David Rosenmann Taub

ALUMBRAMIENTO

Oh henchido vientre, vientre luminoso,
la hora del mundo estalla;
abre las alas: suma claridad
rodea la granada.

Asoma, rayo de materna luna:
conoce el aire, mueve las entrañas;
manantial esperado, entrega el ronco
bramido: ciega lanza.

Oh bendita placenta nacarada.
Oh tempestuosa calma asiendo calma.
Oh hijo, desarraiga,
asoma, despiadado y escarlata.

Mármol, mármol que mana.
Piernas sangrientas: oh bullente escala.
Sube, hijo mío, hasta
que subida no haya.

Aviva, aviva, rasga
la telaraña, rasga;
hijo mío, raudal,
vendaval, trepa, asalta.

El cielo anhela contemplarte:
contempla el cielo cara a cara:
eres el día abriéndose en torrentes:
¡espuma!, ¡roca!, ¡jarcia!

Junta la herida con la herida,
junta la noche con el alba.
Hijo tendido hacia lo alto:
junta el pañal con la mortaja.

Oh jarcia, oh roca: arriba;
más arriba, campana;
más arriba, más arriba,
vendaval, trepa, asalta.

Quiero que encuentres a mi padre
como en encuentro de montañas:
el cielo anhela contemplarte:
contempla el cielo cara a cara.

Amado cuerpo de cansancio,
dolor amado, siembra amada,
funde en tus brazos a los que se han ido,
junta la noche con el alba.

Junta la herida con la herida,
junta mi carne con tu alma,
junta la herida con la herida,
contempla el cielo cara a cara.

Aviva, aviva, rasga
la telaraña, rasga;
hijo mío, raudal,
vendaval, trepa, asalta.

Oh henchido vientre, vientre luminoso,
la hora del mundo estalla;
asoma, rayo de materna luna:
conoce el aire, mueve las entrañas.

Abre las alas: suma claridad
rodea la granada.
Manantial esperado, entrega el ronco
bramido: ciega lanza.

Oh bendita placenta nacarada.
Oh tempestuosa calma asiendo calma.
Mármol, mármol que mana.
Piernas sangrientas: oh bullente escala.

Oh hijo, desarraiga,
asoma, despiadado y escarlata.
Sube, hijo mío, hasta
que subida no haya.

Manantial esperado, sube, sube,
abre las alas, sube, abre las alas,
asoma, rayo de materna luna:
conoce el aire, mueve las entrañas.

Oh henchido vientre, vientre luminoso,
la hora del mundo estalla;
abre las alas: suma claridad
rodea la granada.

 David Rosenmann Taub





"Chile está conmigo: no lo he abandonado, ni lo abandonaré.

Mi obra no tiene nada que ver con esoterismo. Para mí, Dios no es fenómeno religioso, ni siquiera lo asocio a la religión. Cuando me refiero a árboles, no hago botánica. Cuando aludo al cuerpo humano, no pretendo anatomía o biología.

Hace muchos años, conversando con Georg Nicolai, me dijo: «Usted hace lo mismo que yo: usted está dedicado al arte, y yo, a la ciencia: estamos dedicados a lo mismo».

Y el honesto misticismo es experiencia: respuesta a posteriori, no a priori.

La acotación de El Mensajero alude a la capacidad de crear."

David Rosenmann Taub



"¿Cómo un escritor va a detestar los diccionarios? Los diccionarios, en general, son el resultado de la colaboración de numerosos individuos; de ahí, el riesgo: la preparación de los individuos es muy irregular. Los diccionarios atesoran suspenso constante. Demandan del lector la desconfianza. La información no puede nunca ser sólo de una enciclopedia o de un diccionario. Al lado de explicaciones brillantes surgen afirmaciones equivocadas y contradicciones.

Cuando estoy en el poema, la etapa de los diccionarios y de la investigación ya se encuentra muy lejana. Si me atrae una determinada materia, todo lo que tiene que ver con esa materia me parece útil. Y los diccionarios son menos que el principio.

Usted emplea el término «riquísimo». Ni riqueza, ni pobreza: tengo mi lenguaje. Llega un momento en que las palabras toman su lugar. No dependo de la casa o época en que me toca vivir. El lenguaje actual es un aspecto del lenguaje. Escribo para ayer, hoy y mañana. De lo contrario, no escribiría.

¿La poesía? Relámpago conceptual, visual y sonoro; incluso el silencio le es fundamental. He grabado País Más Allá, El Cielo en la Fuente y La Mañana Eterna, completos. No los he recitado, los he dicho. Le afirmaría lo mismo respecto de la versión de Richter de la Appassionata: él no la interpreta, la dice."

David Rosenmann Taub



"Creo que el arte demanda tanto del artista que no hay tiempo para pensar en lectores. Y pensar en lectores es venderse. O sea, traicionarse. Quiero ser, siempre, yo el lector que apruebe, como algo necesario, lo que escribo. Yo repetiría la frase de Paul Valéry: 'Prefiero, en lugar de muchos lectores, un lector que me lea muchas veces'."

David Rosenmann-Taub




"Cuando tomo el lápiz, ya ha habido muchos borradores en mi cabeza."

David Rosenmann Taub




El día

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por la ventana el mar que no separa.
Seremos uno interminablemente.

Ahora estás conmigo. Qué seguro,
qué distinto es el ser: en su coraje
me alcanzas. ¡Para siempre! Los poderes,
indolentes, ajenos, conocidos.

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por la red el erial que nos separa.
Desnudos, absolutos, luminosos.

Esa boca aquí, cerca, nuestra, mía,
nuestra, tuya: si tuya, mía, mía:
lo feraz: arrecife de transcursos:
que yo, por ti, soy yo, todas tus veces.

Hablé. Nosotros lo comprenderíamos.
¿Iba la noche a retener tu entrega?
Por lo ayer el fanal que nos separa.
En torbellino, frágiles, amándonos.

Ahora estoy contigo. Realidad,
ahora puedes afrontar el mar:
en la eficacia, el mar, con resistencia,
se levanta hacia el sol. Tú estás conmigo.

Ventana. Red. Lo ayer. ¿Qué nos separa?
Seremos uno, interminablemente
desnudos, absolutos, luminosos,
en torbellino, frágiles, amándonos. 

David Rosenmann Taub



"(La Poesiectomía) se trata de ablación -ectomía- de la conciencia: extirpar para investigar. Abrir para iluminar, para constatar. Preguntar y preguntar hasta obtener respuestas que provocarán más preguntas y más respuestas y más preguntas, hasta alcanzar la nada, pues todo es manifestación de nada.

No estoy de acuerdo con la concepción de ser y nada, ya que el ser es una manifestación, una de tantas, de la nada. Los conceptos de principio y de final responden sólo a la idea de ser."

David Rosenmann Taub



La sombra de la muerte en el umbral se para.
Oh dandún, oh dandún, no le mires la cara.

David Rosenmann Taub




LVII

La taza de café, la cafetera,
el vapor que mitiga a mi esqueleto,
la obediente sartén, el amuleto
tiznado, la mostaza, la nevera,
el roto lavaplatos, la sopera
pimpante, los melindres del coqueto
jarrón versicolor, el parapeto
de vainilla, azafrán y primavera.

Lugar de integridades: mi albedrío...
Oh dichosa cocina: cuando muera
y mi tiempo – sin tiempo – vibre y crezca,

en ronroneo fiel todo lo mío
claro retorne a tu silvestre estera
y tu vapor – sin fin – lo desvanezca.

David Rosenmann Taub



"No puedo entender un poema que no tenga su partitura, porque la sustancia rítmica es esencial para el contexto: todo es ritmo. Poesía es un fenómeno rítmico-lingüístico."

David Rosenmann Taub




"Pensé que la persona que mejor me podía informar, si Buenos Aires me convenía, era Victoria Ocampo, la personalidad argentina que yo respetaba más. Fui a verla. Se entusiasmó con El cielo en la fuente que, más tarde, edité en Buenos Aires en 1977. Ella me dijo: 'Éste no es lugar para usted. Usted va a provocar mucha envidia. Y el arma más poderosa de los envidiosos es el silencio: el ataque del silencio. Cuando usted publique libros, llévelos a La Nación y verá que no le van a querer publicar nada, ni una nota crítica, ni siquiera el recibo de sus libros. Escúcheme, porque se lo está diciendo una verdadera argentina'."

David Rosenmann Taub



Pagano

Mas otras voces hablan a otras voces.
Mas otros ríos bañan a otros hombres.
Y yo estoy lejos, sumamente lejos.

Ulula el huracán entre los montes.
Grita el torrente con revueltos bronces.
Y yo en lo lejos permanezco ajeno.

Páramo de otros nombres, otros nombres.
Otra febril majada, otro deshoje.
Sobre mi lejanía el aguacero

....................vierte sus cuencas como viejos odres.
...................................Allá en los corredores
de la lejana casa mía se oye
la panoja de trínos de otro entonces,
.....................y entre los cobertores
de mi huesa, rumores de otros dioses.

II

Para mí todo el año es otoño:
¿Cuándo, dioses, empieza el invierno?
¿Es otrora la nueva jornada?
Al raer, desvelado, las eras,
he gustado los mismos sabores
que aprendí en las escuelas del sueño.
Para mí todo el día es crepúsculo:
¿Cuando, dioses, empieza la noche?

III

Penetré entre los dioses: ese no era mi sitio.
En el arduo retiro, desde los miradores
alocados de espacio, tranquilos de blancura,
derroté mis efigies. Los límites sin límites
pestañearon, sufrieron, se pararon. Los ví
como muros erguidos sobre mis torreones.

David Rosenmann Taub



Preludio

Después, después el viento entre dos cimas,
y el hermano alacrán que se encabrita,
y las mareas rojas sobre el día.
Voraz volcán: el nimbo pasaremos.
El buitre morirá: laxo castigo.
Después, después el grito entre dos víboras.
Después la noche que no conocemos
y extendido en lo nunca un solo cuerpo
callado como luz. Después el viento.

David Rosenmann Taub



Sarcasmo

XXIV

Dios pasa siempre resfriado: ¿tendrá temperatura?
El mundo es una lágrima.
Me desgarra y estruja
una lágrima que no quiere salir
a verter su aleluya.
Dios pasa siempre despiadado: ¿tendrá lóbrega ruta?
El mundo es una lágrima
que me duele la sangre
y las uñas.

David Rosenmann Taub







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