Carlos José Medellín Forero

"El odio no es buen consejero."

Carlos José Medellín Forero



He muerto

Según la prensa de hoy, acabo de morir. Perdido entre anuncios de espectáculos vivos está el aviso de mi muerte. No se trata de alguien que hubiera usado mi mismo nombre, aunque ya sería extraño, pues mi nombre es bastante singular. Siempre he creído que es lo único propio que tengo. Por eso siento celos con el muerto, es como encontrar en manos de otro algo que siempre hemos tenido por exclusivamente nuestro. Pero mi nombre está ahí, completo. Además, la dirección que figura es la misma de la casa que habito. Y, para que no quede duda sobre mi muerte, mis parientes invitan a las honras fúnebres y a la inhumación de mi cadáver.

Empiezo a sentir más liviano mi cuerpo. El espejo sólo revela su sombra. Llamo en voz alta y las palabras se estrellan contra las paredes para dejarlas pasar. Grito mi nombre, la palabra queda colgando del ropero y al caer sobre una flor solitaria la reduce a cenizas. Entonces te llamo varias veces por tu nombre, y las palabras me caen sobre el pecho como una llovizna de sonidos dispersos, luego resbalan y empiezan a cubrir el piso de la alcoba. Trato de recogerlas, pero casi todas están rotas, las pocas que se conservan completas ya no tienen sonido.

Todo indica que la noticia del periódico es cierta, sin embargo, hay circunstancias que aún me hacen dudar. Por ejemplo, al recoger pedazos de palabras, uno de ellos me ha herido la mano. Por su color deduzco que es la palabra amor.

Salgo a la calle. Los vecinos me miran y comentan: ahí va el muerto.

Difícil es comprender la impresión que produce la propia muerte. No es frecuente que uno muera todos los días.

El encuentro y otros cuentos.

Carlos José Medellín Forero



Olvido

Se me olvidó tu nombre, no recuerdo si te llamabas luz o enredadera, pero sé que eras agua porque mis manos tiemblan cuando llueve.

Se me olvidó tu rostro y tu pestaña y tu piel por mi boca transitada cuando caímos bajo los cipreses vencidos por el viento, pero sé que eras luna porque cuando la noche se aproxima se me rompen los ojos de tanto querer verte en la ventana.

Se me olvidó tu voz, y tu palabra, pero sé que eres música porque cuando las horas se disuelven entre los manantiales de la sangre mi corazón te canta.

Carlos José Medellín Forero



Para sembrar colores

Al preparar la tierra
en su cuerpo anhelante
no produzcas dolor
en sus entrañas,
ábrela simplemente
sin herirla,
aliméntala
con jugos minerales,
toma en tu propia mano
la semilla
para que la revuelvas
con tu sangre,
deposítala envuelta
en melodías,
cúbrela con tu aliento
como un padre,
y por último
riégala
en la mañana
y en la tarde
con el agua que brota
de la montaña madre
sin permitir jamás
que la toquen las lágrimas.

Carlos José Medellín Forero










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