Adam Fethi

El estetoscopio 

Quítate la ropa, le ordena el doctor. Él lo hace. El poeta está desnudo.
El doctor ignora el estetoscopio que se enrojece sobre su pecho y lo presiona:
¿Y éstas? Señalando las palabras y los males. 

Éstas no me las puedo quitar, murmura el poeta con una voz lejana.

Mis palabras y mis males son mi segunda piel; a veces salgo desnudo a la calle y nadie aprecia mi desnudez.

Túmbate, ordena el doctor, y el poeta obedece. 

El estetoscopio cierra los ojos, avergonzado, y el poeta gime cada vez que el doctor palpa una palabra de su cuerpo. 

¿Dónde te duele? En mis sueños, musita el poeta. A veces siento que soy un dolor que sueña para no escucharse. Un sueño que sufre para no pensar. Dime, francamente, ¿hay alguna esperanza? 

El doctor encuentra más de un motivo para desesperar. Pero si hubiera estado más atento habría visto que sus palabras, en el silencio de la consulta, estallaban en carcajadas mientras el estetoscopio tranquilizaba al paciente:

Todo va bien amigo. Tú
Estás totalmente vivo
Cosa que no ocurre
Con aquellos que han perdido el don del dolor

Adam Fethi



El pez rojo 

La sombra de una niña cae sobre el agua. Sueña que es un pez. 

Dejadme que piense su color, murmura. Soy un
pez rojo.

¿Y qué hago?

Tal vez danzar
con las almejas. 

¿Tengo un espejo para peinarme? 

Miraré mejor arriba
Mirar siempre hacia arriba
Y tejer con los rayos del sol
una canción para el invierno. 

¿Tendré sed? 

Recogeré marisco, los frutos del mar, como
esta hermosa flor. 

(El anzuelo estaba cerca, tanto como un iris brillante a la sombra
del pescador).

El pez lo ha mordido
y la niña grita: 

¡Ah! Si lo hubiera sabido 

La vida a veces
empieza a pudrirse por los sueños

igual que el pez siempre
empieza a pudrirse por la cabeza.

Adam Fethi




El Soplador de cristal

(Primer movimiento) 

¿Cómo escribes? Pregunta la niñita a su padre

Ciego.

Miro largo tiempo dentro de mí hasta que veo un agujero en la página. En el agujero coloco una palabra. Soplo en la palabra para que crezca un poco y así, a veces, obtengo un poema.

¿Y después?

Nada… salvo tal vez caer en el agujero y no regresar más.

Adam Fethi





Escorpión

Un pequeño escorpión en un círculo de fuego
ante una cueva moribunda, se pica a sí mismo. 

Después parte lejos en una broma miserable.
 
Así bebe la copa, sencillamente
como Sócrates. 

Pero donde la mano tiembla
el dardo no ha de temblar.

Adam Fethi












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