Marieke Lucas Rijneveld

"A veces la distancia permite tener una visión más general y da tiempo para pensar. Ya no tengo la necesidad de creer como lo hacen mis padres, pero aún no he descubierto de qué forma», señala. Sus dos libros comparten la sombra de la religión, el campo como escenario y el despertar sexual como elementos comunes. ¿Se siente preparado para escribir una historia que suceda en la ciudad? «De momento no, porque mi infancia transcurrió en el campo. Hace tiempo que vivo en la ciudad, pero mi corazón sigue estando allí. Lo que sí he decidido es no volver a escribir sobre vacas por ahora."

Marieke Lucas Rijneveld


"A veces me resulta extraño que muchos libros para niños lleven una indicación sobre la e dad adecuada, pero la Biblia no, aunque contiene un montón de historias terroríficas. Esto provocó que me imaginara un Dios castigador, que da y quita, y puede llevarse a tu hermano sin más. Ese fue el origen de muchos miedos. Sin embargo, ahora pienso a menudo que Dios no tiene intenciones tan furibundas, que es la humanidad la que le atribuye esa ira."

Marieke Lucas Rijneveld


"Aún estoy explorando el modo de convertirme en el chico que ansío ser."

Marieke Lucas Rijneveld


"Creo que la sexualidad incipiente es la más hermosa y la más interesante, porque todo es posible todavía. Es una etapa en la que lo descubres todo y sigues teniendo libertad para crecer en cualquier dirección. Tal vez yo todavía me encuentro en esta etapa, especialmente en lo que respecta al género. Todavía estoy explorando el mejor modo de convertirme en el chico que ansío ser."

Marieke Lucas Rijneveld




"De vez en cuando temo que sea por nuestra culpa, como si la royésemos por dentro, como si fuésemos crías de araña aterciopelada. En clase de biología la maestra nos dijo que, después de la puesta, la madre se ofrece a sus crías y las pequeñas arañas hambrientas la devoran entera, sin ningún cargo de conciencia; no dejan ni una pata. Igual que hace siempre reservando un trocito de su sanjacobo en el borde del plato y dice: «lo más rico al final», madre se reserva a sí misma para el final de la comida, por si nosotros, sus crías, no hemos comido suficiente.

A medida que va pasando el tiempo observo nuestra familia como desde lo alto, de ese modo se nota menos que sin Matthies somos muy poca cosa. En el lugar que dejó vacío en la mesa solo quedan el asiento y el respaldo en los que mi hermano ya no se apoya descuidadamente, por eso mi padre ya no grita enfadado: «¡Cuatro patas!». Nadie puede sentarse en su silla. Sospecho que es por si acaso regresa: «Jesús regresará un día cualquiera. La vida seguirá su curso. Pasará como cuando Noé construyó el arca.

La gente trabajaba, comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo. No dudamos de que Matthies volverá, igual que el Señor», había dicho padre en el funeral. Cuando vuelva, lo arrimaré tanto a la mesa que al estar sentado la tocará con el pecho, de modo que no pueda ensuciar ni desaparecer sin que nos demos cuenta. Desde que murió comemos en quince minutos. Cuando la aguja grande y la aguja pequeña se ponen rectas, padre también se levanta. Se cubre la cabeza con la boina negra y se va con las vacas, aunque ya haya estado con ellas."

Marieke Lucas Rijneveld
La inquietud de la noche



"El lenguaje de la Biblia se ha instalado en mí. Creo que sin mi educación religiosa, quizá nunca me hubiera convertido en escritor. Ha avivado mi amor por el lenguaje. Aunque también podía darme miedo: puedes escribir hacia la luz, pero también hacia la oscuridad."

Marieke Lucas Rijneveld


"Tengo la sensación de que puedo ser una especie de persona intermedia, me siento entre chico y chica."

Marieke Lucas Rijneveld













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