Thomas Mann

Citas de libros de Thomas Mann:




“Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.”

Thomas Mann


“Cada día me siento más inclinado a admitir que hay en la música algo de extraño. Una afirmación de máxima energía. No diré abstracta sino más bien sin objeto, energía pura, en la claridad del éter.”

Thomas Mann



“Cada palabra que sale de su boca es tan redonda y apetitosa que, cuando le escucho, me hace pensar en panecillos calientes.”

Thomas Mann


“Cada ser humano razonable debería ser un socialista moderado.”

Thomas Mann


“Combate mejor y con más ahínco quien más arriesga.”

Thomas Mann



"Cómo le será permitido al poeta equivocarse, cuando su naturaleza y su destino han sido colocados en el sitio más destacado del mundo?... El poeta que fracasa frente al problema humano, planteado bajo la forma política, no es solamente un traidor a la causa del espíritu, en provecho del partido del interés, sino además un hombre perdido. Su pérdida es ineluctable. Pierde su fuerza creadora, su "talento" y ya no habrá nada duradero; más aún, su obra anterior que no lleve la marca de su falta y que haya sido buena, dejará de serlo; ya no significará nada a los ojos de los hombres."


Thomas Mann



“Con el tiempo, es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil.”

Thomas Mann



“Conserva Todo momento como sagrado. Dale a cada uno claridad y significado, a cada uno el peso de tu conciencia.”

Thomas Mann



"Cuando por primera vez su mujer Mahaute lo vio trabajar en la construcción del establo, levantó los brazos al cielo y manifestó enorme extrañeza ante lo que hacía, pobre como era, y para qué. Pero él no dijo nada. Cuando después llegaron dos vacas, un poco más tarde otras dos más, luego la pocilga y los cerdos, a continuación el cuarto y finalmente el campo de nabos, ella se extrañó terriblemente, y ante cada novedad puso el grito en el cielo:
—¿Es que te has vuelto loco? Por amor de Dios, hombre, ¿qué te ha dado en la cabeza y a dónde iremos a parar con nuestra miseria? Dios nos asista, hombre, ¿de dónde sacas el oro para toda esta abundancia? ¡No teníamos más que podridos alimentos! ¡Hombre, esto no puede ser nada bueno, y ahora ya cultivas zanahorias! ¡Si no me dices de dónde sacas el dinero, voy a creer que tienes tratos con el demonio!
—¿No te prohibí por mi cincho que jamás hicieras preguntas? —amenazó el marido.
—¡Es por el niño por quien me prohibiste preguntar, no por el dinero!
—Te prohibí toda clase de preguntas —dijo el marido.
—¿Así que no puedo preguntar nada? Reúnes tesoros y te haces con vacas y cerdos por arte de hechicería, ¿y no puedo preguntar cómo lo consigues?
—Mujer, una palabra más y me quito el cincho y te hago poner el grito en el cielo por otras razones.
Entonces ella calló. Pero una noche en que él buscaba su cuerpo, ella no dejó que se le acercara si antes no le revelaba cómo había sido lo del niño; que él y su hermano lo habían salvado del temporal con las manos ateridas, y el abad lo había descubierto y le había dado dos marcos de oro para que lo criaran para el monasterio. Pero de quién era hijo y quién lo había librado al mar en el tonel, nadie lo sabía."

Thomas Mann
El elegido



“De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típicos gritos hidro-cefálicos, a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor.”

Thomas Mann



"-¿De verdad? -preguntó el doctor Krokovski, inclinando la cabeza a un lado como para burlarse y acentuando su sonrisa-. ¡En tal caso es usted u fenómeno completamente digno de ser estudiado! Porque yo nunca he encontrado a un hombre enteramente sano."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 28-29




"Deberías considerar que existe una manera de ser artista tan profunda, tan determinada por el nacimiento y el destino que nada le parece tan dulce y digno de ser vivido como el anhelo de las delicias de la vulgaridad."

Thomas Mann




“Detesto la locura, la aborrezco desde el fondo de mi alma, aborrezco a todos los genios desequilibrados, o semi genio; detesto todo emocionalismo, toda pose excéntrica. ¡Audacia y osadía, si! La audacia es todo, es lo único indispensable; pero una audacia serena, decorosa, correcta, como envuelta en el suave terciopelo de la ironía. ¡He ahí lo que yo soy y lo que quiero ser!”

Thomas Mann


"Dices que no estamos aquí no para hacernos más sabios, sino para curarnos. Tienen que poder conciliarse ambas cosas, querido primo, y si no lo crees así caes en el dualismo, y eso es siempre un gran error, tenlo en cuenta."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 559


"El arte no será jamás moral ni virtuoso en ningún sentido político, y el progreso nunca podrá poner su confianza en el arte, porque éste tiene una tendencia fundamental a ser indigno de confianza y traicionero; su deleite en lo escandalosamente irracional, su predilección por la "barbarie" que genera belleza, son indestructibles. (...) Una fuerza irracional, pero poderosa; y el apego que siente por él la humanidad demuestra que el hombre no es capaz de vivir solamente de racionalismo ni está dispuesto a ello."

Thomas Mann



"El artista es siempre el último en hacerse ilusiones en cuanto a su influencia sobre el destino. Ha desdeñado el mal, pero no ha podido impedir su victoria. Preocupado en darle sentido, no puede impedir los sangrientos despropósitos."

Thomas Mann



“El entonces se repite sin cesar en el ahora, y el allá se repite en el aquí. Y, como por otra parte, a pesar de los más desesperados esfuerzos, no se ha podido representar un tiempo finito ni un espacio limitado, se ha decidido creer que el tiempo y el espacio son eternos e infinitos con la esperanza de conseguir una explicación un poco más perfecta.”

Thomas Mann



“El escritor es aquel al que escribir le resulta más difícil que a las demás personas.”

Thomas Mann


“El hombre no debe dejar que la muerte reine sobre sus pensamientos en nombre de la bondad y del amor.”

Thomas Mann


“El hombre no vive únicamente su vida personal como individuo, sino que también, consciente o inconscientemente, participa de la de su época y de la de sus contemporáneos.”

Thomas Mann


“El orden y la simplificación son los primeros pasos hacia el dominio de un tema, el enemigo real es lo desconocido.”

Thomas Mann


“El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado.”

Thomas Mann


“El tiempo es activo, produce. ¿Qué produce? Produce el cambio. El ahora no es el entonces, el aquí no es el allí, pues entre ambas cosas existe siempre el movimiento.”

Thomas Mann



“En las inconmensurables extensiones del tiempo, vemos cómo la vida avanza y asciende desde su origen hasta el hombre, y no podemos negar que a la humanidad todavía le aguardan infinitas posibilidades de perfeccionarse.”

Thomas Mann




"En lo profundo de mi alma abrazo la creencia de que con el "Así sea" de Dios, que creó al cosmos de la nada, y con la generación de vida a partir de lo inorgánico, fue el hombre lo que se intentaba crear en última instancia y que con él se inició el gran experimento, cuya falla debida a la culpa del hombre sería la falla de la creación en sí, equivalente a su refutación. Ya sea que esto sea o no así, sería bueno que el hombre se comportara como si así lo fuera."

Thomas Mann


"En nuestra época, el destino del hombre presenta su sentido en términos políticos."



Thomas Mann
  

“Es el amor, no la razón, que es más fuerte que la muerte.”

Thomas Mann



“Es él quien puede deber su vínculo al mundo de las imágenes y las apariencias, estar ligado a ellas de forma sensual, voluptuosa, pecaminosa, y aún así ser a la vez consciente de que pertenece al mundo de la idea y el espíritu, lo mismo que el mago que convierte la apariencia en transparente para que la idea y el espíritu sean visibles a través de ella.”


Thomas Mann
  
  

“Hay una cosa más fuerte que la muerte: es el amor, no la razón.”

Thomas Mann




“He leído con profunda emoción el libro y su documentación sobrecogedora. No puedo describir el sentimiento de aversión y odio que embarga mi corazón al leer estos relatos de degradación humana y crueldad abominable. El silencio solo serviría para fomentar la indiferencia moral del mundo, ustedes han cumplido con su deber al publicar este libro y sacar a la luz pública estos hechos.”

Thomas Mann


“La belleza puede herirnos como un dolor.”

Thomas Mann


“La droga pertenece al diablo, pues provoca la letargia, el estancamiento, la pasividad, el servilismo.”

Thomas Mann


“La enfermedad que amplía la genialidad, que supera los obstáculos y en la embriaguez temeraria salta de roca en roca, es mil veces mejor recibida en la vida de lo que lo es la salud que se arrastra chancleteando.”

Thomas Mann



“La enseñanza humanística (puede considerarme si lo desea un espíritu retrógrado, mi querido ingeniero) in abstracto me parece algo imprescindible...”

Thomas Mann



"La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz."

Thomas Mann



“La música despierta el tiempo, nos despierta al disfrute más refinado del tiempo... La música despierta..., y en este sentido es moral..., ética. El arte es moral en la medida en que despierta.”

Thomas Mann


“La música es inapreciable como medio supremo de provocar el entusiasmo, como fuerza que nos arrastra hacia adelante, cuando encuentra el espíritu preparado para sus efectos.”

Thomas Mann



“La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello; la poesía. Pero engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado.”

Thomas Mann


“La tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad.”

Thomas Mann


“La vejez es la peor de todas las corrupciones.”

Thomas Mann



“La vida es principalmente una oxidación de la albúmina de las células, es de ahí de donde procede ese agradable calor animal, que a veces se siente en exceso. Sí, vivir es morir, no hay nada que añadir a eso, une destruction organique, como no sé qué francés, con su ligereza innata, bautizó a la vida.”

Thomas Mann



"La vida y la experiencia pueden prestar a ciertos vocablos un acento totalmente extraño a su cotidiana significación y coronarlos de un nimbo de espanto que sólo pueden comprender aquellos que hayan descubierto su sentido más aterrador."

Thomas Mann
Doktor Faustus


“La vivacidad de su sentido del tiempo se había debilitado. Los días comenzaban a volar, a pesar de que cada uno de ellos se componía de esperas renovadas y sensaciones silenciosas y secretas... Sí, el tiempo es un singular enigma, una cuestión difícil de aclarar.”

Thomas Mann


“Las opiniones no pueden sobrevivir si no se tiene la ocasión de luchar por ellas.”

Thomas Mann


"Las palabras que designan un rasgo de carácter siempre encierran un juicio moral, bien sea en forma de elogio o de crítica, si bien todo juicio, en el fondo, tiene ambas caras."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 175


"Le gustaba charlar con Rosalie, aun en apartes, no sólo porque ella era una de las que le ayudaban a ganarse el pan, y por tanto una de las bosses, sino también por verdadera atracción. Porque, mientras lo intimidaban la fría inteligencia y las pretensiones intelectuales de la hija, la franqueza femenina y cordial de la madre le era simpática y, sin interpretar correctamente los sentimientos de ésta (nunca se le había ocurrido tal cosa), se dejaba envolver por la cándida atmósfera que emanaba de Rosalie, se complacía en ella y se cuidaba poco de ciertos signos de tensión, inquietud y desazón que él interpretaba como expresiones de la nerviosidad europea y que, por lo tanto, respetaba en alto grado. Junto con los tormentos que padecía Rosalie, hubo de verificarse en su aspecto un cambio, un rejuvenecimiento que llamaba la atención y que le mereció muchos cumplidos. Cierto es que su figura siempre se había conservado juvenil; pero lo que ahora sorprendía era el brillo de sus hermosos ojos pardos, que asumieron una expresión cálida y febril, agregando a su rostro un nuevo encanto; aumentaron de punto los colores del semblante que, tras ocasionales empalidecimientos, volvía rápidamente a recuperar su sonrosado color; los rasgos de su cara, ya llena, adquirían una mayor movilidad en las conversaciones, que solían ser alegres y siempre le ofrecían la posibilidad de corregir, mediante una risa, cualquier involuntaria expresión de su fisonomía. En esas reuniones sociales se reía mucho y a grandes voces, pues todos bebían liberalmente vino y ponche, de manera que lo que podría haber parecido excéntrico en la conducta de Rosalie se perdía en la atmosfera general de soltura y diversión, en la cual nada podía causar gran sorpresa."

Thomas Mann
La engañada


“Los niños contemplan para admirar y admiran para aprender y desarrollar lo que llevan por herencia.”

Thomas Mann


"Los sentimientos y observaciones  del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos que los de la gente sociable; sus pensamientos son más graves, más extraños y siempre tienen un matiz de tristeza. Imágenes y sensaciones que se esfumarían fácilmente con una mirada, con una risa, un cambio de opiniones, se aferran fuertemente en el ánimo del solitario, se ahondan en el silencio y se convierten en acontecimientos, aventuras, sentimientos importantes. La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello, la poesía. Pero engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado.
(...)
Sus nervios acogían ansiosos los lánguidos tonos, las melodías sentimentales y vulgares, pues la pasión paraliza el sentido crítico y recibe con delicia todo aquello que en un estado de serenidad se soportaría con disgusto.
(...)
A veces permanecía en la arena, con los miembros extendidos; la sábana envolvía su delicado cuerpo; el brazo, suavemente modelado, descansaba en el arenal, con la barbilla apoyada en la palma de la mano. El muchacho llamado Saschu, sentado junto a él, lo contemplaba sumiso, y nada más seductor cabe imaginar que la sonrisa de labios y ojos con que él miraba enaltecido al otro, al admirador, al servidor. Su cabello, rubio, de miel, se adhería en los rizos húmedos a sus sienes y a su cuello; el sol hacía brillar el vello de la parte superior de la espina dorsal; se destacaban claramente bajo la delgada envoltura el fino dibujo de las costillas, la uniformidad del pecho. Sus omóplatos eran lisos como los de una estatua; sus rótulas brillaban y sus venas azulinas hacían que su cuerpo pareciese forjado de un fino material traslúcido. ¡Qué disciplina, qué exactitud de pensamiento expresaba aquel cuerpo tenso y de juvenil perfección!"

Thomas Mann
Muerte en Venecia


"Medita sobre la muerte y sé amigo de la vida."

Thomas Mann


“Mi corazón late con fuerza y sabe por qué. No late solamente por razones físicas, no late por la misma razón que las uñas de un cadáver continúan creciendo, late humanamente, y en verdad se siente feliz.”

Thomas Mann


"Moisés, aunque le siguieron doliendo los brazos por muchos días, se sintió dichoso. Que continuó siendo un hombre acosado por las preocupaciones, más que ningún otro sobre la tierra, pronto habremos de ver. Pero en un principio, se sintió feliz de la manera en que habían resultado las cosas. El éxodo había sido llevado a cabo; las fuerzas represivas del faraón habían perecido ahogadas bajo la marea, el viaje a través del desierto había sido realizado, y la batalla por Kadesh había sido ganada con ayuda de Jehová. En esos momentos se hallaba en la cima de su prestigio ante el pueblo de Israel, que lo aclamaba como el «hombre que nos condujo afuera de Egipto». Sólo que ese éxito necesitaba, para dar comienzo a su tarea, la purificación y formación de esa gente, a imagen del Invisible; la tarea de modelar esa carne y esa sangre, que tanto anhelaba comenzar. Se sentía feliz por disponer ahora de ella, al aire libre, aislada, habitando en el oasis cuyo nombre significaba santuario. Ése debía ser su taller.
Mostró al pueblo un monte que se divisaba, entre otros, hacia el sudeste del oasis de Kadesh, de nombre Horeb, al que también podía llamarse Sinaí. Cubierto estaba por arbustos las dos terceras partes de sus laderas y desnudo en la cima, donde Jehová tenía establecida su residencia. Esta afirmación no resultaba difícil de aceptar, pues el monte tenía un aspecto desusado, dada su altura y el hecho de que en su cumbre se divisaba una nube que de día tomaba un tinte grisáceo mientras que de noche parecía iluminada. Allí —se dijo al pueblo—, en la ladera cubierta de arbustos, en el límite con la cumbre rocosa, Jehová había hablado a Moisés desde la zarza ardiendo, ordenándole que condujera a su pueblo dilecto afuera de Egipto. Oían esto estremecidos de temor, que por entonces sustituía el recogimiento y la adoración. En verdad, todos ellos, hasta los hombres más valientes, temblaban como cobardes cada vez que Moisés señalaba la montaña coronada por la nube diciéndoles que allí estaba sentado el Dios que había de ser el Único, y que los había señalado como el pueblo de su predilección. Moisés, sacudiendo sus puños, los reprendía por ser pusilánimes y se desvivía por infundirles una actitud más propia y más familiar hacia Jehová, llegando a alzar a tal efecto un altar para Él, en medio del pueblo, en el mismo oasis de Kadesh."

Thomas Mann
Las Tablas de la Ley



“Muy profundo es el pozo del pasado. ¿No deberíamos llamarlo “sin fondo”?... Cuanto más profundo buscamos, tocamos y tentamos en el mundo inferior del pasado, más nos damos cuenta que los cimientos primitivos de la Humanidad, su historia y cultura, se revelan insondables.”

Thomas Mann
La historia de Jacob




“No hay que desposeer a los humanistas de su función de educadores..., no se les puede arrebatar, pues son los únicos depositarios de una tradición: la de la dignidad y belleza humana. En otras épocas, los humanistas reemplazaron a los sacerdotes que, en tiempos turbios y antihumanos, pudieron arrogarse la dirección de la juventud. Desde entonces, señores, no ha surgido otra clase de educador.”

Thomas Mann


"Ocuparse de las matemáticas es, digo, es el mejor remedio contra la concupiscencia."

Thomas Mann


"—Oh el amor, ¿sabes?... el cuerpo, el amor, la muerte, esas tres cosas no hacen más que una. Pues el cuerpo es la enfermedad y la voluptuosidad, y es el que hace la muerte; sí, son carnales ambos, el amor y la muerte y ¡ese su terror y su enorme sortilegio! Pero la muerte, ¿comprendes? es, por una parte, una cosa de mala fama, impúdica, que hace enrojecer de vergüenza; y por otra parte es una potencia muy solemne y muy majestuosa mucho más alta que la vida riente que gana dinero y se llena la panza; mucho más venerable que el progreso que fanfarronea por los tiempos— porque es la historia, y la nobleza, y la piedad, y lo eterno, y lo sagrado, que hace que nos quitemos el sombrero y marchemos sobre la punta de los pies . . . De la misma manera, el cuerpo, también, y el amor del cuerpo son un asunto indecente y desagradable, y el cuerpo enrojece y palidece en la superficie por espanto y vergüenza de sí mismo. Pero también es una gran gloria adorable, imagen milagrosa de la vida orgánica, santa maravilla de la forma y de la belleza, y el amor por él, por el cuerpo humano, es también un interés extremadamente humanitario y una potencia más educadora que toda la pedagogía del mundo. ¡Oh, encantadora belleza orgánica que no se compone ni de pintura al óleo, ni dé piedra, sino de materia viva y corruptible, llena del secreto febril de la vida y de la podredumbre!"

Thomas Mann


"Para el enamorado, el juicio estético de la razón es tan poco justo como el juicio moral."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 347



“Pensad como hombres de acción, actuad como hombres pensantes.”

Thomas Mann


"-Permítame, permítame, ingeniero, que le diga, e insisto sobre este punto, que la única manera sana y noble, es más, la única manera sensata y religiosa de contemplar la muerte es considerarla y sentirla como parte integrante, como la sagrada condición sine qua non de la vida, y no separarla de ella mediante alguna entelequia, no verla como su antítesis y, menos aún, tratar de resistirse de manera antinatural, pues eso sería justo lo contrario de lo sano, noble, sensato y religioso (...) mire, la muerte es digna de honores en tanto es la cuna de la vida, el seno materno de la renovación. Sin embargo, vista como la antítesis de la vida y separada de ella se convierte e un fantasma, en una máscara horrenda o en algo peor todavía. porque la muerte entendida como fuerza espiritual independiente es una fuerza enteramente depravada, cuya perversa seducción si duda es sinónimo del más espantoso extravío del espíritu humano."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 287-288




“Pero al establecer el postulado de lo eterno y lo infinito, ¿no destruye lógica y matemáticamente todo lo infinito y limitado? ¿No queda todo reducido a cero? ¿Es posible una sucesión en lo eterno? ¿Es posible una superposición en lo finito?”

Thomas Mann



“Pero comprendo mal cómo puede usted creer que un corazón tan desesperado, un espíritu tan frío, puede estar dotado para la música.”

Thomas Mann



"Pero ¿qué era el humanismo? El amor a la humanidad, nada más, y por
eso mismo el humanismo también era política, también era rebelión contra todo
cuanto mancillara y deshonrara la idea de humanidad [...] Porque la literatura no
era otra cosa: la unión del humanismo y la política, unión que se realizaba tanto
más fácilmente cuanto que el humanismo era en sí mismo política y la política
no era más que humanismo."

Thomas Mann
La montaña mágica



“Por otra parte, un principio sano sólo puede producir efectos sanos, con independencia de cuál sea su criterio inicial.”

Thomas Mann


“Porque la serenidad en medio de la desgracia, y la gracia en medio de la tortura, no son sólo resignación; son también actividad y encierran un triunfo positivo.”

Thomas Mann


“¡Qué disciplina, qué exactitud de pensamiento expresaba aquel cuerpo tenso y de juvenil perfección!”

Thomas Mann


“¡Qué glorioso regalo es la imaginación y la satisfacción de lo que ofrece!”

Thomas Mann



"¡Qué maravillosa es la vida! Al dar cuerpo a vanas ilusiones, hace realidad los sueños infantiles."

Thomas Mann


"¿Qué zona de lo humano, así fuere la más elevada, la más dignamente generosa, puede ser totalmente insensible a la influencia de las fuerzas infernales, más aún, puede renunciar a su fecundante contacto?"

Thomas Mann
Doktor Faustus, página 9




"Quien se acostumbra a formular críticas fácilmente acaba perdiendo el contacto con la vida."

Thomas Mann
La Montaña Mágica, pág. 285



“Saludó al mar con los ojos, y su corazón se llenó de alegría al contemplarse tan cerca de Venecia.”

Thomas Mann



"Se buscan excusas dilatorias para aprovechar cuantas ocasiones pueden ofrecerme, simplemente porque da miedo lo que ha de venir".

Thomas Mann



“Se trata nada menos que de mi amor por ti, ese amor que se apoderó de mí en el instante en que mis ojos te vieron, o más bien, que reconocí cuando te reconocí a ti, y es él evidentemente el que me ha conducido a este lugar... ¡Qué locura! ¡Oh! El amor no es nada si no es la locura.”

Thomas Mann



“Señores, el lazo histórico entre el humanismo y la pedagogía explica el lazo psicológico que existe entre ambas. No hay que desposeer a los humanistas de su función de educadores..., no se les puede arrebatar, pues son los únicos depositarios de una tradición: la de la dignidad y belleza humana.”

Thomas Mann


"Si pensáramos que Dios está pendiente de la tierra y sus habitantes, que se preocupa porque se respeten sus leyes y se haga su voluntad, debemos llegar a la conclusión de que Dios ha sido derrotado por los hombres, ya que en la tierra nadie hace su voluntad, ni respeta sus leyes. Creo que el hombre ha creado un Dios absurdo, es decir, un Dios a su imagen y semejanza..."

Thomas Mann



“Su método de armonía era de una sumaria sencillez. Estableció tablas de acordes para todas las tonalidades posibles, con ayuda de las cuales cualquiera podía componer, sin esfuerzo, canciones a cuatro o cinco voces, y suscitó de este modo en la comunidad un verdadero frenesí de composición musical.”

Thomas Mann



“Súbitamente sintió el deseo imperioso de escribir. Cierto es que, como suele decirse, Eros ama el ocio, y que sólo para el ocio ha nacido. Pero en ese momento de la crisis, su excitación le impulsaba a tranquilizar por medio de la palabra el torbellino de sus pensamientos.”

Thomas Mann



“¡Sujeta bien el tiempo! Protégelo, vigílalo, cada hora, cada minuto. Si no lo tienes en cuenta se desvanece. (...) Considera sagrado cada momento. Dale a cada uno claridad y significado, a cada uno el peso de tu atención, a cada uno su verdadero y merecido logro.”

Thomas Mann



“Tales etapas en el curso del año, como la fiesta de Navidad, se les aparecían como puntos de descanso, como una especie de columpios gracias a los cuales se podía uno balancear y dar vueltas sobre los intervalos vacíos.”

Thomas Mann


“Toda actitud intelectual es potencialmente política.”

Thomas Mann


“Todo es política.”

Thomas Mann


“Un alma sin cuerpo es tan inhumana y atroz como un cuerpo sin alma. Por otra parte, lo primero es una rara excepción y lo segundo es lo corriente.”

Thomas Mann


“Un escritor es alguien para quien la escritura es más difícil de lo que es para otras personas.”

Thomas Mann


“¡Un ingeniero naval! ¿Sabe que su persona se agranda ante mis ojos? Puedo verle como el representante de todo un mundo: el del trabajo y el genio práctico.”

Thomas Mann


"Un misterio es algo que se define con las palabras más sencillas… o que no se llega a definir."

Thomas Mann
La montaña mágica


"Una gran verdad es aquella cuyo opuesto también lo es."

Thomas Mann


“Y de la misma manera la política se hallaba ligada a la palabra o, más exactamente, había nacido de la unión de la humanidad con la literatura, pues la bella palabra producía la bella acción.”

Thomas Mann


“Y deseaba ardientemente llegar a viejo, pues siempre había creído que sólo es verdaderamente grande y realmente digno de estima el artista a quien el Destino ha concedido el privilegio de crear sus obras en todas las etapas de la vida humana.”

Thomas Mann


“Y era como si a su obra le faltase el fervor de esa alegría ágil que, como ninguna otra cualidad, produce el encanto del público.”

Thomas Mann


“Ya sea así o no lo sea, sería bueno para el hombre comportarse como si así fuera.”

Thomas Mann