles se comportaron de una manera salvaje en muchos casos, pero no diferente a lo que los ingleses y franceses hicieron luego en el siglo XIX, salvo porque ellos no tuvieron a un Bartolomé de las Casas para denunciar los horrores. Los daños que conocemos de la colonización lo sabemos porque lo escribieron así los españoles, mientras que de los otros no supimos nada hasta hace poco. Lo decía Tácito, matan a los hombres y a esto lo llaman pacificar."

Joseph Pérez


"Muchos contemporáneos de Cervantes tuvieron la impresión de un cambio brutal de coyuntura y de una Monarquía que «se va acabando por la posta», como escribe el conde de Gondomar en 1619, o que «va bajando», en palabras de Barrionuevo. A esta obsesión responde la marea del arbitrismo. El primer arbitrista de la literatura es probablemente aquel pobre hombre que se muere de hambre en un hospital, tal como viene retratado en la novela El Coloquio de los Perros (1613), un personaje ridículo, un mentecato. No todos los que han sido motejados de arbitristas merecen sin embargo ser censurados como locos. Algunos de ellos -el mismo Cellórigo, por ejemplo- son auténticos economistas que analizan seriamente la situación y sugieren soluciones no siempre descabelladas. Por aquellas fechas, el arbitrista parecía anacrónico, y tal vez lo era por venir antes de tiempo, lo mismo que Don Quijote soñaba con un mundo pasado y por lo tanto también anacrónico. Al fin y al cabo, exclamará unos años después Saavedra Fajardo, «si los Reyes Católicos no hubieran prestado oídos a los proyectos de un arbitrista llamado Colón, España nunca hubiera conquistado las Indias...»

Hoy en día, la tendencia es más bien de matizar el concepto de declive. La decadencia no es una situación objetiva, sino un fenómeno psicológico: los castellanos de principios del siglo XVII tenían la impresión de vivir en una nación que ya no era la que fue, que había entrado en decadencia. ¿Era exacta esta impresión? Desde luego, no cabe duda de que la situación de la economía había empeorado desde mediados del siglo pasado: muchos campesinos habían abandonado sus tierras y sus hogares para buscar refugio en las ciudades; de esta forma iba la producción disminuyendo mientras crecía el número de desocupados, mendigos y marginados... Ahora bien, esta situación es más bien característica del centro de Castilla, de aquellas zonas, entre Burgos y Toledo, que desde mediados del siglo XV hasta finales del XVI, habían constituido el riñón del reino, las zonas más pobladas, más dinámicas, más ricas. Allí sí que se nota la crisis: descenso de la población, reducción de la superficie cultivada, recesión comercial, hundimiento de la manufactura, abandono de la burguesía y reacción señorial. En cambio, en las regiones periféricas, la situación no es tan alarmante, ni mucho menos; se está produciendo un reequilibrio que les es favorable."

Joseph Pérez
La España de Cervantes



"No basta con declararse progresista para que la realidad sea como se desea."

Joseph Pérez



"¿Por qué ese ensañamiento contra España y sus soberanos? Algunos españoles tienen su parte de responsabilidad en este enfoque parcial y partidario al insistir tanto sobre la especificidad de su nación en el conjunto europeo, como si las cosas de España no tuvieran nada que ver con la problemática de Europa. Desde luego, España, como toda nación, tiene su singularidad pero no hasta el punto de formar una entidad independiente de las demás."

Joseph Pérez


























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