Alfredo Silva Estrada

1
VA LIBRE DE MÍ MISMO Y DE SÍ
[MISMO
Y me ilumina y canta
Diario sobrevivir
[holgura nuestra
Sobre el tropel de la ciudad ahogada en su inmundicia

Alfredo Silva Estrada



4
RESPIRACIÓN DE LA ESCRITURA
Brechas en el insomnio desde ruinas
[de sueños
Hacia futuros horizontes en la
[memoria movediza

Alfredo Silva Estrada




ANTE MI PADRE MUERTO

I

¿Qué decir ante mi padre muerto?

Que lo diga la lejanía que interroga
Cuando canta el pájaro porque sí.
En la rama no importa si a punto de caer
Y brilla el sol
Y lucen los frutos como escarcha de artificio
Y sentimos que no sufrimos bastante frente al espectro abrupto
Frente a esta cosa vuelta abismo
Casi a tono con el dolor tajado de asombro
Ante mi padre muerto

II

¿Cómo decir este despojo bajo el cielo?

Balbuceo sin saber
Sobrecogido de saber y no saber aún
Niño tanteando entre el aire que acompañó el vagido

Pesa el cielo sobre este rostro muerto
Pesa con todo el peso del espectro
Y me pesan sus párpados entre el cielo y la tierra

III

¿Cómo decir cómo pesaban sus manos bajo el cielo denso?

Todo el cúmulo del cielo
Sobre sus manos que sabían hacer la estancia
Las manos recogidas en el tiempo hacedor

Sus manos que hoy gravitan sobre el pecho roto
Mientras llora mi pecho respirando aires vivos

IV

Solamente la lágrima cuajada, detenida
Para mirar de frente
A través de fugaces aristas
La muerte de mi padre

¡Pobre amparo del dolor en la palabra
En la palabra huérfana!

Que escriba esto el silencio
O el cielo balbuciente en la lágrima

Alfredo Silva Estrada



BUSCAR RESPIRADEROS

Buscar respiraderos
Boquetes en espesuras reflejadas

Respirar el futuro de volver sobre un oleaje virgen
Y recobrarse en la insistencia de algunas lluvias elegidas

Repiques de meteoros que una vez cultivamos

Las ráfagas ritmadas en la trama de ausencias

No reloj roto ni reptil en lo claro

Más bien respuesta llana:
Correr sobre mieses risueñas
Undosas para siempre desde aquella futura infancia

Alfredo Silva Estrada



"Decía Jean Wahl que la poesía es el diario de los más altos momentos del poeta, de su conciencia exaltada. En ese sentido, toda poesía es una poesía de circunstancias, pero, como añade Wahl, de circunstancias incircunscritas, universales. Es semejante incircunscripción lo que hace de la poesía un acto trascendente, englobante. Desde lo particular, la poesía circunvala y trasciende."

Alfredo Silva Estrada



"Desde cierto punto de vista convencional, toda palabra escrita es literatura. Después, sería preciso matizar o recordar a Verlaine: tout le reste… Pero, si tu pregunta se refiere a La palabra transmutada (La poesía como existencia), no considero que esa serie de reflexiones sean específicamente una obra crítica."

Alfredo Silva Estrada



DESLUMBRAMIENTOS DEL ORIGEN

Deslumbramiento del origen
En el espacio del balbuceo asombrado

Hoy todavía la voz en el repliegue germinante

Hasta llegar al fondo regresas
Tocas fondo

Se alumbran extensiones fértiles

Padre y madre sonrientes en la piedra angular

Alfredo Silva Estrada



Desnivel

Tener que encarar esta magia a la inversa
esta magia que no restituye
que solo hurta

Este fasto de un fuego que solo sabe extinguirse
que solo labra el sedimento de las lágrimas
que solo deja imágenes en el desorden de la memoria
y en el desorden de los sueños

Tener que encarar la magia escueta
desde el abrupto
irreductible desnivel
de este telón de fondo que de repente engulle la escena de los cuerpos

Ceder, construir
con el sedimento de las lágrimas
y la indigente provisión de la memoria y de los sueños
la conjetura vacilante, la raída pregunta
el único futuro que a veces nos sostiene

Alfredo Silva Estrada



En los umbrales

En los umbrales
Ante puertas erectas
No hay desgaste
apenas plenitud
Ni barniz cuarteado ni leño carcomido
Ni rostro oculto tras el rostro
Serenidad apenas
Nadie insinúa en la noche
Los relieves del día no vivido
Nadie graba en lo oscuro
Borrosos frutos
Estás allí erguido como nunca
Bajo las vetustas arcadas
Y los puentes de un antes que se esfuma
Estás allí
En todos los lugares comunes rezumantes
Los sexos
En recios extravíos y entre los surcos suavizados
¿Quién lo afirma junto al ciprés más hendido y tanta hierba inquebrantable?
Frente a frente posible
Por este día en vislumbres que se arriesga en el júbilo.

Alfredo Silva Estrada





LA POESÍA

La Poesía desde el amanecer

Abrir esta ventana
Y celebrar el pan
Y nuestro amor con horizonte

Alfredo Silva Estrada



"La poesía proyecta su luz sobre nuestro tiempo en la medida en que el poeta revive los lugares comunes y hace que sus momentos intensos no sean sólo personales sino que alcancen universalidad. Que mi dolor o mi alegría puedan ser también el dolor o la alegría del otro, de los otros. Pero, dentro de la sociedad en que vivimos, esta universalidad, que no es estadística, puede quedar restringida y subterránea."

Alfredo Silva Estrada



“… la palabra transmutada no es la metáfora inmóvil sino la acción transmutante del hacer poético en el tiempo, suscitando sus propios esplendores y desastres, provocando la acción mediante su fuerza, a la vez creadora y destructora.”

Alfredo Silva Estrada



"La poesía nombra esa peculiar y concentrada intensidad de poder nominativo de la palabra poética que consiste en recobrar la fuerza original que impulsó el acto de nombrar el primer objeto, la primera sensación, el primer sentimiento…, esa fulguración nominativa, inocente quizás en sus comienzos, se va nutriendo de las oscuridades, del silencio, de las negaciones, de las elusividades de lo real… ¿Qué nombra, pues, la poesía? La pregunta es muy general. Sería preciso sentir lo que nombra cada poema en particular. Tal vez la poesía nombra, como por primera vez, no innombrado, lo desconocido. Lo ya conocido nunca está, como tal, en el poema. Cada nombre el poema es siempre nuevo, depende del impulso, del peso, de la gravedad o ingravidez de cada vocablo que lo rodea. Los grandes, imponderables lugares comunes del ser humano, así, por ejemplo, la extrañeza de estar, el asombro en lo cotidiano, nunca son repeticiones dentro de un verdadero poema. Directa u oblicuamente, el poema ciñe o libera lo indecible. Lo que se dice –si adviene a lo poética, si merece ser poético–, es una primera vez que se reitera paradójicamente nueva en cada lectura. Muchas veces, el poeta nombra con nombres que pierden su sentido habitual para cobrar un nuevo sentido. “El fuego arde hoy con otro nombre”, dice André du Bouchet. Y Fernand Verhesen: “Yo sondeo el espacio para que pierda su nombre”."

Alfredo Silva Estrada




SENTIDO

Sintiendo en el instante creemos:
no hay arriba ni abajo,
igual cuando nada surge
(pero habitamos con acento)
E igual se afirma
arriba, abajo, en el centro,
el necesario resurgir. Y sentimos
la negación destrozada, acento.
Acentuándose, sintiendo el macizo remoto
¡que vértigo en las manos!
cerradas, abiertas
al estar así sintiendo
lo rugoso, lo liso. Y jamás volver a sentir
esta calma reconocida en el vértigo.
No está en las manos.
Tan simplemente cóncava, está. Y sentimos
aquí, hasta remotamente. Sintiendo
ilímite recreándose nos cerca
más allá y en los párpados. Recreación.
Y se retrae
pues quedamos a nivel desbandado
sosteniendo y sostenidos
por lo que permanece retraído y surgiendo.
Sentir esto sólo
y no dice la lengua su sentir.
Variación saboreada
del saber del sabor en la lengua
sintiendo lo intransferible. A solas
y a nivel desbandado
sintiendo todo siempre extraño.
Y los ojos ¿en qué contacto intransferible?
Casi visión
sentir el aire siempre extraño
hasta el olvido de la asfixia.
Sintiendo, olvidamos. Otro sentido
a nivel desbandado nos atrae. Ni disensión
ni tropos es la sed del sentido por hallarse
instando, acentuándose, conduciéndonos
sin posesión en el sentir.

Alfredo Silva Estrada




Sobre el límite 1

Habrá que ver por qué amamos el
Habrase visto
la pregunta encajada como
[estaca en el límite
La flaca sombra
estamos viendo la flaca sombra
[inhóspita
la sombra de la estaca se
[proyecta
junto a la proyección de nuestra
[sombra
nuestro sombrío habitar lo
[inhóspito
nuestro errar en el límite
Amamos también algo que pasa
algo detenido brevemente en la
[sombra
nuestro apego a la oscuridad de un
[terrón
la oscuridad de nuestra tierra
los muertos en nosotros
y todas las memorias enlazadas
hundidas
en un deslizamiento de tierra

Alfredo Silva Estrada


Va libre de mí mismo

Va libre de mí mismo y de sí mismo
Y me ilumina y canta
Juntos sobrevivimos
Sobre el tropel de la ciudad ahogada en su inmundicia
Entre andrajos el tiempo es aire libre
Descubriendo la inocencia de un rostro
Y el instante
Cuarteado de estampidos
Es la huella continua
La pisada desnuda que se afirma junto a los sumideros de la nada
Los tajos del olvido
Las fracturas de ausencia
En mi insomnio respira su escritura
Desde ruinas de sueños hacia futuros horizontes olvidados
En la erguida constancia de la sangre
Sostenido feliz a flor de horario
Horas hechas de humus
De estrellas que se hunden con la rueda atascada
Y vuelven con el eje el diamamte y el ajo
Horno a plena intemperie su latencia de fuego
Vertiente y lactescencia de un ritmo constelado
Cuerpo
Transpiración de la página
El ser en su comienzo sin nombre sin imagen
Y la meditación
Un halo apenas sobre las mieses
Las sienes en las cumbres
Las voces subterráneas. 

Alfredo Silva Estrada

















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