Franco Volpi

"Cuando Dios muere, el hombre se animaliza. El problema aparece en el Divino Marqués de Sade con toda su crudeza. Su disoluta obra representa la más coherente antropología negativa, es decir, la tentativa más drástica de imaginar un mundo completamente desposeído de Dios. El mundo de la extrema finitud. Abandonemos entonces las ilusiones: el hombre es un animal que a veces imagina ser hombre."

Franco Volpi



“Debido a su concentración en las cosas últimas, la filosofía nos aleja del mundo de la práctica, nos desvía de la vida concreta, de sus ocupaciones y quehaceres. Desde Tales, que, absorto en la contemplación de las estrellas, cayó en un pozo y acabó puesto en ridículo por una joven tracia, hasta Husserl, Heidegger o Wittgenstein, torpes e incapaces en la simple normalidad, la historia de la filosofía abunda en ejemplos y anécdotas que documentan la aparente inutilidad de la filosofía para la vida.” 

Franco Volpi


"Dejemos de buen grado a los astrólogos la interpretación de estos retornos periódicos y constatemos simplemente que el panorama de las teorías éticas contemporáneas ofrece un espectáculo babélico. La confusión reina soberanamente, sea en la tradición del pensamiento continental, donde se puede ir desde el "neoaristotelismo" de Gadamer pasando por la "ética de la argumentación" de Jürgen Habermas y Karl Otto Apel hasta la "ética de la responsabilidad" de Hans Jonas, sea en el campo de la discusión anglo-americana, donde se pasa del utilitarismo a la metaética, del neocontractualismo a la ética pública, del liberalismo al comunitarismo, de la bioética a la ética del medio ambiente. El catálogo de las ideas es variado y el turista podría pasear hasta el infinito en el jardín-mercado de las éticas.
La realidad es que se está repitiendo hoy, en medida agravada en razón del cuadro nihilista y del carácter planetario y complejo de la vida moderna, la crisis que ha surcado otras épocas históricas, y que está caracterizada por el conflicto entre visiones del mundo y sistemas de normas diferentes, por la dificultad de encuadrar en los paradigmas éticos tradicionales acciones y hechos morales de nuevo tipo, por la competencia entre las diversas teorías éticas que genera logomaquias sin vencedores ni vencidos y da como resultado la indiferencia, el relativismo y el escepticismo.
Las cosas no van mejor en el plano práctico. Se desvanece la fuerza vinculante de las normas morales y la posibilidad de que encuentren disponibilidad para ser aceptadas y aplicadas. También aquí es necesario constatar: Paradigm Lost. Las referencias tradicionales -los mitos, los dioses, las trascendencias, los valores- han sido erosionados por el desencanto del mundo. La racionalización científico-técnica ha producido la indecibilidad de las opciones últimas en el plano de la sola razón. El resultado es el politeísmo de los valores y la isostenia de las decisiones, e incluso de la estupidez de las prescripciones y la inutilidad de las prohibiciones. En el mundo gobernado por la ciencia y la técnica la eficacia de los imperativos morales parece igual a la de los frenos de bicicleta montados en un jumbo jet (Beck, 1988: 194). Bajo el casquete de acero del nihilismo ya no hay virtud o moral posible."

Franco Volpi
El nihilismo



"El hombre es, sí, una nada aplastada por las fuerzas cósmicas, pero puede, en cuanto piensa y cree, sustraer su contingencia al condicionamiento de otro mundo, el del espíritu."

Franco Volpi




“El nihilismo nos ha dado la conciencia de que nosotros, los modernos, estamos sin raíces, que estamos navegando a ciegas en los archipiélagos de la vida, el mundo y la historia: pues en el desencanto ya no hay brújula ni oriente; no hay más rutas ni trayectos ni mediaciones preexistentes utilizables, ni tampoco metas preestablecidas a las que llegar.”

Franco Volpi



"El nihilismo] nos ha enseñado que no tenemos más una perspectiva privilegiada —ni la religión ni el mito, ni el arte ni la metafísica, ni la política ni la moral, y ni siquiera la ciencia—, capaz de hablar por todos los otros, que no disponemos más de un punto arquimedeo, haciendo palanca sobre el cual pudiéramos nuevamente dar un nombre al todo. Este es el sentido más profundo de la terminología negativa —‘pérdida del centro‘, ‘desvalorización de los valores’, ‘crisis de sentido‘— que el nihilismo ha hecho florecer y que evidentemente expresa la crisis de autodescripción de nuestro tiempo. El nihilismo nos ha dado la conciencia de que nosotros, los modernos, estamos sin raíces, que estamos navegando a ciegas en los archipiélagos de la vida, el mundo y la historia: pues en el desencanto ya no hay brújula ni oriente; no hay más rutas ni trayectos ni mediciones preexistentes utilizables, ni tampoco metas preestablecidas a las que arribar."

Franco Volpi



"Heidegger ha sido el más más grande pensador alemán contemporáneo, y el nacional-socialismo el más trágico totalitarismo del siglo XX. Ese es el problema. ¿Por qué razón una inteligencia tan aguda apoyó una ideología tan bárbara? La coincidencia manifiesta un absurdo incomprensible y el obstinado silencio del maestro teutónico después de la Guerra resulta aún más problemático. Otra vez: ¿cómo pudo el nacional-socialismo atraer en el remolino demónico de su poder a una mente tan sutil? ¿Y por qué Heidegger hizo espacio en sus discursos a conceptos como «pueblo» y «raza»?

Es que a veces los pensamientos abstractos de los filósofos tienen roce con asuntos peligrosos, y se posan donde no deberían. El caso Heidegger es un ejemplo evidente de la complicada boda mística entre filosofía y política. Heidegger pretendió en aquellos turbulentos años ilustrar a Alemania y cultivó la ilusión de llevar la filosofía en el corazón mismo del poder, pero obtuvo lo inverso.

Sin embargo, como dijo Leo Strauss, filósofo de la política, judío emigrado a los Estados Unidos: «Here is the great trouble: the only great thinker in our time is Heidegger» (El verdadero problema es que Heidegger es el único gran pensador de nuestro tiempo). Quiere decir que la filosofía contemporánea está en una gran miseria política. Y que por eso debemos plantear la cuestión: ¿cómo es posible, hoy, reconciliar filosofía y política después de que «el único gran pensador de nuestro tiempo» las disoció tan traumáticamente?"

Franco Volpi



"Hoy se habla a menudo de «pérdida del centro», «desvalorización de los valores», «crisis de sentido»: esta terminología negativa que floreció con el nihilismo indica que no disponemos más de un punto arquímedeo –ni la religión ni el mito, ni el arte, ni siquiera la ciencia– sobre el cual haciendo palanca pudiéramos nuevamente dar un nombre al mundo, a la totalidad de lo que es. El nihilismo de nuestro tiempo ha engendrado una crisis de auto-descripción. Nos avisa que estamos navegando a ciegas en los archipiélagos de la vida, el mundo y la historia. En el desencanto ya no hay brújula ni oriente, no hay más rutas ni trayectos ni mediciones preexistentes utilizables, ni tampoco metas preestablecidas a las que podríamos arribar. El nihilismo ha carcomido las verdades y debilitado las religiones, pero también ha disuelto los dogmatismos y las ideologías, enseñándonos a mantener aquella razonable prudencia del pensamiento, aquella actitud oblicua y prudente, que nos vuelve capaces de navegar entre los escollos del mar de la precariedad, en la travesía del devenir, en la transición de una cultura a la otra, en la negociación entre un grupo de intereses y otro. Después de la caída de lo Absoluto y la entrada en el mundo moderno de la secularización, después de la corrupción del reino de la legitimidad y del tránsito al territorio de la convención, mi filosofía es una filosofía de Penélope que deshace incesantemente su tela, porque no sabe si Ulises retornará."

Franco Volpi




“La filosofía no piensa abstractamente sino que está hundida hasta el cuello en el barro de la historia. Pues de la historia nacen, y en la historia mueren, todas las filosofías que pretenden explicarla.” 

Franco Volpi



"La filosofía tiene una relación muy especial con su historia, por ejemplo, la historia de la medicina y las matemáticas es interesantísima, pero es la historia de errores y se estudian como una galería de antepasados ilustres sin ninguna relación con la producción efectiva del saber hoy.

La filosofía no. La filosofía puede dialogar con el presente. Cualquier filósofo puede ser contemporáneo, se pueden encontrar en un autor antiguo ideas valiosas para el mundo. Por eso en filosofía basta saber leer, descubrir y seguir descubriendo autores del pasado como si fueran contemporáneos."

Franco Volpi




"La novedad fundamental que habría introducido Aristóteles sería justamente la consideración ontológica de la génesis del lenguaje, que Heidegger, retomando su interpretación, entiende de este modo: "Las palabras surgen de ese convenio esencial de los hombres entre sí, en conformidad con el cual en su ser recíprocamente juntos están abiertos al ente circundante, sobre el que en particular concuerdan, pero pueden, al mismo tiempo, no concordar". Es esencial subrayar que este convenio no depende de la voluntad de los individuos que participan del acuerdo, sino que es el horizonte en el cual acontece su participación.
Este aspecto del lenguaje, que precede y condiciona la participación en él, es enfatizado por Heidegger, más allá de la interpretación de la semanticidad del logos en general, también en la fundación ontológica de la apofanticidad del discurso proposicional, y mostrando precisamente la conexión de la estructura del logos con la estructura del mundo. También aquí Heidegger confirma que el ser verdadero o falso del logos deriva de su carácter de sýnthesis o diáiresis que expresa la cópula, que aquí es definida como la indiferenciación del conjunto de Was-sein, Dass-sein y Wahr-sein; y también aquí ese carácter se funda ontológicamente en la actitud (Verhalten) descubriente del hombre, incluso más bien del poder (Vermögen) que tiene el hombre de descubrir el ente y de configurar un mundo, de modo que la configuración del mundo es "el fundamento de la posibilidad interna del logos". Sin embargo, mientras con anterioridad Heidegger había visto el fundamento de la actitud descubriente en la estructura del en tanto que hermenéutico que connota el ser-ahí mismo como comprender, aquí afirma que la estructura del en tanto que es, incluso antes que la estructura del comprender, la determinación esencial del mundo mismo entendido en el sentido de la manifestabilidad del ente en su conjunto. De este modo, la estructura del en tanto que queda vinculada a una raíz común no sólo y no tanto con el ser-ahí, sino también y sobre todo con el ser mismo."

Franco Volpi
Heidegger y Aristóteles



“La sabiduría popular siempre se ha burlado y siempre se burlará de la filosofía pues la considera un saber abstracto, inconcluyente, ineficaz. Para el hombre de la calle, la filosofía no es sino la lógica de aquel discurso que tiene por tema lo absurdo. O el arte de inventar razones para dudar de lo evidente. Peor aún: es un menú de mil páginas sin nada para comer.” 

Franco Volpi


"La vida no es bella. Hay que hacerla bella."

Franco Volpi



"Nietzsche es un escritor y pensador sin par. No sólo por la calidad estética y la profundidad teórica de su obra, sino porque registró, como un sismógrafo sensible, las convulsiones de nuestra época. La crisis de los valores, el agotamiento de los ideales de la tradición vetero-europea y la «muerte de Dios». La búsqueda de nuevos recursos simbólicos y otros fenómenos culturales, encuentran en sus escritos un primer análisis. Por eso Nietzsche ha proyectado su sombra sobre la cultura contemporánea y no ha dejado de atormentar la auto-comprensión de nuestro tiempo, suscitando entusiasmos y atrayendo anatemas, inspirando posturas, estilos y modas culturales, pero provocando al mismo tiempo reacciones y rechazos radicales. Nietzsche es uno de aquellos escasos pensadores de los que no podríamos decir que son verdaderos o falsos, sino que están vivos o muertos. «Miro a veces mi mano» escribe en el medio de su exaltación «y pienso que tengo en la mano el destino de la humanidad: lo divido invisiblemente en dos partes, antes de mí, después de mí». Fue un magnífico profeta, y sigue estando vivo en nuestros días, más que nunca."

Franco Volpi



"Pero para explicar verdaderamente el problema de la metafísica y de su superación en la filosofía analítica hay un episodio inevitable que está en el origen de esta nueva actitud de pensamiento: el episodio que representa Wittgenstein.
Lamentablemente, la actitud de Wittgenstein frente a la metafísica no es ni simple ni unívoca, sino más bien problemática y atormentada: en una palabra, difícil de captar. Está signada por un dilema de fondo que se puede poner en evidencia con la ayuda de una observación de Wittgenstein concerniente a Heidegger, que merece ser mejor considerada de lo que lo ha sido hasta el presente. Los especialistas en Wittgenstein la conocen, pero no le han dado demasiada importancia ni han cuestionado la interpolación que ha sufrido de parte de quienes habrían debido custodiar su integridad.
Se trata de una breve observación hecha por Wittgenstein el 30 de diciembre de 1929 en casa de Moritz Schlick en Viena, y que fue registrada por Friedrich Waismann y publicada tras la muerte de aquel. He aquí el texto.
[...]
Evidentemente, Wittgenstein hace alusión a la doctrina heideggeriana según la cual la angustia [Angst], distinguida del miedo [Furcht] que es siempre causado por un factor determinado, debe ser comprendida como un estado del espíritu, una disposición o un temple fundamental [Grundstimmung], en el cual el Dasein pierde el sentido cotidiano y familiar del ente en su totalidad y se encuentra por ello arrojado y cara a cara con la nada. En este sentido, la angustia tiene una función ontológica reveladora en la medida en que abre el Dasein, más que toda teoría filosófica, a la experiencia del ente en su totalidad, y también en el sentido negativo de una pérdida de significación que lo conduce a la experiencia de la verdadera nada (y no a la nada obtenida por la simple negación lógica de la totalidad del ente)."

Franco Volpi
La superación de la metafísica



"[Si bien] el nihilismo ha carcomido las verdades y debilitado las religiones; también ha disuelto los dogmatismos y hecho caer las ideologías, enseñándonos así a mantener aquella razonable prudencia del pensamiento."

Franco Volpi














No hay comentarios: