Silvia Rivera Cusicanqui

"Desde tiempos coloniales se han dado procesos de lucha anticolonial; en cambio, lo decolonial es una moda muy reciente que, de algún modo, usufructúa y reinterpreta esos procesos de lucha, pero creo que los despolitiza, puesto que lo decolonial es un estado o una situación pero no es una actividad, no implica una agencia, ni una participación consciente. Llevo la lucha anticolonial a la práctica en los hechos, de algún modo, deslegitimizando todas las formas de cosificación y del uso ornamental de lo indígena que hace el Estado. Todo eso son procesos de colonización simbólica."

Silvia Rivera Cusicanqui



"El indianismo está atrapado en una vocación totalmente estadocéntrica y estadolátrica. Está abocado en un discurso nacionalista de buscar un estado aymara y una nación aymara, lo cual es una barbaridad a mi parecer. Porque es esencialista, es una propuesta que no condice con la realidad. La realidad boliviana es una realidad abigarrada, con identidades muy confusas y mezcladas. Entonces el indianismo tiene la camisa de fuerza de la vocación estatal."

Silvia Rivera Cusicanqui



" Es una utopía el pensar que podemos realmente colectivizar esa visión y convertirla en un recurso de acción política. No se realiza, pero creo que como horizonte es una posibilidad de rebeldía."

Silvia Rivera Cusicanqui



"Es Warmi Pachakutik, no es un Pachakutik cualquiera, es Warmi Pachakutik. Es el tiempo de darse la vuelta del logocentrismo, androcentrismo de todo el poder masculino, que ya lleva dos mil años, y mira cómo está el planeta."

Silvia Rivera Cusicanqui



"Hay formas de nombrar que se han vuelto una camisa de fuerza rígida, que no te permiten pensar. Muy cómodamente se hace uso de la idea de movimiento social, para tapar el hueco del desconocimiento de lo que está pasando. Y lo que hay es plural, absolutamente idiosincrático de cada grupo, cada sector -porque son redes de sectores. Estos chicos solidarios con las luchas del TIPNIS, por ejemplo, están sintonizados con gente del Alto, de Puno, de Cuzco. Hay redes. Y a la vez no tienen mayor impacto a nivel nacional. Es curioso, el Estado nacional tiene un radar y nosotros funcionamos debajo del radar. Pero ocurren estas cosas, entonces, tiene una dimensión proyectiva fuerte pero también es un vivir el presente como crisis, como un enfrentar la crisis y un enfrentar la contradicción. Eso es lo ch´ixi. Eso es radicalizar la contradicción, vivirla como un choque energizante, como una zona de fricción en la que, para poder realmente chocar dos rocas, tienen que limar sus asperezas para que el choque sea verdaderamente electrizante. Y esa zona de fricción se convierte en una especie de tejido, de oposiciones creativas. Antes de ayer, cuando hubo el concierto de hip hop, el cantante Alan Dino decía en una de sus canciones: “me dicen cara”. O sea, él se pone en la posición del que es insultado por un indio, como diciendo “eres un invasor”. Y el otro dice “¿cómo yo soy yo?, ¿cómo yo soy esta, mi tierra?” Y cómo él trabaja desde esa contraidentidad para reivindicar ese sentido del choque que lo hace feliz en última instancia, brutalmente feliz, rabiosamente feliz. Entonces, levanta una consciencia diferente."

Silvia Rivera Cusicanqui



"La macropolítica busca siempre un interlocutor en el Estado, ya sea con o contra el Estado. En cambio, la micropolítica está por debajo del radar de la política y trabaja sobre colectivos pequeños y acciones corporales que permiten que florezcan espacios de libertad. Lo que buscamos es repolitizar la cotidianidad, ya sea desde la cocina, el trabajo o la huerta. Eso es lo que queremos hacer aquí, en nuestro espacio El Tambo. Articular el trabajo manual con el trabajo intelectual, producir pensamiento a partir de lo cotidiano."

Silvia Rivera Cusicanqui




"La noción ch’ixi, como muchas otras (allqa, ayni) obedece a la idea aymara de algo que es y no es a la vez, es decir, a la lógica del tercero incluido."

Silvia Rivera Cusicanqui



"La posibilidad de una reforma cultural profunda en nuestra sociedad depende de la descolonización de nuestros gestos, de nuestros actos, y de la lengua con que nombramos el mundo. El retomar el bilingüismo como una práctica descolonizadora permitirá crear un “nosotros” de interlocutores/as y productores/as de conocimiento, que puede posteriormente dialogar, de igual a igual, con otros focos de pensamiento y corrientes en la academia de nuestra región y del mundo. La metáfora del ch’ixi asume un ancestro doble y contencioso, negado por procesos de aculturación y “colonización del imaginario”, pero también potencialmente armónico y libre, a través de la liberación de nuestra mitad india ancestral y el desarrollo de formas dialogales de construcción de conocimientos.
La metáfora de la hibridez plantea que podemos “entrar y salir de la modernidad” como si se tratara de una cancha o de un teatro, no de una construcción –objetiva y subjetiva a la vez– de hábitos y gestos, de modos de interacción y de ideas sobre el mundo. La apuesta india por la modernidad se centra en una noción de ciudadanía que no busca la homogeneidad sino la diferencia."

Silvia Rivera Cusicanqui
Ch’ixinakax utxiwa. Una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores 



"Las mujeres siempre tejen relaciones con el otro, con lo otro. Con lo salvaje, con lo silvestre, con el mercado, con el mundo dominante. Siento que hay una capacidad de las mujeres de elaborar relaciones de interculturalidad a través del tejido. Es un reconocer también que el cuerpo tiene sus modos de conocimiento. Aquí, en el colectivo, decimos que “la mano sabe”."

Silvia Rivera Cusicanqui



" Las mujeres ya están activamente y masivamente saliendo a la esfera pública a reclamar cosas que antes eran vistas como exclusivas del ámbito privado. Sobre todo en Argentina creo que es muy rico el proceso de las mujeres. En Bolivia el discurso está muy mediatizado por las ONGs y el Estado. Hay, obviamente, grupos como el de Mujeres Creando que superan eso pero todavía yo lo encuentro muy débil."

Silvia Rivera Cusicanqui


"Los hacendados defendían unos usos y costumbres que ponían a los indios de rodillas frente a ellos y la lucha de la FOL (Federación Obrera Local) de Bolivia fue para superar esa noción de usos y costumbres y empezar a ser gente. Hubo muchos sindicatos, muchas escuelas autogestionadas, donde se enfatizaba ese respeto a la dignidad y se rompía con esos usos colonizados de las costumbres que beneficiaron a los hacendados."

Silvia Rivera Cusicanqui



"Yo tengo toda una cuestión sobre el buen vivir que creo que se ha simplificado. Pero más que el buen vivir, yo recupero mucho algo que dialoga muy bien con la noción de ubuntu. En aymara hay cuatro personas del singular, naya: yo; juma: tú; jupa: él o ella, y jiwasa persona del singular que quiere decir nosotros. Es decir, es un nosotros que incluye al interlocutor, en cambio el “nosotros” que es plural del “yo” es nayanaka, excluye al interlocutor. Entonces son las formas en que la cultura reconoce un sujeto de enunciación que es a la vez singular y plural. Ese es el jiwasa y existen intelectuales aymaras, como Abraham Delgado, que en su libro último ha trabajado la noción del jiwasa. Yo también hablo de la modernidad jiwasa, de una modernidad nuestra, salida de nuestras propias articulaciones y diferencias. Entonces eso es lo que a mí me mueve a usar permanentemente conceptos del aymara que traducen mejor."

Silvia Rivera Cusicanqui














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