Alois Riegl

"Así como el deterioro es permanente e imparable, y la ley del ciclo, en cuya percepción parece residir la verdadera satisfacción estética del hombre moderno al contemplar monumentos antiguos, exige el constante movimiento de la transformación y no el detenimiento que implica la conservación, así, en la medida de las posibilidades humanas, tampoco se ha de sustraer al monumento al efecto desintegrador de las fuerzas naturales, siempre y cuando éste se realice con mansa y ordenada continuidad y no por medio de una violenta y repentina destrucción. Sólo una cosa se ha de impedir de modo categórico desde el punto de vista del valor de antigüedad: la intervención arbitraria de la mano humana en el estado actual del monumento, pues éste no debe sufrir adición, ni sustracción, ni restitución de lo que las fuerzas naturales han destruido al correr el tiempo, ni eliminación de lo que por las mismas causas se ha incorporado al monumento, alterando así su forma cerrada originaria.
La impresión liberadora y pura de una destrucción debida a leyes naturales no debe verse perturbada por la adición de una creación incorporada de modo arbitrario. El culto al valor de antigüedad condena según esto toda destrucción violenta del monumento causada por la mano humana como una sacrílega intromisión en la actividad erosionadora de las leyes naturales, con lo que, por una parte, actúa en el sentido de la conservación del monumento; pero también rechaza en principio toda actividad conservadora, toda restauración, como una intromisión no menos injustificada en el dominio de las leyes naturales, con lo que, por otra parte, el culto al valor de antigüedad actúa en contra de la conservación del monumento. Pues no se puede tener la menor duda sobre el hecho de que la actividad ininterrumpida de las fuerzas naturales ha de conducir en último extremo a la destrucción total del monumento."

Alois Riegl
El culto moderno a los monumentos




"En esta corporación flamenca, sus miembros individuales se hallaban a favor de lindar en un terreno común, aprovechando cada pequeña parcela de creativa individualidad en torno a su autodeterminación-no eran ni la Orden de San Juan ni el hermano del Santo Sepulcro, cuyo efecto podría ser más elevado, y siempre un tanto egoísta, porque la redención y la salvación del individuo sigue siendo una necesidad limitada de cada miembro, que en la antigüedad derivo en un sinfín de gremios. Es cierto que originalmente, y por motivos religiosos, realizaron algunas obras con impaciencia hacia un segundo propósito egoísta, es decir, el placer y el orgullo de ser reconocidos por el mundo. Así que, poco a poco, se fue perfilando la idea de la defensa común, del bien común de la ciudadanía y en este aspecto el grupo había alcanzado una cota real y efectiva, aunque fuera incipiente. Como veremos más adelante, incluso durante el primer período, ciertas características de viejos retratos de asociaciones religiosas no se habían perdido aún antes del comienzo del segundo período, bajo la advocación de algunos santos cuyo nombre se extravió casi por entero. Las obras en este primer período muestran un carácter transitorio hacia el culto del siglo XV y el arte secular del XVII, carácter inherentemente y puramente secular."

Alois Riegl
Retrato del grupo flamenco



"En la parte superior de la imagen podemos contemplar una enigmática figura confeccionada con plata de ley, tejida en relieve. Mide aproximadamente unos veintiséis centímetros de diámetro. Su actual propietario es el conde ruso Gregory Stroganoff y se halla en Eom. ¿Dónde y en qué circunstancias se encontró este cuenco? La literatura reciente apenas atisba solución alguna. Uno puede asumir de manera segura, sin embargo, que esta figura, al igual que la mayoría del resto, incluso la que posee Stroganoff, que reside en San Petersburgo, pudieron provenir de la provincia de Perm, también en la propia Rusia.
Es el mensaje lo más interesante de la figura. Sin una debida atención no podría ser interpretado en ninguna de las dos colecciones que dispone el Conde de San Petersburgo.
Interesa a la comunidad científica, sobremanera, la inventigación, toda vez que se logre el acceso al palacio de Stroganoff. Se trata de un lugar complejo asociado a muy diferentes intereses al del mero arte."

Alois Riegl
Una alfombra oriental desde el año 1202 A.C. y las más antiguas alfombras orientales



"La segunda cultura más antigua del Antiguo Oriente, con innegables implicaciones en la historia del arte, tuvo su sede en Mesopotamia. Por desgracia, sus monumentos apenas se conservan, y sólo casi exclusivamente en relación al período tardío. ¿Qué sucedió mil años antes de Cristo? Es algo que podemos atisbar gracias a esporádicas aportaciones que nos ha legado la historia. No podemos asegurar completamente en qué medida los caldeos, habitantes de la parte inferior de la zona fluvial comprendida entre el Éufrates y el Tigris, fundaron una cultura superior en torno a la cuenca de estos ríos mesopotámicos. Por lo tanto, si después de la ornamentación asiria, sigue siendo motivo de controversia la posibilidad, o mejor dicho la probabilidad de atribuir tales logros en este arte a los caldeos, quizás habría que pensar también en los elamitas.
Puede que el arte asirio no ocupe la merecida relevancia en torno al desarrollo de la ornamentación. Habríamos de disponer de un conocimiento proporcional a tal magnitud. Pero debería retomarse de forma genérica, distinguiendo entre bordes y techos, marcos y paneles estáticamente indeterminados, y en forma más o menos consciente para la implícita mirada. A pesar de que los egipcios observan representaciones figurativas en la zona delimitada por la unión, un tanto oscura, su patrón es extremadamente simple en sí mismo, como si estuvieran meramente insertadas en rústicos palos. Especialmente en una forma significativa se muestra el lado débil del sentido ornamental entre los egipcios, caso de dos costuras en ángulo recto y sucesivo, donde la solución trazada en la esquina a menudo se muestra como un dobladillo que no repele el estampado en su totalidad. Cuando observamos a los asirios, sin embargo, por vez primera asistimos a una forma consciente de ejecutar un sistema en torno a un marco uniforme, teniendo en cuenta un sentido del arte meramente satisfactorio. Así, al parecer, los asirios sobresalieron en el trabajo realizado con el mundo vegetal, de manera más amplia y definida."

Alois Riegl
Cuestiones de estilo: fundamentos para una historia de la ornamentación

























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