Fernando Royuela

"Antes creía que una buena novela era una mezcla equilibrada de visión del mundo, narración y estilo, ahora sé que a nadie le importan las buenas novelas."

Fernando Royuela


"Cada novela exige una manera distinta de escribirse, un tratamiento singular. Nunca escribo dos novelas del mismo modo. Lo único en común de casi todas ellas es la aproximación vital. Los cimientos son sin duda necesarios, pero en general me interesan más las gárgolas y esos chorros de texto que les salen en catarata por las bocas cuando me pongo a escribir en plan tempestad."

Fernando Royuela





“Escribir sobre el presente, diseccionar lo que está sucediendo en este instante, es una de las tareas más arriesgadas que un escritor puede acometer."

Fernando Royuela


"Ideas o comportamientos que por costumbre nos parecen normales son en realidad hechos ridículos que cuando menos deberían causarnos perplejidad. Esta paradoja se plasma en la novela cuando algo objetivamente imposible como es la resurrección de un muerto se convierte de repente en una verdad social que nadie pone en duda y de la que todo el mundo pretende sacar provecho.

En nuestra sociedad postmoderna y tecnológica seguimos asumiendo como ciertas determinadas ideas que son ridículas, despreciables y hasta dañinas. Aún le queda mucho al ser humano para concluir su prehistoria."

Fernando Royuela




"La ironía presupone una desproporción de fuerzas entre dos partes en conflicto. Normalmente un poder absoluto, omnímodo, devastador, y un pensamiento crítico que lo desafía. Si la ironía sirve para analizar la realidad del mundo es porque el conflicto siguen existiendo. Es verdad que la ironía puede tener una faceta compasiva, pero no es menos cierto que también puede utilizarse como arma de destrucción total. Ahí están Cervantes y Quevedo para demostrarlo. Mi literatura tiene poco de compasiva, esa es la verdad. A mí el ser humano sólo me interesa como bicho."

Fernando Royuela



"Me fascinan los opinadores profesionales. Algunos merecerían estar en lo más alto del escalafón de los monstruos de feria. Más allá de lo circense del asunto considero que pensar reflexionar y opinar son actividades intelectuales que necesitan cierto reposo. En cualquier caso el escritor como mejor se expresa es escribiendo. Lo demás nada tiene que ver con la literatura."

Fernando Royuela




"Mis lectores son personas cultas e inteligentes y saben por ello que si una novela no les hace reflexionar es que no es una novela. Tampoco hay que preocuparse demasiado, hay muchas cosas en el mundo que no son novelas, por ejemplo las lavadoras, los productos dietéticos o los teléfonos móviles de última generación."

Fernando Royuela




"Ningún camino resulta del todo equivocado. Algunos te llevan a sitios visibles, y otros te conducen a los abismos de la creación. Tanto en la vida como en la literatura lo que no mata engorda. También ha habido devoración de dudas, desde luego y al margen de todo tocaba un poco de silencio, que a veces callar es necesario para ver."

Fernando Royuela




"No me interesa la denuncia como instrumento literario. Intento despojar mis novelas de prejuicios y verdades reveladas. No escribo desde ninguna posición moral. Tampoco pretendo juzgar ideas o comportamientos, con desmenuzarlos tengo suficiente. Yo pinto la realidad más allá de su evidencia, de su superficie. Le quito la máscara, la piel y la dejo en los puros huesos. Es el lector el que saca conclusiones, cada cual las suyas con arreglo a su educación, cultura, valores, creencias, ideología, etc. Algunos de mis lectores se sorprenden y me dan las gracias por esa visión crítica, pero son ellos los que indagan en el mundo que les rodea. Mi literatura les sirve de catarsis."

Fernando Royuela


"No me interesa la moralidad. Lo que está claro que se ha perdido es el pensamiento crítico, libre e independiente."

Fernando Royuela



"No soy un autor doctrinario, didáctico o moral. Mi poética de la realidad es hiperbólica, hiperrealista, conscientemente deformadora. Me fijo en el detalle, en lo que subyace debajo de ideas en apariencia inocuas o inocentes y lo amplifico. Hago literatura de la realidad, no realidad en la literatura. Por otro lado escribir sobre el presente, diseccionar lo que está sucediendo en este instante es una de las tareas más arriesgadas que un escritor puede acometer. Yo lo hago en Cuando Lázaro anduvo, pero muy pocos se atreven. "

Fernando Royuela



"Sé que usted ha venido a regocijarse con el espectáculo de mi muerte, lo he constatado en la herrumbre de sus ojos, en el verdín de su curiosidad, pero ya no temo la inexistencia. Dicen que en el vértice exacto de la muerte las escenas vividas se reproducen vertiginosas lo mismo que los fotogramas de una película. Dicen que una vez vistas la consciencia acaba. Puede que sea cierto y esté asistiendo en este momento a la contemplación precipitada de un pasado nebuloso de recuerdos. Las semblanzas de los muertos advierten de la persistencia del espíritu y ayudan a los vivos a desbrozar las incógnitas que acaso les provoca el saberse finitos. Ese será mi magisterio. Lo demás nada importa; es entretenimiento o incertidumbre."

Fernando Royuela
La mala muerte








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