Alfonso Rumazo

"A los dos meses de haber residido en la Quinta de La Magdalena -muy cerca de Lima-, partieron en abril el Libertador, su Maestro, el Secretario y el Estado Mayor, rumbo al sur del país: visitarán esa zona y además la parte altoperuana. Rodríguez deberá ocuparse en una inspección directa y minuciosa de la realidad educativa de esos sectores, pues habrá de regirla y modificarla muy pronto. En la conciencia del educador hay la motivación permanente de muchos planes; empieza a vigilar directamente el futuro y procede con optimismo; para él -y para quien quiera, creador- el pesimismo que podían producir los bajísimos niveles de la educación pública, o su carencia absoluta, en esos lugares, significa reacción falsa; en los pesimistas no hay porvenir. El punto de fundamentación del maestro se halla en la concepción griega de inteligencia: la interrogación, su viaje significará una serie de preguntas, a las que tendrá que responder con sentido de fecundidad. ¿Quién más optimista que Rodríguez, en la historia americana de su tiempo? Lo fue aún más que Bolívar. No cae en graves depresiones; su palabra en presencia de los reveses, es esta: “¡continúo!”.
A la ciudad de Arequipa retornará Simón Rodríguez tres años más tarde, cuando su vida comience a penetrar en otros rumbos. En esta primera visita se abrió a la amistad de muchos, en quienes se apoyará, al regreso, para sus primeras publicaciones. Arequipa le dio al maestro una acogida de comprensión y generosidad, que la historia ha señalado con especial marca. Y es que las ciudades, como los hombres, en tal o cual momento pueden carecer o no de honor; son una conciencia colectiva que actúa en uno u otro sentido como ser único.
En el Cuzco, esa sede de dos culturas, la inca y la hispana amestizada, firmó el Libertador los primeros decretos revolucionarios sobre educación, bajo la influencia de Rodríguez, que era quien iba a responsabilizarse de todas las transformaciones, de todos los golpes profundos."

Alfonso Rumazo
Simón Rodríguez, maestro de América



“¡Ay, mi maestro! –habíale dicho en emocionada carta–. Tú formaste mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto [...] Presente usted esta carta al vicepresidente, pídale usted dinero de mi parte y venga a encontrarme.”

Alfonso Rumazo



“Bolívar vivió cinco años, después de nuestra separación en Chuquisaca; pero sin comunicarnos, porque el señor Luna Pizarro, entonces político, ahora Arzobispo de Lima, y ​​siempre enemigo del zambo don Simón, me interceptaba las cartas que Bolívar me enviaba por mano del señor General Intendente de Guayaquil en aquel tiempo.”

Alfonso Rumazo



"Con esa obra, y veinte más ya publicadas, llegué a Caracas en 1953, hace cuarenta anos; yo había vivido ya medio siglo. Vine invitado por el eximio historiador Vicente Lecuna, no superado todavía, preclaro en su ir y acción y cuya fragua continuara su hija Valentina, valiente e hidalga y ahora en nobleza y búsqueda su nieta Carmen Galindo Lecuna. Vine así para la docencia en la Universidad Central, Faculta de Humanidades; me encomendaron las cátedias de Historia de la Cultura, Composición castellana, Historia republicana de América y Arte Contemporáneo."

Alfonso Rumazo
Revista Letras N° 178



"El amor y el odio tienen igual nivel de intensidad. El odio dura más, no decae; cesa si se siente satisfecho. Puede durar una vida."

Alfonso Rumazo




"Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el por qué de lo que se les mande hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, no a la costumbre como los estúpidos."

Alfonso Rumazo



“Habla del hombre culto: Sin conocimientos, el hombre no sale de la esfera de los brutos; y sin conocimientos sociales, es esclavo. Prohibir libros nuevos es prohibir la importación de conocimientos; condenar libros conocidos, es desmembrar el depósito. Los conocimientos son propiedad pública; puede renunciarla una generación pero no privar de ella a las siguientes. No lea, pero no oculte ni destruya.”

Alfonso Rumazo




"La guerra de independencia constituye el suceso de mayor significación, de real conquista de identidad, de asunción de síntesis frente a los polos de la conquista y colonia. en toda la historia de América. Comenzó La nuestra con la hazaña de Miranda frente a Coro, en 1806, y luego con las Juntas de Chuquisaca, La Paz y Quito, tres años más tarde; terminó, por acción del líder cubano, libertador de la pluralidad insigne, de palabra y acción, de exilio indoblegable y de presencia José Maní, que no llegó al final, pereció en el combate de Dos Ríos, en el Tratado de París de 1898, en que España reconoció la liberación de Cuba, Puerto Rico y Filipinas."

Alfonso Rumazo



“La guerra entre España y Colombia se hará como la hacen los pueblos civilizados [...] Todo militar tomado en el campo de batalla se guardará como prisionero de guerra y será respetado, hasta lograr su canje [...]”

Alfonso Rumazo



“¿La hora presente? Añade el maestro: “La opinión pública exagerada es una enfermedad mental que, como todas las enfermedades, es más fácil de conocer que de curar. Si se busca el origen de la opinión casi general, porque general no puede ser, se encontrarán en muchas opiniones nacientes los agüeros y las vanas observancias.”

Alfonso Rumazo



"Lo que más me asombró fue la brillante carrera de Bolívar, a poco de habernos separado [...] La actividad, talento y gloria de este gran hombre me hicieron recordar sus raptos de entusiasmo, cuando juntos unimos nuestros votos por la emancipación de la América española [...] Mi compañero Bonpland fue más sagaz que yo, pues desde muy al principio juzgó favorablemente a Bolívar y aun le estimulaba delante de mí. Recuerdo que una mañana me escribió diciéndome que Bolívar le había comunicado los proyectos que le animaban respecto de la independencia de Venezuela, y que no sería extraño que los llevara a remate, pues tenía de su joven amigo la opinión más favorable. Me pareció entonces que Bonpland también deliraba. El delirante no era él, sino yo, que muy tarde vine a comprender mi error respecto del grande hombre, cuyos hechos admiro."

Alfonso Rumazo


"Los moralistas confunden a veces arte y moral."

Alfonso Rumazo




"¿No revela mucha pobreza moral y conciencial aspirar sólo a ser feliz? En la dicha aparece una de las más falaces incitaciones: la de la duración. Toda dicha es cortada, siempre y siempre, por los contratiempos, los dolores, las necesidades o la acción de los otros sobre el yo."

Alfonso Rumazo



"¿Qué he recibido del Ecuador? Todo ese raigal asentamiento o sustrato, como de capa geológica, que se llama lo propio y que significa una historia, unos valores, un solar irrepetible. Un país que en mí ha tenido quizá uno de los mayores exaltadores y defensores; una nación a la que le he dedicado once o doce libros de temática ecuatoriana y en la prensa la palabra sobre todo tema, sobre su fidedigno, real e histórico derecho territorial amazónico, sobre sus cúspides que no son sólo de paisaje como a veces quiere verse. sobre un crecimiento de densidad ascendente, sobre su historia de lealtades sumas, bolivarianas. Venezuela, la única, la deslumbrante, la libérrima, la hacedora de la libertad americana y la generadora de altísimos valores de ala universal me ha dado cobijo y luz; he correspondido a su benévola acogida con trabajo intenso."

Alfonso Rumazo



"Toda vida es cambio constante, pero sin cortes, unitaria, y sin que se sacrifique el yo en sus características sustantivas."

Alfonso Rumazo




“Yo desearía hacer de la tierra un paraíso para todos.”

Alfonso Rumazo































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