Yan Lianke

"China es una nación llena de sufrimiento, muchas veces los chinos no pueden avanzar por la difícil historia de la nación. Como dijiste sobre el “Gran salto adelante” y la “Revolución cultural”, la vida del pueblo chino es realmente una en el cielo, otra en la tierra, una en la noche y una al amanecer. Sin embargo, el hecho de que la apertura de China sea tan buena hoy no nos hará olvidar los desastres de la historia, ni tampoco podemos ignorar las contradicciones respecto a la sociedad actual sólo porque es mejor que ayer.

Las circunstancias de China, nos enseñan que debemos mirarla desde el punto de vista del mundo, comprendiendo sus fortalezas y deficiencias. No debemos entender el mundo desde el punto de vista de China y así comparar las fortalezas. La ignorancia sobre el mundo utiliza las deficiencias de otros países para resaltar las fortalezas propias.

Desafortunadamente, muchas personas miran el mundo desde China, usando la longitud de su propio país sobre otras naciones para sentirse más grandes, en lugar de usar la longitud del mundo para entender lo pequeño que somos. Esta es la tragedia nacional y cultural de nuestra nación. Por ejemplo, frente al poder y la libertad, tomamos la brevedad de los demás para sentirnos más extensos."

Yan Lianke



"Cuando escribo sobre los humildes, escribo sobre mí y mi familia."

Yan Lianke



"En casa de Jia Genzhu se preparaban para festejar por todo lo alto la boda de un hermano menor, una ocasión sin duda dichosa. Jia Genbao padecía también la enfermedad de la fiebre, pero los vecinos de la aldea Ding se pusieron de acuerdo y defendieron ante todo forastero su salud de hierro y apetito voraz. Finalmente lograron engatusar a una joven sana de otro pueblo, que accedió a casarse con él en unos días. La familia quería celebrar un gran banquete con una decena de mesas, pero las conocidas como mesas de los ocho inmortales, que podían acomodar tal número de comensales y de las que toda familia disponía en el pasado, se habían utilizado para fabricar ataúdes."

Yan Lianke
El sueño de la aldea Ding


"En un abrir y cerrar de ojos, Liven fue engullida por el tumulto, como si en mitad de la noche, el sol brillara en lugar de la luna, reemplazando la luz de la luna que había refulgido cada noche con los deslumbrantes rayos del sol. Había sido tomada la decisión de que en Liven se estableciera un grupo de interpretación que se iría de gira por la región de Balou. Realizarían sus escenificaciones en teatros de la ciudad. Las singulares habilidades dramáticas de Liven fueron reseñadas con el título de Chief Liu por el Secretario Shi, que escribió debajo de los nombres y las rutinas habituales.
[...]
Había también un abuelo sexagenario que vivía en frente de la aldea, ciego de nacimiento, cuyos ojos semejaban un campo en barbecho y que era capaz de dejar gotear cera fundida sobre sus globos oculares. La tercera tía, que también vivía en frente de la aldea, se había roto la mano a una edad muy temprana, pero era capaz de cortar más rodajas finas de nabos y coles con una mano que la mayoría de la gente con ambas. En las afueras de la aldea se hallaba Seis Dedos, que tenía un sexto dedo en su mano izquierda -un segundo pulgar. En Liven no podría ser considerado como un ser discapacitado, dado que estaba ileso; sin embargo, desde que era pequeño, había sentido desprecio por ese apéndice extra y cada día lo mordía hasta verlo reducido a una pieza de carne con una uña tan dura como una crisálida. No temía arrancárselo e incluso lo había puesto a humear sobre el fuego como si se tratara de madera vieja, un martillo o algo parecido. Todos en aquella aldea, hombres o ancianos, tenían alguna destreza especial a causa de su discapacidad y todas fueron registradas en el libro de notas del Secretario Shi, explicándoles que formarían un grupo dramático y que se convertirían en actores con habilidades inusuales."

Yan Lianke
Los besos de Lenin



"La inspiración llega, como si fuese el mismo Dios quien acariciara con su mano la cabeza del escritor. Lamentablemente, Dios no nos toca muy a menudo, lo que es un gran dolor para los escritores."

Yan Lianke



"La literatura no se puede separar de su época. Un corazón libre es el requisito mínimo para la buena literatura."

Yan Lianke



"Los ocho candidatos corrían al dormitorio donde se alojaba su instructor y se peleaban por ver quién lo barría o quién lavaba la ropa de su esposa, de tal modo que él no sabía a quién elegir para la sección de cocina. En aquel momento crucial, volviendo al dormitorio un fin de semana, descubrió a su hijo subido a la espalda de Wu Dawang. El niño le daba golpes en la cabeza como si fustigase a un animal de carga, gritando:
—¡Más rápido! ¡Más rápido!
Y Wu Dawang corría en todas direcciones a cuatro patas ladrando como un perro y relinchando como un caballo.
Lleno de ira ante aquel espectáculo, el instructor cogió a su hijo, le dio una bofetada y amonestó severamente a Wu Dawang, que todavía estaba a cuatro patas.
—¿Eres un perro o un caballo? ¿No sirves más que para jugar a ser siervo de los demás?
Wu Dawang se levantó y, sacudiéndose la tierra de las rodillas, respondió:
—Siempre me ha gustado servir a los demás, ya que sirviendo a los demás, ¿no se pone en práctica la teoría? ¿No se sirve al pueblo?
El instructor le miró, estremecido, y quedó un instante silencioso, visiblemente perplejo. Preguntó:
¿Así es cómo interpretas tú la consigna «servir al pueblo?
Wu Dawang respondió con una pregunta:
Un hombre a quien no le gusta servir a los demás, ¿puede decir que pone en práctica la consigna «servir al pueblo»?
[...]
Su mujer fue a verle (al de la brigada de producción.) Farfullando, ella le expuso los detalles de su intimidad. Ahora hacía un mes y nueve días que su marido había vuelto. Al principio de su permiso no solamente no le había hecho la cosa, sino que ni siquiera la había tocado. Pero desde que había tocado el cartel, lo colocaba todas las noches en la cabecera de la cama y le hacía la cosa también todas las noches, no como si fueran un hombre y una mujer, sino como si fuesen dos animales."

Yan Lianke
Servir al pueblo



"No se puede culpar a nadie por lo que hace para sobrevivir."

Yan Lianke



"No tengo ideales ahora. En este entorno, solo quiero que mis hijos tengan una vida sana y buena. Así que quiero que tengan la mente clara y sepan diferenciar lo bueno de lo malo, y no necesitan decir nada en voz alta."

Yan Lianke



"Si no hubiese escritura, sería agricultor, albañil en el campo. Pero entonces, no tendría otra meta que no fuese ganar dinero para vivir. Tal vez en cambio, viviría de manera más segura.

Todo lo que tengo al día de hoy ha sido gracias a la escritura, incluida la ansiedad y el miedo. Leer y escribir le dan sentido y significado a mi vida, pero también mis miedos y ansiedades, se derivan de leer, escribir y pensar.

A veces me pregunto, si una persona posee un campo, y tiene lo básico de la vida asegurado, como el amanecer y el atardecer, ¿Es esa una mejor vida para el ser humano?"

Yan Lianke



"Simplemente les digo a mis alumnos: ‘Al menos, no escriban mentiras'."

Yan Lianke



"Todo escritor roba de la vida. Cuanto mejor es, mayor es el expolio."

Yan Lianke












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