Daniel Verugian

"Anunciamos la adoración y la expresión del espíritu armenio, porque el espíritu armenio está vivo, pero aparece de vez en cuando. Decimos: sin el espíritu armenio no hay literatura armenia y artista armenio. Todo verdadero artista expresa solamente el espíritu de su propia raza ... Decimos: factores externos, costumbres adquiridas, las influencias extranjeras y las desviadas y emociones deformadas han dominado el espíritu armenio, pero no fueron capaces de asimilarlo."

Daniel Verugian



Bendición

 BENDICIÓN"

Deja que en tus manos yo derrame
un puñado de trigo, mi valiente hijo,
mi hijo valiente, mi ceñidor.
Que por tus brazos que empuñan la mancera
circule la sangre de veinte toros
y en tu fornidéz de pino
se alcen las columnas de veinte casas,
y cuando arrojes la simiente
tanta como tus dedos,
coseches abundante como si fueran estrellas
Deja que vierta sobre tu cabeza
un puñado de trigo, mi amado nieto,
mi nieto amado, mi báculo florido.
y que sobre tus hombros cargues
el cofre de la sensatez.
Y cuando, con las manos repletas de avena
te allegues un día a tu rebaño
a tí acudan mil ovejas.
Deja que esparza entre tus cabellos
un puñado de trigo, mi rosada nieta,
mi nieta rosada, guirnalda de mi tumba.
Que cada nueva primavera
luzcan tulipanes en tus mejillas,
y un nuevo fulgor en tus pupilas,
y cuando un retoño de sauce plantes,
a su sombra en cada Abril 
te veas siempre lozana
Deja que en tu regazo vuelque
un puñado de trigo, mi hermosa nuera,
nuera hermosa, mi amor lejano
Que en el surco del lecho germine
una espiga entera,
y en la cuna que meces
duerman gloriosas auroras;
y cuando ordeñes cuarenta vacas lecheras
cámbiese en oro el calostro 
y en plata la leche de las vasijas 
Ah! mi esposa, ah mi Ana,
Que llueva sobre nuestras cabezas
un puñado de trigo,
mi querida vieja, mi querida amiga.
Quiera el sol otoñal
No helar las nieves secas de nuestros cabellos...
Ni apagar nuestra vela
entre las columnas de mármol...
Y cuando estemos mañana entre tumbas 
Oh amor, que bajo nuestros cuerpos
La tierra no sea muy dura...
 
Daniel Verugian




Siembra, siembra, incluso al otro lado de la frontera,
siembra abundante, como estrellas, como olas
que importa si los camachuelos pican tus granos,
pues en su lugar, el Señor dios sembrará finas perlas.

Daniel Verugian











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