Grant Solomon

El Experimento Scole

La invitación se dirigía a nuestro amigo Harry Oldfield, el docto e inventor protagonista de nuestro último libro, Harry Oldfield’s Invisible Universe.

Harry sonrió con ademán socarrón mientras se la entrega. «¿De qué se trata?», preguntamos. «Todo está escrito aquí», responde Harry, enseñando la carta, mientras la vuelve a leer. «Pan para vuestros dientes, diría yo». «¿Tienes intención de ir?». «Intentad pararme. Este trabajo está en los confines de la ciencia. Es importante para todos nosotros. Podría cambiar nuestra visión colectiva de la naturaleza de la vida misma». La carta explicaba que un grupo de experimentadores estaba en contacto con personas «traspasadas» y convertidas en «espíritus», que afirmaban haberse despertado en otro mundo después de la muerte.

En la carta se sostenía que los seres espirituales se manifestaban en la bodega donde se hacían los experimentos. Además, las comunicaciones sucedían utilizando tecnologías modernas, como máquinas fotográficas y grabadoras. Estudiábamos desde hacía ya tiempo fenómenos similares —obtenidos con y sin instrumentos— y estábamos impacientes por comprobar personalmente esta historia. ¿Realmente habían grabado estos experimentadores contactos con otra dimensión en un equipo moderno?. Nuestro interés por la posibilidad de la vida después de la muerte se había intensificado después de los duelos que nos habían afectado en primera persona. Cuando Grant era todavía estudiante universitario, su padre, de apenas cuarenta años, había muerto de repente, golpeado por una hemorragia cerebral; mientras la mejor amiga de Jane había desaparecido recientemente, con sólo treinta años, después de una larga lucha contra el cáncer. La muerte física es algo que todos debemos afrontar, y muchos se preguntan si ésta es realmente el «fin». A través de la historia la muerte se ha visto por muchas civilizaciones como una transición «hacia otro lugar». Al igual que muchas personas querríamos conocer enseguida la respuesta a la pregunta sobre la supervivencia, sin tener que esperar hasta nuestra desaparición para descubrirlo… o no, según el caso.

Por esto, el domingo 3 de mayo de 1998, dejamos nuestra casa en Essex dirigiéndonos hacia Lyng, en Norfolk, para participar en un seminario organizado por el grupo experimental de Scole (GES). Después de un viaje marcado por la lluvia y el viento, llegamos al seminario y pronto descubrimos que la invitación había despertado curiosidad en otra treintena de personas. Después, nos enteramos de que muchas de éstas seguían desde hacía ya mucho tiempo los progresos de GES. Algunas habían formado también su propio grupo experimental bajo la dirección del GES, y a su vez comenzaban a experimentar fenómenos insólitos. Se presentó Robin Foy, uno de los fundadores del grupo de Scole. Explicó que el grupo se había formado a comienzos de 1993 y actuaba de modo totalmente independiente del movimiento espiritualista o de cualquier otra organización. No era religioso ni sectario. El trabajo desarrollado pretendía ser universal e implicaba a individuos de todas las clases sociales, cualquiera que fuera su credo. Todos los componentes del grupo estaban implicados en una investigación científica seria en el campo de los fenómenos paranormales, donde se utilizaba una aproximación totalmente nueva y única. Se reunían dos veces por semana en sesiones experimentales para el desarrollo de fenómenos paranormales físicos objetivos y tangibles, en la bodega de la casa de Scole, cerca de Diss, en el Norfolk. Esta cueva se había transformado en un «laboratorio de ciencia experimental», pero ellos preferían llamarla afectuosamente «el cubil de Scole».

Muchos de los experimentos eran realizados simultáneamente. El grupo estaba en disposición de efectuar grabaciones audio, video-grabaciones y experimentos fotográficos en el mismo mes y casi durante la misma sesión. Poco después del comienzo del experimento de Scole, algunas entidades habían empezado a manifestarse durante las sesiones experimentales. Abriendo el camino a formas totalmente nuevas de fenómenos paranormales tangibles, su propósito era demostrar, de una vez por todas, que la muerte no existe y que existen otras dimensiones de existencia. Estas dimensiones se ocultan a nuestra normal percepción de los límites de nuestros sentidos y de los actuales instrumentos científicos. Se le explicó al grupo que los espíritus guías eran «miles de mentes» que trabajaban al unísono para obtener esa prueba tangible de la existencia de otras dimensiones. Otros equipos de espíritus se estaban preparando para trabajar con grupos similares. Algunos ya habían comenzado.

El mundo espiritual sabía que una demostración convincente debía incluir una prueba tangible que pudiera ser controlada y llevada fuera del lugar del experimento para ulteriores estudios. Por lo que parecía, los espíritus guías estaban en disposición de crear «acontecimientos» en nuestra dimensión, utilizando el poder del pensamiento para influir en los átomos y moléculas «de nuestro mundo». Todo el trabajo giraba en torno a aquello que definían como «energía creativa». Se trataba de un conjunto de tres tipos distintos de energía que podían manipular para producir los resultados que deseaban. Aparentemente, no había sido posible activar esta técnica hasta el presente estadio de desarrollo de la Tierra. Los científicos y técnicos del mundo espiritual desarrollaban gran parte del trabajo más duro detrás de los cinco. Se trataba de personalidades que se habían interesado por la tecnología y por los experimentos científicos durante su existencia en la Tierra, interés que también habían mantenido después de haber entrado en los reinos espirituales. En octubre de 1993, lograron producir el primer fenómeno real: una moneda tele-aportada. En los dos meses siguientes, los componentes del grupode Scole fueron testigos de luces que se agitaban, campanillas que sonaban, objetos que se levantaban, crujidos y fuertes golpes.

En enero de 1994, los participantes fueron rociados con agua, y luces inquietas comenzaron luego a tocarlos. Comenzaron también a oír palabras pronunciadas a media voz. Esta técnica de comunicación fue conocida con el término de «voz difusa». Estas voces llegaban desde toda la estancia y hasta del interior  de las paredes. Inmediatamente después de estas manifestaciones, comenzaron los experimentos de fotografía espiritual. A petición de los espíritus guía, el grupo de Scole llevó a la bodega máquinas fotográficas. Éstas se levantaban y disparaban fotos solas. Una vez reveladas, las películas mostraban imágenes sorprendentes. Después los guías pidieron al grupo poner sobre la mesa películas Polaroid y las «influyeron». Este trabajo continuó hasta la fase en que el reparto fotográfico de los espíritus guía fue capaz de impresionar rostros, luces, palabras y frases escritas a mano, y diagramas en películas todavía envueltas en el rollo que era colocado simplemente sobre la mesa durante los experimentos, sellado todavía en la preparación original.Durante los experimentos tenían lugar notables e inexplicables cambios de la temperatura ambiental, un fenómeno que, a partir de abril de 1994, incluyó ráfagas frías.El trabajo progresó rápidamente en pocos meses. Las entidades espirituales comenzaron a escribir en un bloc de papel con un lápiz que era dejado en el suelo. Al interruptor de la toma eléctrica, se le hacía disparar varias veces, provocando la interrupción del magnetofón. Después el grupo asistió a la proyección de imágenes de seres espirituales. Hubo un arranque de aplausos cuando se manifestaron los primeros visitantes sólidos. De hecho, ellos se transportaban a sí mismos desde su dimensión y se unían «físicamente» a los componentes del grupo de la bodega. Los espíritus guía decían con frecuencia que aceptarían de buena gana la colaboración de los hombres y mujeres de ciencias y letras, y que esto sucedería en el futuro. Sin embargo, a los componentes del grupo nunca se les reveló con exactitud cuando sucedería esto.

Ellos se sintieron por eso comprensiblemente complacidos cuando el 2 de octubre de 1995, acogieron a tres ilustres componentes de la Society for Psychical Research (SPR) en una sesión experimental. Estos investigadores científicos, que incluían profesores de diversas disciplinas como ingeniería electrónica, psicología, matemáticas y astrofísica, tuvieron muy pronto ocasión de asistir y controlar personalmente algunas de las pruebas fotográficas y otros experimentos. Su investigación terminó con un informe científico exhaustivo ,el Informe de Scole, publicado en 1999.Con el correr de las horas, oímos declaraciones y declaraciones en relación a las experiencias del grupo que habrían desafiado la credulidad de algunos. Oímos hablar de los magnetófonos utilizados para transmitir las voces de los espíritus, de comunicación directa, de imágenes tomadas en vídeo, de la construcción de un aparato especial en base a las instrucciones de los espíritus guías, de aportes de objetos y de sorprendentes exhibiciones de luces.

LUCES Y LEVITACIONES

Inmediatamente después de las palabras de Patrick, el grupo comenzó a ver lucecitas brillantes que aparecían de la nada y lanzaban dardos por la habitación. Eran luces espectaculares, parecidas a estrellas fugaces, bajaban rapidísimamente del techo formando una curva, para desaparecer luego en la nada. Eran acompañadas de chispas y de una inequívoca detonación. Fue en este momento cuando la bocina se elevó graciosamente de la mesa; los movimientos eran visibles en la oscuridad gracias a las etiquetas fosforescentes colocadas en torno a sus dos extremidades. El cono de metal fluctuó elegantemente hacia el techo antes de «dar vueltas por toda la habitación, manteniendo una órbita constante». Patrick explicó así el fenómeno:

Hermoso ¿verdad? El objeto es manipulado por dos jóvenes entidades, hijas de nuestro mundo. Se encuentran sobre la mesa. Nuestro grupo está explorando métodos completamente nuevos de interacción interdimensional. Estamos demostrando una forma de tecnología científica espiritual que implica un tipo especial de energía.

ENERGÍA CREATIVA,EL PASO Y FORMAS DE ENERGÍA

El grupo pidió a los guías espirituales que explicaran lo que entendían por «energía». Manu respondió:

La energía de que hablamos es una mezcla de «energía creativa» procedente de tres fuentes específicas.

-La primera, la llamaremos «energía espiritual» que llevamos con nosotros desde nuestro mundo.

-La segunda es energía humana, que tomamos de vuestros cuerpos durante los experimentos.

-Y la tercera es la energía de la Tierra, que es sacada de las «columnas» o«depósitos» de energía natural que existen en ciertos lugares geográficos de vuestro mundo. Estas energías eran conocidas y utilizadas en la antigüedad, pero es un conocimiento que ahora se ha olvidado. Tratamos de ayudar a la humanidad a recordar.

Se le explicó al grupo que el efecto creado por la energía podía ser considerado como equivalente a un campo electromagnético. Mientras los miembros del grupo hablaban con Patrick, el cono de aluminio continuó moviéndose con gracia alrededor de la habitación. Después, se agazapó serpenteando entre las patas de las sillas antes de aterrizar delicadamente, en posición vertical, sobre la mesa. Aquí, con gran diversión del grupo, comenzó a dar vueltas y a agitarse. Después llegó el turno a otro comunicante que se presentó a través de Alan:«Soy Raji».

Este fidedigno gentil hombre dijo que era su agradable deber explicar algo de lo que sucedería. Los comunicantes estaban desarrollando experimentos con la energía. Uno de sus fines últimos consistía en hacer visibles a varios «visitantes» de otros planos de existencia a los ojos del grupo en ulteriores sesiones. Para poder realizar los experimentos programados, explicó Raji, los guías tuvieron que construir una vez energía sobre los participantes reunidos en torno a la mesa. Esta vez había sido ya perfeccionada y podía ser puesta a punto en pocos segundos. Desde aquel momento en adelante, los espíritus guía harían aquella operación al comienzo de cada sesión, y todo el trabajo se desarrollaría bajo este paraguas de energía.

Raji explicó también que había sido construido un «paso espiritual» en el centro de la mesa. Muy pronto, a través de este paso, se manifestarían las entidades espirituales. Las informaciones relativas a la nueva «energía creativa» y al «paso espiritual» marcaron un giro en el trabajo del grupo. Después de esto, durante la semana los fenómenos en la «cueva de Scole» se hicieron cada vez más espectaculares. Se oían continuamente golpes secos y batacazos sobre las sillas, sobre la mesa y sobre las paredes. Las luces paranormales, aparecidas inicialmente como estrellas fugaces, se ausentaron con un movimiento más delicado y llegaron a explorar metódicamente todo el espacio de la bodega cada vez que el grupo se reunía. Desde aquel momento en adelante, el progreso del grupo de Scole fue rapidísimo. Los fenómenos se intensificaron cada vez más. Se comenzó a tener la impresión de que la bodega «vibraba» de energía. Entretanto, el grupo había puesto cuatro etiquetas fosforescentes sobre la mesa para controlar los movimientos. Formas densas de energía comenzaron a moverse en torno a la habitación y al hacerlo así, oscurecían de vez en cuando las etiquetas fosforescentes.

MÚSICA, MEDITACIÓN Y CURACIÓN

A finales de diciembre de 1993, pidió Manu al grupo que tuvieran más cuidado en la elección de la música que se escuchaban durante las sesiones, dado que las melodías demasiado tristes obstaculizaban el trabajo. Por lo que parecía, el progreso dependía de la creación de la atmósfera adecuada, que comprendía las «vibraciones» generadas por la música. La música melancólica bajaba las vibraciones, mientras que la alegre las elevaba. Desde aquél momento, a los siete miembros se les pidió meditar un tiempo breve todos los días. La meditación era importante para prepararlos al trabajo que les esperaba y permitía a cada individuo, «tocar los reinos espirituales» sobre una base regular, y esto contribuía a elevar las vibraciones de sus cuerpos de modo que pudieran ser utilizados con mayor facilidad y eficacia, como instrumentos. Manu explicó que la meditación, y la armonía y el amor presente durante las sesiones contribuirían a generar poderosas energías curativas dentro del grupo. Los componentes del grupo se convertirían así en instrumentos a través de los cuales los guías podrían transmitir las energías curativas al plano terrestre; a ellos se les pedía enviar mentalmente estas energías, un momento antes de cada oración de clausura, alas personas que necesitaban de ella. Muy pronto, el grupo comenzó a recibir señales regulares de las personas que admitían sacar beneficio de esta curación «lejana» o «a distancia».

VOCES Y OTROS RUIDOS

Después de haber revelado que el nuevo modo de trabajar implicaría la energía, y no el ectoplasma, los guías espirituales explicaron también que la nueva energía se utilizaría para generar «voces de energía», que podían dirigirse al grupo desde una posición de media altura. Durante una de las primeras sesiones, Raji se comunicó a través de su médium, Alan, durante gran parte de la tarde pero, durante unos momentos, el grupo se divirtió mucho, cuando Edward Matthews un espíritu sensible cuyo cuerpo había sido matado durante la primera guerra mundial hizo de todo para que se le notara. En un segundo momento, Raji explicó la dificultad de Edward: no se había tratado de un intento de producir «voces de energía», sino de un experimento que pretendía la utilización del médium de una forma completamente nueva. Los guías dijeron que usaban las cuerdas vocales del médium para comunicarse, pero que las habían «alargado» mucho más allá de su cuerpo, de aquí la sensación de que las voces provenían de otra parte de la habitación. Desde aquel momento en adelante el grupo definió este fenómeno como «voz difusa». Los críticos han sometido a discusión lo adecuado de la expresión «alargado» en este contexto. Naturalmente, las cuerdas vocales no habían sido manipuladas

físicamente de este modo en cuanto que esto habría podido ser algo dañoso para la salud del médium. La respuesta del grupo fue sencilla. «Los guías han tratado de utilizar palabras que describieran los fenómenos de modo figurado y adecuado; pero a veces, esto les ha puesto en dificultad. El problema es que todavía no hay un vocabulario adecuado para explicar algunas de las cosas que sucedieron». El punto era que los espíritus guía habían utilizado las cualidades físicas, energéticas y espirituales del médium para realizar el fenómeno.

Necesitaremos tiempo para definir un vocabulario común que describan fenómenos semejantes, y el grupo nos ha pedido tener muy presente este punto cuando presentemos el material. Otros comunicantes aprendieron muy pronto a hablar a través de la voz difusa. Arnold fue el primero, pero al principio tuvo grandes dificultades para hacerse oír utilizando la nueva técnica. El segundo comunicante no tuvo estos problemas. Naturalmente, Nuvola Bianca era una guía muy fuerte. Su voz se hacía audible a todos rápidamente. Sin embargo, dijo que ya había hecho muchos intentos de comunicarse con el círculo, pero que ninguno de los participantes había conseguido sentirla, dado que la frecuencia de las vibraciones había sido siempre equivocada para este tipo de comunicaciones. Había perseverado, no obstante, hasta que las condiciones habían llegado a ser perfectas. Además de los golpes sobre la mesa, que parecían ser producto de un par de barras de madera, el grupo de Scole, entre tanto, había notado muchos ruidos, incluidos diversos batacazos sobre la mesa y golpes en las paredes y en las sillas. Estos ruidos estaban destinados a convertirse en un elemento importante de su experiencia durante la experiencia de Scole.

OTROS FENÓMENOS

El Día de Año Nuevo de 1994 encontró a los miembros del círculo de Scole muy optimistas sobre el desarrollo de los fenómenos. El 3 de enero, la primera vez en tres semanas que el círculo se encontraba de nuevo al completo, los espíritus guía tuvieron la oportunidad de mostrar en serio lo que podían hacer con la nueva energía. La sesión comenzó con un golpe seco sobre la lámpara del techo, que anunciaba la llegada de Manu. Poco después, sonaron las campanillas, la señal de llegada de Patrick. Siguió la ya familiar exhibición de luces, pero esta vez el fenómeno fue mucho más intenso. El efecto de las estrellas fugaces había mejorado y algunas luces se agitaban también en la mesa y en el techo. Los guías pidieron al grupo permanecer en silencio durante un momento y concentrar sus pensamientos en el «paso dorado» que había sido creado sobre la mesa. La mesa comenzó entonces a inclinarse sobre las etiquetas fosforescentes pegadas encima.

De acuerdo con las instrucciones, durante toda la semana siguiente el grupo recogió varios objetos para futuros experimentos de levitación. Durante la sesión del 10 de enero, estaban presentes seis miembros del grupo. El cuarto fragmento grabado en la casete era Sleepy Shores, al final del cual se manifestó Manu; fue así como se convirtió en «contraseña musical» que anunciaba su llegada. El grupo observó que, en aquella ocasión, los fenómenos se habían iniciado antes. Después de la introducción de Manu, se oyeron repicar las campanillas y Patrick se manifestó, seguido poco después por Raji. Cada uno explicó brevemente lo que sucedería, mientras durante toda la tarde el cubo de madera de balsa, una pequeña caja forrada con una lámina de plata y dos cilindros de cartón se elevaron y dieron vueltas por la bodega en varias ocasiones. Al grupo se le pidió luego que quitase las escudillas de agua que habían sido colocadas alrededor de la habitación, de acuerdo con los métodos tradicionales para producir los fenómenos.

El 17 de enero, el grupo contó que las luces fueron «increíbles». Se agitaron a media altura durante toda la sesión, con frecuencia a una velocidad loca. En un momento dado, el grupo contó diecinueve luces mientras caían del techo, una después de otra, como en formación, para desaparecer luego en la mesa. Inmediatamente después de este «bombardeo en picado», las mismas luces vibraron fuera de la mesa, balanceándose en el aire una después de otra. Una luz describió un círculo perfecto ante de sus propios ojos, dando vueltas a tal velocidad que daba la impresión de ser un anillo de luz continua, más que una veleta.

Hubo también experimentos de levitación. En primer lugar, uno de los cilindros de cartón se dirigió derecho hacia el techo antes de fluctuar dulcemente por la habitación, más o menos como había sucedido con la bocina que ahora había sido suprimida. Ambos cubos de madera de balsa realizaron vueltas parecidas a media altura, permaneciendo a veces suspendidos a no más de algún centímetro por encima de los rostros de los participantes. Un episodio divertido sucedió cuando los cubos «asintieron» en respuesta a alguna pregunta. También los movimientos de un segundo cilindro de cartón y del estuche cubierto de plata fueron controlados, y se elevaron a media altura para que todos lo vieran. La mesa fue elevada parcialmente una vez más, mientras sobre ella «resonaban golpes intermitentes, que recordaban el crepitar de una metralleta».

El 14 de febrero, día de San Valentín, estaban presentes los siete miembros del grupo. Los guías dijeron que habían traído siete regalos, «en el espíritu del amor» y al terminar la tarde fueron hallados sobre la mesa siete objetos: un pañuelo de mujer con la inicial «H»; un franco francés de 1923, con la inscripción Chambre de Commerce de France; un cortaplumas con la empuñadura de madreperla; una medalla de plata con la grabación de la Gran Segadora (la muerte); una medalla deportiva de plata; un sujeta corbatas con una perla engarzada y un collar de marcasita . Como de ordinario, era Manu el que parecía más implicado en estos aportes. Dijo que aquélla tarde le ayudaban en aquella tarea feliz dos espíritus niños de la era victoriana. Le habían incluso ayudado a elegir los regalos. Durante la sesión se desplazaron en pareja dos luces, explorando la bodega a una distancia constante de unos diez centímetros. Se comportaban como una luz única, como si fueran dirigidas por una sola inteligencia, después, cuando se lo pidieron, rozó las manos de dos participantes. Luego comenzaron a aparecer manchas luminosas en toda la estancia.

Dado que la siguiente sesión sería la tan esperada «noche de Patrick», la última parte de la sesión del 14 de febrero fue dedicada a instrucciones en el último minuto con vistas al acontecimiento.

«Quisiéramos que formaseis un semicírculo de cara al habitáculo, dentro del cual se sentará Alan», explicó Patrick. «Por favor, colocad la mesa entre vosotros y el médium». Los comentarios de Patrick fueron hechos utilizando el método apenas  desarrollado de la voz difusa, con su «hasta la vista» final procedente de un punto de unos sesenta centímetros del cuerpo en trance de Alan.

Finalmente llegó la «Noche de Patrick». El grupo no podía imaginar que duraría tres horas largas. Robin sonreía mientras nos explicaba algunos preparativos. «En broma, colocamos un cenicero, un puro, una latita de Guinness(cerveza) y una garrafa sobre una silla de madera detrás de nosotros. Sabíamos que a Patrick le gustaba fumar puros y beber “una pinta de cerveza oscura» cuando vivía». Alan, el médium de Patrick, se puso encima tiras fosforescentes en las rodillas de modo que los demás pudieran controlar su posición. La excitación por cuanto podía suceder estaba por las nubes. Llegó en primer lugar Manu. Luego sonaron las campanillas, y se presentó Patrick con su inconfundible acento irlandés, antes de explicar parcialmente lo que sucedería.

«Durante esta sesión toda la energía será conservada para una finalidad especial que los guías tienen en su mente. ¡No os lo perdáis!».

Pequeñas luces, mucho más luminosas de cualquiera otra vista anteriormente, comenzaron a agitarse por la habitación. Aparecieron las manchas luminosas y por  primera vez iluminaron la mesa mientras pasaban por encima. Después las luces más pequeñas se encargaron de emitir haces luminosos, parecidos a la luz de una antorcha, mientras se movían por la habitación. Se formaron columnas resplandecientes a los lados y sobre el área rodeada por las cortinas, donde estaba sentado Alan. Estas columnas luminosas eran de un metro y medio de largas y deveinte centímetros de anchas. Aparecían esporádicamente «cortinas» de luces; medían noventa centímetros de lado e iluminaban de forma viva el espacio por dentro. El espectáculo de luces pareció crecer en intensidad hasta alcanzar luego el clímax. De improviso, Patrick dijo que prestaran atención:«¡Mirad hacia las cortinas!».

Todas las miradas se dirigieron hacia el punto indicado donde uno de los haces luminosos estaba iluminando la figura materializada del mismo Patrick. Los miembros del grupo cuentan que llegaron a ver la cabeza y las espaldas. Uno de ellos lo vio también claramente hasta la cintura. Patrick llegó a repetir esta materialización durante cinco veces antes de desvanecerse, de modo que todos tuvieron la posibilidad de observarlo en la luz especial proyectada.

Fue así como las extrañas experiencias del grupo crecieron en intensidad entre el otoño de 1993 y los primeros meses de 1994. Como hemos visto, en este periodode grandes cambios, el fenómeno principal lo formaban los aportes. «Los espíritus guía seguramente nos ofrecían los regalos con amor», dijo Sandra. «Hasta el día de hoy, nosotros y nuestros huéspedes habíamos recibido más de setenta regalos». Los aportes continuaron llegando durante muchos meses.

Grant y Jane Solomon














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