Frans Eemil Sillanpää

"El sol se levantó poco después de las tres y escaló gradualmente hasta cubrir cientos y miles de kilómetros de ventanas, senderos y porches, hasta mirar el interior de las habitaciones donde seres humanos dormían en sus camas. También se elevó sobre los nidos de los pájaros, en donde se aseguraba que no había atmósfera de domingo, porque en ellos cada mañana, especialmente una soleada, era igualmente sagrada."

Frans Eemil Sillanpää
Silja


"Instintivamente, abre la ventana y siente en lo más profundo de su ser que Elías la ha divisado. Impulsada por una especie de extraña voluptuosidad abandona la ventana en una forma tal que Elías debe darse cuenta de su intención. La situación es densa y concentrada. Olga se desliza fuera de la casa, por la escalera de la cocina, como si temiese atraer la atención. Al pie de la colina, se vuelve: Elías está en medio del campo y mira hacia aquel lado. Se agazapa y se esconde en la espesura de los alisos, viendo por doquier, próximos a ella, los laberintos oscuros limitados por las ramas y los troncos, que viven cada cual su propia vida imperturbable. Durante un breve instante, la sensación de la curiosa existencia de aquellos laberintos llena el espíritu de Olga, la densidad concentrada de la situación se relaja. Allá, fuera del bosque de alisos, Elías y Brunius se aproximan a su escondrijo, pues es seguro que Brunius llegará esta noche. Elías está muy cerca, y Olga adivina desde allí lo que ocurre en el corazón del joven, lo que está segura de poder conocer pronto. Olga lo comprueba secretamente, y aquella comprobación es, en cierta forma, también ridícula. Desea fervientemente que Elías la descubra. Este sube la cuesta de la colina, Olga quiebra una rama de aliso en una postura sumamente incómoda entre los troncos de los pequeños alisos, ocultando el rostro entre sus manos. Su espíritu se halla extraordinariamente lúcido y su ser interior ve toda la situación como si observara desde fuera, de tal manera que está casi divertida por todo lo que ocurre en aquel instante. Percibe dos universos: uno de ellos se halla entre su rostro y la tierra y nada encuentra sitio en él del segundo mundo, al cual pertenecen sus espaldas y el resto de su cuerpo, el bosque de alisos, el aire hasta los límites del horizonte, del cual sigue los acontecimientos al abrigo de su propio microcosmos. Oye y ve interiormente a Elías acercarse a ella como a un descubrimiento inesperado, y nota un gran alivio al darse cuenta de que el joven penetra en el universo que se halla entre los ojos cerrados y la superficie de la tierra."

Frans Eemil Sillanpää
La vida y el sol


"La guerra no es más natural que la tuberculosis o la mortalidad infantil."

Frans Eemil Sillanpää



"Su soledad era tan solo aparente, pues tenía siempre unos compañeros amables, privados de la palabra, es verdad, pero tanto más devotos. El sol, que alegraba la habitación, y el piar de las golondrinas, que tenían su nido en el alero, proporcionaban a sus sentidos afinados unos pensamientos luminosos y felices."

Frans Eemil Sillanpää
Silja












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