Agustina María Bazterrica

"Hay escritores y escritoras que perciben el pulso de la época. En el caso de Cadáver exquisito lo que estoy trabajando es una forma del capitalismo. No es casualidad que capitalismo y canibalismo suenen tan parecidos. Cómo nos fagocitamos de manera simbólica. En esa ficción hay un virus: en ese momento me pareció verosímil, ya había habido otras pandemias. Además de que esto está sucediendo simbólicamente, la trata de personas es el caso más claro, creo que podría suceder. Ayer estuve en una escuela de Paso del Rey, también por zoom con una escuela de Colombia, me pasa seguido: creo que les alumnes se enganchan por eso, porque sienten que podría pasar. Obviamente está sucediendo con los animales, que se faenan en frigoríficos. Lo que el capitalismo nos enseña es que es un sistema que ya lo tenemos dentro. Nos enseña a naturalizar la crueldad y consideramos al otro, ya sea naturaleza, animal, o humano, que es algo para extraer o es una amenaza."

Agustina María Bazterrica



"Hay un tema con la literatura: la distinción entre contar y narrar o decir y mostrar. Contar es como el titular del diario: es abstracto y no te terminás de meter. Si digo “Murieron 250 personas en la guerra”, como lectora no siento mucha empatía porque no sé en qué guerra, si eran civiles, si eran soldados, qué pasó. Si me focalizo en un personaje, en un soldado por ejemplo, y empiezo a narrar la época, qué olía, qué le pasaba, qué arma tenía, si se ensuciaba con el barro, qué le pasaba con otros soldados, algún vínculo, cómo habla, cómo era su voz, ahí estoy narrando, estoy mostrando con imágenes metáforas, etcétera. Hacer eso es lo más difícil. Lo más fácil es escribir: “Murieron 250 personas en la guerra”. O en el caso de Cadáver exquisito, que el titular sería “Se legitimó el canibalismo”, el resumen. Narrar es escribir toda la novela. Para hacer eso necesitás pensar cada detalle, ver en tu cabeza a esos personajes viviendo. Entonces empezás a narrar los olores, el tacto, los sentidos, pero también los pensamientos. Eso está construido de detalles. No es lo mismo poner que tenía una remera verde o roja. En la nouvelle Aura de Carlos Fuentes el color verde aparece todo el tiempo. ¿Por qué? Uno puede analizarlo y pensar que el verde está connotando la enfermedad, la locura, lo que a vos te parezca en tu hipótesis de lectura. A la hora de escribir me interesa eso: dejar pistas para que el lector encuentre estos otros estratos de lectura, que no se quede solamente con la narración. La importancia de cómo lo contás, todo un mecanismo que a mí me cuesta un montón, por eso estoy media hora pensando una palabra."

Agustina María Bazterrica




"La Inteligencia Artificial como todo, fue creada por los humanos, no es un ente aún separado. No descarto que pueda tomar vida propia y convertirse en un problema. Cuando me preguntan qué opino sobre los libros escritos por la IA, pienso que esta tecnología nunca ha tenido que pagar una cuenta, ni ha sufrido un dolor de muelas. Que no va a preguntarse quién es Dios. Entonces, esas experiencias tan humanas que hacen que la literatura sea tan maravillosa y rica la veo difícil para la IA."

Agustina María Bazterrica



"La política en la literatura se vive con mucha conmoción. Un candidato así ha llegado por el fracaso político de los anteriores, porque los argentinos están cansados. Hay una inflación imposible, muchísima pobreza. Entonces han votado una nueva opción, aunque una sin equipo. Personalmente, tengo un límite que tiene que ver con los derechos humanos. Si un presidente niega la dictadura militar argentina y la califica como excesos y no como crímenes de lesa humanidad, y niega los 30.000 desaparecidos, la gente torturada o los bebés robados, me parece gravísimo."

Agustina María Bazterrica



"Media res. Aturdidor. Línea de sacrificio. Baño de aspersión. Esas palabras aparecen en su cabeza y lo golpean. Lo destrozan. Pero no son solo palabras. Son la sangre, el olor denso, la automatización, el no pensar. Irrumpen en la noche, cuando está desprevenido. Se despierta con una capa de sudor que le cubre el cuerpo porque sabe que le espera otro día de faenar humanos.
Nadie los llama así, piensa, mientras prende un cigarrillo. Él no los llama así cuando tiene que explicarle a un empleado nuevo cómo es el ciclo de la carne. Podrían arrestarlo por hacerlo, podrían incluso mandarlo al Matadero Municipal y procesarlo. Asesinarlo sería la palabra exacta, aunque no la permitida. Mientras se saca la remera empapada trata de despejar la idea persistente de que son eso, humanos, criados para ser animales comestibles. Va a la heladera y se sirve agua helada. La toma despacio. Su cerebro le advierte que hay palabras que encubren el mundo.
Hay palabras que son convenientes, higiénicas. Legales.
Abre la ventana, el calor lo sofoca. Se queda fumando mientras respira el aire quieto de la noche. Con las vacas y los cerdos era fácil. Era un oficio aprendido en el frigorífico El Ciprés, el frigorífico de su padre, su herencia. Sí, el grito de un cerdo siendo volteado podía petrificarte, pero se usaban protectores auditivos y después ya se convertía en un ruido más. Ahora que es la mano derecha del jefe tiene que controlar y preparar a los nuevos empleados. Enseñar a matar es peor que matar. Saca la cabeza por la ventana. Respira el aire compacto, que arde.
Quisiera anestesiarse y vivir sin sentir nada. Actuar de manera automática, mirar, respirar y nada más. Ver todo, saber y no decir. Pero los recuerdos están, siguen ahí."

Agustina María Bazterrica
Cadáver exquisito


"Nadie le dirá a la IA que debe llevar la falda por debajo de la rodilla."

Agustina María Bazterrica



"Una señora me acusó de caníbal. A pesar de que soy vegetariana. Me mandó un mensaje."

Agustina María Bazterrica



“Voy a seguir escribiendo por más que venga el apocalipsis zombi.”

Agustina María Bazterrica















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