Fabián Martínez Siccardi

"La literatura no sirve para nada y sirve para todo. Es inútil y es imprescindible. Somos las narraciones que heredamos, que creamos y que cambiamos a lo largo de la vida. La literatura es la belleza de esas narraciones."

Fabián Martínez Siccardi



"La Patagonia fue el escenario de uno de los mayores genocidios cometidos por el Estado argentino. Una nación joven, con una Constitución recién escrita, avanza sobre territorios que, en sus propios libros de geografía de la época, se consideraban “extranjeros”. Bajo la dirección de Roca, el ejército argentino avanza, celebra pactos que sabe de antemano no va a cumplir, sigue avanzando y manipulando y en ese avance mata, viola, toma prisioneros y los obliga a marchas forzadas de cientos de kilómetros para luego instalarlos en campos de concentración (de los que hubo varios, el más importante en la isla Martín García). Esos prisioneros se convierten eventualmente en mano de obra esclava y terminan en casas o estancias de la oligarquía que los invadió y los apresó. En términos actuales de población, estamos hablando de casi un millón de personas.

Nada de esto está en la historia “oficial”, si bien quedó por suerte documentado en los archivos de la Armada, del Ejército, de las congregaciones religiosas que participaron como evangelizadoras y muchos otros sitios. Hace años que un grupo de académicos está haciendo una profunda investigación y recopilación de esos registros. Mirar a la Argentina desde la Patagonia nos permite ver con claridad este genocidio y entender lo que sucedió después del genocidio, lo que quedó, las resistencias. Hablo de las reemergencias yagán, sel´knan y tehuelche, entre otras, y de la nación (o plurinación) mapuche (tanto del lado de lo que ahora es Argentina y Chile). Sin entender ese genocidio tampoco se entiende la matriz de nuestro pasado colonial fundada en la discriminación racial hacia pueblos originarios y afrodescendientes, una matriz que sigue absolutamente vigente hoy en día.

Si se conociera la historia del genocidio que mencioné antes, se entendería mejor el tema de las “tomas” de tierra. Pero como hay un vacío histórico, se puede decir cualquier cosa, como que los mapuche son chilenos, cuando habitaron lo que ahora se conoce como territorio argentino desde hace muchos más siglos que los europeos. También se puede hablar de “toma de tierras”. Desde un punto de vista histórico, ¿quién toma la tierra a quién? Por otra parte, hay tratados internacionales, como el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, que Argentina suscribe, que otorga derechos particulares a estos pueblos. La mayoría de la recuperación de tierras en Patagonia en estos momentos se está dando dentro del sistema judicial del Estado argentino.

Pero el vacío histórico es aún muy grande y permite que un político argentino diga: “Por suerte tuvimos un Roca”, y no pase nada, o casi nada. Imaginemos que pasaría en Alemania si un político dijera ahora: “Por suerte tuvimos un Hitler”."

Fabián Martínez Siccardi



“Mirar a la Argentina desde la Patagonia nos permite ver con claridad este genocidio y entender lo que sucedió después, lo que quedó, las resistencias.”

Fabián Martínez Siccardi




"Ninguna advertencia podía prepararme para la magnitud del aislamiento, para la ruptura que la soledad del paisaje marcaba con lo que iba quedando atrás, y menos aun para lo que sobrevendría después. Atila y yo íbamos camino a La Guillermina, un antiguo casco de estancia en un valle de altura, separado por sierras escarpadas de un pueblo tan insignificante que, a los pocos minutos de haberlo dejado, se había desdibujado en mi mente.
El camino de tierra lo recuerdo como una sucesión de cuestas largas y abruptas, repletas de piedras y pozos, con descensos breves que apenas daban respiro para el siguiente repecho. El auto había hecho los primeros kilómetros de asfalto con una placidez asombrosa para sus años; pero después de un rato de andar en tierra, un ruido extraño –un golpeteo en un neumático delantero que apenas se percibía en la ruta asfaltada- se fue magnificando al punto de temer que la cubierta reventara o que la rueda se desprendiera del eje. No había controlado si tenía rueda de auxilio o herramientas -el responsable del auto había sido siempre el abuelo–, pero tampoco quería detenerme. Me encontraba a medio camino entre el pueblo y la estancia, seguir o regresar implicaba el mismo riesgo. Continué manejando atento al ruido de la rueda, vigilando la aparición de algún olor extraño, de una luz de advertencia en el tablero. Los pastos sacudían los penachos verdes y violetas, las pircas ondulaban siguiendo el contorno de las laderas, las cimas se veían aun más negras contra el celeste nítido."

Fabián Martínez Siccardi
Bestias afuera



“Somos las narraciones que heredamos, que creamos y que cambiamos a lo largo de la vida.”

Fabián Martínez Siccardi
















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