Abrasha Rotenberg

"En La Opinión los que colaboraban no eran solamente periodistas, eran a veces intelectuales, a veces poetas, a veces escritores o gente de la política. Lo importante era que tuvieran la capacidad de medir inteligentemente, según su criterio, el significado de las noticias, qué ocurría, por qué ocurría, a qué conducía lo que había sucedido. En ese sentido, incluso a veces había hechos que dentro de La Opinión eran interpretados por los periodistas de distinta forma. La novedad era que firmaban. En ese momento eso era una revolución. Y si mirás los periódicos hoy, ese hábito, esa revolución existe ahora, ya dejaron de ser anónimos los periodistas. La gente habla de los periodistas como de un jugador de fútbol. Empieza a tener preponderancia no solamente el periódico donde trabajan, sino ellos mismos, que hoy se han transformado en personajes cuya opinión trasciende e importa.

La Opinión se imprimió por primera vez el 4 de mayo de 1971, ese mismo día, pero cinco años después, salió a las calles de España el diario El País, con una impronta muy similar a la del periódico argentino. El azar impuso su agenda, en esa fecha cumple años Javier Timerman, hijo menor de Jacobo y testigo privilegiado de lo que ocurría en las redacciones. Curiosidades del destino, el mismo día de mayo, el propio Abrasha Rotenberg, este 2021, cumplió 95."

Abrasha Rotenberg



"Estamos en medio de una revolución cuyo significado no entendemos. Estamos en el final de la era industrial y en los principios de la era de la inteligencia artificial, y no nos damos cuenta de que para esa revolución que viene no tenemos ni el lenguaje, ni sabemos cómo interpretarla, porque va a una velocidad mucho más rápida que la de nuestra inteligencia para captar su sentido. La Revolución Industrial tardó 200 años en desarrollarse y en llegar a su cúspide. Esta tarda días. La mente no se acostumbra a eso. Estamos perdidos, pero yo creo en la inteligencia del hombre, a pesar de esto inesperado que nos está ocurriendo, de este virus asesino, porque igual lo vamos a superar. Tuvimos la peste negra, la peste española, muchas cosas, pero no teníamos los elementos tecnológicos para combatirlas. En un año el hombre descubrió cómo pelear contra un enemigo desconocido, así que yo voy a morir con el desencanto, pero con la esperanza."

Abrasha Rotenberg



"... nací en 1926, es decir, hace 95 años. Era un mundo de esperanza, en 1917 se produjo la Revolución Rusa, iba a nacer el hombre nuevo, una sociedad equitativa, un mundo de distribución de la educación igualitaria, de los ingresos igualitarios, iba a desaparecer la explotación del hombre por el hombre. En 1922, Mussolini toma el poder en Italia, todo lo opuesto, el Estado es lo más importante, el hombre es un elemento nada más, el hombre tiene que trabajar para un Estado fuerte, la patria, el ejército, la bandera; nacionalismo puro. En 1933, sube Adolfo Hitler, la violencia, la guerra, la persecución a los judíos, a los gitanos, a los homosexuales. 1936, Guerra Civil Española. 1939, Guerra Mundial. Y luego, Corea, Vietnam, ni un solo día dejó de sonar un cañón. ¿Y qué pasó con ese sueño del hombre? El hombre nuevo nació con Lenin en la Unión Soviética, y termina con Putin. Volvemos a la prehistoria. El sueño de una generación que iba a cambiar el mundo se transformó en absoluto fracaso. ¿Estamos mejor que antes? Sí, mucho mejor. ¿Conseguimos algo de lo que queríamos? Un poquito."

Abrasha Rotenberg



"Soy de una generación que quiso cambiar el mundo. Fracasamos, el mundo nos cambió a nosotros."

Abrasha Rotenberg



"Yo digo que vale la pena vivir, vale la pena vivir, y con los ojos abiertos, porque hay muchos vendedores de fantasías entre nosotros, muchos, y son muy hábiles. A lo que yo le temo es a la fe, porque no admite argumentos. Esa cosa basada en la irracionalidad me preocupa, pero los sueños son necesarios. El hombre sin sueños se parece mucho a un animal. Técnicamente, del hombre de las cavernas estamos a cien mil kilómetros, pero espiritualmente, emotivamente, estamos a medio metro."

Abrasha Rotenberg










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