Raúl Silanes

1

Dentro de lo oscuro la niña ensaya muertes perfectas
disfrazada de mujer:
forma una cruz de azufre al abarcar con sus brazos el planeta.

Boca arriba desangrada como extraña imitadora de la Difunta Correa,
mira a las estrellas pastando sobre el alma de Dios:
parece apenas un fémur brillando en la luna,
mientras la noche se convierte en el manicomio de los ojos abiertos.

Sobre el lugar caen hojas sueltas de la Biblia:
¡Vaya a saber quién las arranca en las alturas alejándose!

Raúl Silanes
La iluminada



17

A la oscuridad le abre los ojos para devolverle
la inocencia: brota un hilo de sangre de la puerta cerrada de la iglesia.
Su lengua lame la mano que alivia a las flores vestidas de negro:
junta las dos orillas del mundo y las cose suplantando el haber nacido.
El agua que queda, seca al que en ella se baña:
se asila al agua como a un enfermo mental.

Raúl Silanes
La iluminada


20

Reúne la iluminada a los hijos en la noche indefensos:
les convida de sus pechitos a cada uno una astilla del árbol
que ahorcó al padre; y ahí mismo, entre todos, hacemos de la mesa
un santuario para comernos el silencio. La piedra del ojo
renueva sus hojas, como el sol encerrado en la cabeza de un jardín. 

Raúl Silanes
La iluminada




cielo antes de mí no color blanco había
solo existía abajo
la vida estaba toda junta en el útero de dios
como dentro de un insomnio
mientras subía
hacia las arenas altísimas en lanchones inmensos la ternura
costándole entrar como un caballo en una perra
pegando su boca a las raíces del agua:
hacia él iba convertida en pólvora la sangre
descubriendo que no hay nada enterrado
sino labios para todo
mientras los peces esperaban en la orilla
a que inventáramos el mar

Raúl Silanes
de El Cielo



cielo de las multitudes
de los dolores tan fuertes / de las esperas tan largas
descubre temblando todavía
donde se da vuelta la sombra de las cosas
para brillar de nuevo
hirviendo en el aire como el brazo de alguien que se ahoga

Raúl Silanes
de El Cielo



"El cielo se detiene al fin en el agua a pedir su pan: los pastos secos aprenden a cantar ardiendo, para devolverle a las cosas la forma que nadie ve. Se abre definitivamente la tierra que tiene al padre y a la madre adentro: duele como nunca la voz sin nombrar nada. El sexo del sol en la noche es un ojo de carne y comemos del espejo roto como de un plato lleno: todos los pedazos que caen pidiendo socorro, la frente los recoge hasta volverlos sudor dulce, existir que no cesa."

Raúl Silanes
La iluminada



"Escribir poesía más que imprevisible es misterioso, porque no sabemos hacia dónde vamos. Es luchar contra un silencio que sofoca. Nunca se sabe dónde va a suceder, de qué manera se va a manifestar, o a través de cuál mecanismo íntimo. Después, como en la reconstrucción de un sueño, se puede descubrir la victoria de las causas. Pero la creación del poema es ingobernable y lo único que cabe al poeta es mantener la mayor disposición, aun en las peores condiciones."

Raúl Silanes




"Lo racional no existe en el acto inicial de crear. La mala poesía lo es porque quien la escribió impuso su voluntad y sus deseos, que son siempre inferiores al misterio de la creación pura. La racionalidad que se le quiera imprimir a un poema, es muy poca cosa en comparación con las fuerzas que el poeta puede liberar y que ni siquiera sospecha. La poesía es lenguaje en estado salvaje, no dominado por la voluntad humana, y por eso expresa verdades que el entendimiento nunca podría abarcar en su totalidad. La poesía se maneja con esencias."

Raúl Silanes




"Los problemas sociales ocupan un gran espacio en mi trabajo literario, pero no marcan un camino determinado. No es una literatura ideológica, sino más bien cosmogónica."

Raúl Silanes


"Mientras escribo estoy vivo doblemente. Es una labor que me ocupa y vacía, que asumo y que no niego ni reniego. Es más, la agradezco, porque gracias a ella he podido alimentar a mi familia y creer en mí mismo. ¿Qué más puedo pedir?"

Raúl Silanes














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