Jacqueline de Romilly

"Creo que de hecho nunca volvemos sobre lo antiguo… si yo aboco por lo griego, por el regreso a lo griego, es para encontrar allí un acicate, una fuerza y sistemas de pensamiento, pero no para ponernos a pensar, a vivir exactamente como otrora. Entonces, a propósito de la pregunta por lo sagrado, usted sabe lo difícil que es hablar de eso… nos hemos preguntado, ¿es que los griegos creían en sus dioses?, etcétera, de hecho: el politeísmo tiene algo hermoso y seductor, y tengo la impresión de que facilitaba la tolerancia… podíamos acoger el dios de un huésped que parecía, que era la equivalencia de un dios egipcio o griego, se encontraban las correspondencias…

» En la religión griega, que era real y practicada, incluso si todo el mundo no era creyente durante todo el día, hubo una evolución hacia una religión más pura, sin todas estas leyendas, justamente, que poco a poco, con Platón y todos los filósofos que siguieron, se encaminó hacia algo semejante… que anticipaba el cristianismo… pero dicho esto, si uno se pregunta en qué creía la gente, creo que la pregunta es bien difícil si nos preguntamos ahora, ¿es que la gente sigue creyendo exactamente la misma cosa? Estoy segura que no… hay una aspiración a lo sagrado… y la diferencia de lo sagrado para los griegos, su diferencia, es que era algo muy próximo, nos podíamos encontrar un dios, eso no es que nos pase mucho ahora…"

Jacqueline Worms de Romilly



"Depende de lo que llamemos paganismo… creo que en nuestro mundo, en el que no es que prevalezcan muchos valores —la gente se refugia en sectas y supersticiones, es verdad, eso ha existido siempre, creo que tal vez hay una renovación, pero no lo llamaría un regreso al paganismo, ah no… no se es a pesar de ser fiel a tal o cual dios, griego o romano o incluso de otras procedencias… hay, creo, un debilitamiento de la fuerza interior, de la esperanza, de los valores y acaso, por mucho, de la fe, entonces se reemplaza eso como se puede y no es algo de lo que me complazca."

Jacqueline Worms de Romilly



“Desde que ya no veo, sigo descubriendo cada día las bellezas del mundo, sus rarezas, sus fealdades, su presencia – porque la literatura no deja de proporcionármelas.”

Jacqueline Worms de Romilly


"Haber sido judía bajo la ocupación, acabar sola, casi ciega, sin hijos ni familia, ¿es sensacional? Pero mi vida de profesora ha sido, de un cabo al otro, lo que yo deseaba."

Jacqueline Worms de Romilly



"La cultura griega la pongo en todas partes, desde luego… a mi parecer hay que distinguir dos niveles: cuando hablo de enseñanza, de alumnos, de jóvenes, o de los propios estudiantes, eso da base al pensamiento, eso los obliga a replantearse el problema en términos claros, con el impulso de estas personas que estaban descubriendo las cosas; pero si tomo la cultura en general, es decir las personas adultas, cultivadas, que leen en sus casas, eso tiene también una influencia, pero diferente, mucho más rica para el análisis, alguien que ha reflexionado sobre la idea de libertad, por ejemplo, o la idea de poder, o de violencia, y se dice: tienes por fin lo que estaba a la base, eso ha tenido determinada influencia, lo encuentro en tal autor, y esta es una especie de alimento intelectual específico debido a los textos mismos… hablamos de política, y ahí, por ejemplo, de todas las obras inspiradas ahora por las leyendas de la Grecia antigua, por los personajes de la epopeya o de la tragedia que se decantan luego en otras tragedias, novelas o películas… naturalmente no es el mismo pensamiento, hay una transformación, hay una evolución, los géneros mismos han cambiado, pero se trata de rasgos humanos que de alguna manera han sido fijados para siempre y que de hecho pueden servir de nuevo para articular pensamientos diferentes…"

Jacqueline Worms de Romilly




"La cultura griega se define como una búsqueda apasionada de todo lo que pueda poner fin a esta violencia considerada brutal e indigna del ser humano. (…) Alcibíades era un hombre de naturaleza violenta y poco respetuoso con las leyes; de niño, se peleaba con furia; de joven, se entregaba a sus múltiples pasiones; como hombre casado, empleó la violencia para ir a recuperar a su mujer ante el magistrado que amenazaba con concederle a ésta el divorcio. Propinó una bofetada a un maestro de escuela porque no tenía los poemas de Homero; y conocemos todas las infracciones a las leyes que cometió en su vida política, llegando incluso a combatir contra su propio país. (…)desde luego, no creo que la literatura sea el primer remedio contra la violencia, ni el más eficaz. Si hay mucho que hacer para restaurar los sentimientos que acabo de nombrar, en primer lugar esa ingente tarea habría que llevarla a cabo en la realidad. Pero ¿por qué privarse de la ayuda de la literatura, la ayuda de la educación, la ayuda de los textos, la ayuda de Grecia, cuando está ahí, reconfortante y luminosa, capaz de prestarnos auxilio y al alcance de nuestras manos?"

Jacqueline de Romilly
La Grecia antigua contra la violencia



"La historia propiamente dicha solo comienza con Heródoto, hubo algunos predecesores perdidos, además llenos de leyendas. La historia comienza con Heródoto, es decir que comienza con la historia de las guerras médicas de comienzo del siglo quinto. Antes, todo lo que es mito y poesía, fue inicialmente transmitido oralmente hasta el siglo octavo y luego escrito y comunicado, pero esto eran leyendas, mito. Ustedes han hablado de Teseo, que es un caso apasionante porque Teseo es un gran héroe ateniense, pero él pertenece principalmente a la leyenda, pues lo sorprendente es que lo vemos ir a Creta a matar el Minotauro, pero el Minotauro… bueno, hace parte de la leyenda, y luego los amores con un toro que tampoco hace parte de la historia concreta, correcta y normal… Bueno, él está revestido de esa dimensión y aun así entra a Atenas, e incluso los historiadores más serios, como Tucídides, nos dicen que en Atenas él reunió a varios poblados atenienses, y que fue erigido rey de una especie de Estado moderno y casi democrático, y en las obras de Eurípides se representa a Teseo elogiando la democracia… Mire usted, es exactamente el punto de unión entre el mundo de la leyenda al cual pertenece aún y el mundo de la historia que se abre con él. Es muy muy palpable y naturalmente después el objetivo de la historia ha sido descartar lo más posible los elementos legendarios, quiero decir que están presentes todavía en Heródoto, quien narra episodios que son evidentemente legendarios… Tucídides no, él deja de hacer eso, a este punto se trata solo de los hechos… Se da entonces una especie de desfase progresivo… pero me parece importante diferenciarlo y distinguirlo, no tomar por la historia lo que hace parte de la leyenda o por leyenda lo que está bien documentado. Pero si reconocemos los mitos, encuentro excelente que coexistan los dos, la tragedia griega para mí es justamente los mitos y leyendas transfigurados en pensamientos, el hecho de que se den ambos juntos transmite grandeza y presencia… e incluso en la vida no rechazo en absoluto que los sueños y los milagros tengan su parte… por qué no… los poetas existen todavía, si le parece… la imaginación no desaparece so pretexto de que seamos razonables."

Jacqueline Worms de Romilly



"La vida depende mucho de la gente, del entorno, tendría que haber tenido una infancia desequilibrada y triste, pues a mi padre lo mataron en la guerra cuando yo tenía un año, y yo no tenía hermanos, así que mi madre se quedaba sola conmigo y no teníamos dinero, en principio estas son malas condiciones de partida… ahora, tuve la infancia más hermosa que se puedan imaginar, mi madre se ocupó de mí con ternura, nos la llevamos muy bien; cuando me instalé en este apartamento en el que estamos, ella tenía un estudio abajo, todavía me hacía todo… y hablé de Tucídides… mi devoción por Tucídides surgió de un regalo de ella, y toda mi vida ha sido iluminada por su ternura… bueno, así que esas debían de haber sido condiciones dolorosas… y han sido completamente felices. Después ha estado la guerra, en la que estuve especialmente afectada por las dificultades, los peligros, sin que nada fructífero haya resultado de eso… Y bien, debo decir que a pesar de los miedos, a pesar de los duelos, de los dolores, tengo un recuerdo de estos años que está como iluminado por, justamente, la esperanza común que había, la gentileza de unos con los otros para ayudarse entre sí, algo que no veo tanto ahora… sabíamos lo que esperábamos, lo que se esperaba de año en año… y lo tuvimos… al final lo importante ante todo es saber lo que uno espera, y aferrarse a eso, a pesar de todo, es muy importante."

Jacqueline Worms de Romilly



"Las técnicas de la palabra son armas para el pensamiento."

Jacqueline Worms de Romilly




"Tuve la suerte de ser parte de una generación en la que las mujeres podían subirse a un podio por primera vez, en que las puertas se abrieron finalmente."

Jacqueline Worms de Romilly




"¿Que los mitos vuelven? No… no lo diría así, perdóneme, creo que necesitamos buscar caminos diferentes, de todas maneras con la sicología de nuestro siglo, de nuestra época, leemos las cosas de un modo diferente, las interpretamos de un modo distinto, de inmediato, espontáneamente, sin necesidad de hacer el menor esfuerzo, el esfuerzo es más bien por encontrar el sentido primero que está por hacer… Y por otra parte… estoy impactada por una cosa, en la que aún estoy trabajando, tiene que ver con que los autores griegos hubieran escogido en los mitos ejemplos de conductas humanas, y que en las tragedias, por ejemplo, no hayan destacado en absoluto el lado monstruoso, terrible, inverosímil o milagroso de las historias, de los grandes mitos anteriores, mientras que ahora estamos en un momento de la civilización en el que estamos obsesionados por mostrar todo, tenemos los medios para mostrar o sugerir… y estamos tal vez en una civilización en la que la violencia y lo irracional ganaron su lugar, así que nos devolvemos, resaltamos más el aspecto propiamente mítico, el aspecto extraordinario de la leyenda, más que el problema humano algunas veces."

Jacqueline Worms de Romilly



"¡Un litigante no lo hubiera hecho mejor! Pero ¿cómo no iba a decir todo lo que pudiera apoyar una causa semejante? La pasión de los personajes de Eurípides sigue siendo una pasión ateniense, que sabe hablar. Igualmente, más adelante en la obra, Hécuba suplica a Agamenón que se convierta en su
vengador: la tirada es más larga todavía que la precedente. Hécuba recurre a todos los argumentos, hasta invocar las relaciones que ligan a Agamenón con Casandra. Pero es que el ardor mismo de su alegato impone mesura al ardor de su pasión y corresponde a su deseo de salirse con la suya. Como dice en un paroxismo de exaltación: «¡Ojalá se me produjera voz en los brazos, manos, cabellos y en la planta de los pies...!». Y cuando, finalmente, se venga, tiene que mantener una tercera disputa: porque Agamenón debe zanjar entre ella y Poliméstor, del que ella acaba de vengarse. Ahora bien, toda su rabia contra el que ha matado a su hijo la estimula y la vuelve elocuente: utiliza argumentos de verosimilitud, refuta explicaciones, alega y acusa con una habilidad digna de los sofistas, pero esta habilidad surge espontáneamente de su viva indignación. Además, en caso de que se dude de que la elocuencia sea capaz de provocar la
convicción, bastará pensar en los dos debates entre Medea y su infiel esposo: uno, en el que ella alega su causa con un arrebato despiadado (y Jasón cae en la cuenta, ya que comienza diciendo: «Debo, según parece, tener el don natural de la palabra y, como buen timonel de navío, plegar las velas, para escapar, mujer, a tu insensata locuacidad»); el otro, en el que, ya decidida a actuar, emplea al contrario la habilidad, la hipocresía y la mentira. En el primer caso, la habilidad oratoria de Medea es la expresión de su pasión; en el otro, está puesta al servicio del propósito que esta pasión ha inspirado. Y se diría, en definitiva, que la pasión moviliza todos los medios del hombre.
Sin embargo, la pintura de los sentimientos, o incluso de las pasiones, no se limita al recuerdo de la influencia que pueden tener sobre el hombre. Y uno de los mayores descubrimientos de Eurípides consiste en haber reconocido que, al ser irracional el campo del sentimiento, los hombres que se abandonan a él pueden verse sometidos a bruscos vapuleos. Algunos héroes tienen clara conciencia de lo que quieren y van hasta el extremo sin dudarlo, pero no todos; y, especialmente entre las mujeres, descubrimos que la vida interior puede ser extrañamente inestable."

Jacqueline de Romilly
La tragedia griega



"Ustedes saben que las personas que se interesan en las ideas políticas, en la reflexión, y las que se interesan en la acción política no son necesariamente las mismas, diría tal vez que desafortunadamente… los griegos inventaron la democracia y su principio, ellos discutieron al respecto… usted sabe, con los griegos… no digo que otros no hayan intentado ideas de este tipo en un país o en otro, pero sí que ellos han tenido la originalidad de querer explicar, de querer comprender y de decirlo, de decirlo de una manera fuerte que nos interpela, y para acabar de ajustar de manera simple, porque era el comienzo, era verdaderamente el comienzo de nuestra cultura occidental."

Jacqueline Worms de Romilly








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