Olga Novo

Análisis de sangre

Me falta hierro. Me sobra música y potasio.

Nadie me entiende yo me visto con la falda de la montaña
lloro por cualquier cosa
espero una caricia como un milagro de pan de oro y vitaminas.

Como carne de yegua. Escucho pasos en mis venas
y me invade la alegría de un nuevo amor como una tropa bárbara.

Ésta soy yo.

Mitad árbol
mitad escalera de caracol

mitad cuenco
mitad callejón de una vida al borde del Adriático

mitad bóveda mitad sombra
mitad contemplación mitad auspicio

mitad moho mitad pureza

mitad fuente mitad balcón
mitad horizonte mitad estructura mecánica

mitad flor de cerezo
memoria cortada por la mitad
mitad monte mitad yo
mitad madonna mitad nieve.

A mí nadie me entiende.
Me dejo sacar sangre y manzanas
tormenta mía
dejo que me ausculten voces del otro mundo
dirijo mi tensión como si fuera una orquesta
sacan agua de mí como de un pozo cardíaco
a veces
oscuramente
incluso sé lo que digo.

Dicen que me falta hierro a mí
pero esta garganta mía
es un metal de transición entre la palabra y el pecho.

Y al contacto con la ternura puedo adquirir un leve timbre oxidado.

En mi sueño ando pastando entre vacas en medio de un campo magnético.
En mi vida real
soy la hija pequeña de un pastor del fin del mundo
mitad bóveda mitad sombra
mitad contemplación mitad auspicio

mitad moho mitad pureza

mitad fuente mitad balcón
mitad horizonte mitad estructura mecánica

mitad flor de cerezo
memoria cortada por la mitad
mitad monte mitad yo
mitad madonna mitad nieve.

Me sacan sangre
me sacan
a mí
nadie me entiende.

Olga Novo




ANQUISES

Arrastras los pies papá

te llevo a la espalda con mis ojos

porque intentas huir de la vejez como de una guerra ancestral

te subo a mis vértebras

combadas por el peso

arrastras los pies pero yo puedo contigo

y te llevo a la espalda

hasta el final de la vida.

Arrastras el lenguaje y no acude

a tu memoria un verbo

que anidaba en la parte izquierda de tu cerebro y yo

completo tu frase con la palabra arar querer cavar tractor

o mariposa arrastras

la mente hacia el pasado

y solo recuerdas aquella feria de 1952

cuando de tanto andar tus bueyes

perdieron en el monte las pezuñas volviendo de Pedrafita

y les sangraban las patas en el río

su cornamenta aún se abre en alguna de tus neuronas

y vuelves a ser un tratante de ganado cuarenta años después.

No sé hasta cuándo recordarás mi nombre

y sabrás aún que soy tu hija.

Desconozco cómo se enroscan las terminaciones nerviosas

y se crispan y a veces encuentran una luz silábica

que les indica el camino.

 

Cómo es que de repente no sabes tal vez

que había que poner un pie y después el otro

para poder soñar

y que si rodeas a una mujer con los brazos eso es amor

y todo lo demás

desaparece.

Porque así de sencillo es el universo.

Como el pequeño lexema al que te agarras alguna tarde

como si fuera el mango de una guadaña.


que fuiste un orador en medio del campo ante un público estupefacto

de cuervos grillos topos libélulas y ovejas


que tenías la intuición del poema en la punta de la lengua

y te explotaba en el paladar como un higo maduro

carnoso exacto y brutal

Que sabías que en nuestro idioma se acuesta el trigo

ante una orden del viento

que la rama de las patatas arde

que existen cosas tan finas

como la lengua de una gallina…

y solo recuerdas aquella feria de 1952

cuando de tanto andar tus bueyes

perdieron las pezuñas en el monte volviendo de Pedrafita.

Papá

cómo será

cuando se te despalatalicen las consonantes

y veas llover desde dentro sin entender el agua

y remuevas la lengua hasta encontrar la forma más adecuada

 

y sonríes porque sabes

que todavía no has caído

definitivamente

en la curva melódica del silencio.

Recuerdas

con toda exactitud

que mamaste hasta los cinco años en los pechos de tu madre Benigna

que parió dieciséis hijos en el último cuarto de la casa

asida al cabecero de la cama rezándole a algún santo

rompiendo todas las aguas como quien escacha un océano…

Yo creo que tus ojos la ven

abiertos al más allá

cuando te quedas absorto y nadie alcanza a saber

en qué dimensión de la maravilla se ha posado tu cerebro

como las patas de un petirrojo sobre la rama de un peral.

Igual ves la nieve por dentro

la estructura molecular del amor

las partículas de un beso cuando se está formando en la carne de los labios

y el aire

igual ves

la energía

y no encuentras en el abecedario

herramientas para lo inefable

y por eso callas o llamas cuchara a la lámpara

y te trabas en medio de la oración simple

y comienzas a hablar hermosamente poniendo por delante la subordinada.

Porque al fin

papá

te diriges a mí sin orden en tus órdenes

y deshaces la sintaxis igual que desgranabas habas

y todo cobra el sentido profundo de cuanto no tiene lógica

ni está sometido a nada.

Igual ves la nieve por dentro

igual entiendes la sombra

y eres capaz de calcular el radio de una pasión

aunque el resultado no pueda comunicarse

más que a través de la piel.

Igual ves cómo viene a cantar el poema en el caracol del oído

y ves cómo resbala de su pico ese polvo dorado

y me cae en el tímpano

cuando empiezo a llorar con la emoción de la escritura.

Igual ves cómo se me encoge el alma

cuando se te encoge la tuya.

Igual ves cómo viene a cantar el poema en el caracol del oído

y ves cómo resbala de su pico ese polvo dorado

y me cae en el tímpano

cuando empiezo a llorar con la emoción escrita

y tú solo recuerdas aquella feria de 1952

cuando de tanto andar tus bueyes

perdieron las pezuñas en el monte

volviendo

de Pedrafita.

Olga Novo



"La poesía no es solo escribir un poema sino que antecede a la escritura debe ser, ante todo, emoción y debe transmitirla. Hay personas que son poetas en su día a día porque miran desde los ojos de la belleza al mundo aunque quizás nunca escriban un solo verso."

Olga Novo



“La poesía siempre ha sido la punta de lanza del renacer cultural.”

Olga Novo




PEQUEÑA SONATA BRUTAL PARA ESTRELLA Y TROMPAS DE FALOPIO

 

Si una diminuta estrella cardíaca gritase dentro de mí

¿alguien podría oírla?

 

¿A qué frecuencia se produce la concepción?

 

Un botón de sangre

propulsado a lo más profundo de mi estratosfera.

 

Donde todas las esperanzas concentran sus sustancias

para irme dilatando hasta el estadio último de la intuición.

 

Para hacer esto que hago me convierto en un ser feroz

voy a la percusión como quien va al río

amada por un pez rojo que me entra por la boca

y me sale por la cobra de los intestinos.

 

Me siento como aquella que aún no eres

y se queda asombrada ante la planta salvaje del estrógeno.

 

Estás prendida fuego

a ti no vino a anunciarte ningún ángel de pan de oro

no

hace días que no duermo de la mente hacia arriba

soy la puta que te ha de parir

un observatorio mundial

estás balanceándote entre hilos de flujo

y dinamita.

 

Estás tal vez entrando en el bosque de la percusión

para poder latir un día

guía

tu respiración el viento del norte

antes

de que se te formen los pulmones

con hojas de lata y bronce.

Sentada encima de mi páncreas observas las estrellas

te preguntas sobre el sentido de la existencia

piensas en abandonar mi vientre

y me produces contracciones

como si jugases a fabricar un relámpago.

 

Ah para hacer esto que hago

todas las terminaciones nerviosas se aprietan hasta hacer

un ramo

florezco en medio del invierno como un árbol ácrata

crezco hacia arriba hasta llegar a la raíz de algo desconocido

y ahí ya solo puedo entenderme con un pájaro o con una

piedra

te estoy mirando por dentro

como se miran las borrascas y los augurios

para hacer esto que hago

ardo en la tierra

escribo o tengo espasmos

mis glándulas explotan

como astros que murieron hace mil años.

 

Nadie te puede tocar

pero tú te revientas fácilmente una rima con un fórcex

cantas el silencio como un tenor hambriento

tienes el poder de la palabra que nunca fue pronunciada

tocas con el espacio donde tendrás los dedos de la verdad

sutil del aire

arrancas mi energía como la losa de una cantera

y me entregas al sueño como si fuese un don de todo lo

que no se ve.

 

No veo pasar las horas y tú te haces crecer como el

fermento de la luz

ahora sé que lo mínimo es el exceso

que me dominan furias que desconozco

que el equinoccio de mi cerebro está

en equilibrio con el eje imaginario de la tierra

nadie te puede tocar

giras entre la belleza del metano

y la conmoción de entrever por vez primera

una cereza.

 

Agárrate

agárrate a mis entrañas

con tus uñas inexistentes

voy y vengo

del silencio a la droga dura

agárrate a mi montaña sin miedo

baja a la noche de la mujer madura.

 

Concíbete

succióname la energía

pon a funcionar tu trocito de corazón

anda ven

veme tragando barro entre una estrella

y un dios que sopla en las trompas de falopio.

 

Ando comunicada conmigo misma

a través de claves de alta tensión

que cruzan mi vientre entre ciervos celestes

y tengo la lleva que abre toda noche cerrada.

 

Aún no eres un embrión

eres solo un poema que me hace vomitar

sobre la hierba una piedra preciosa.

 

Todavía no eres ni siquiera la palabra que puede nombrarte.

Nadie puede tocarte

nadie sabe que floras en el sueño de Gaston Bachelard

que tu mínimo poder puede tumbar a un ejército

y de hecho lo hace

lo hace

sin dudar.

 

Me das hambre

me irritas las espinas florecen los hongos

las caries excavan minas en mis encías y tú

entre cuarenta alcoholes bailas tu danza inocente

vienes de donde ni sabes

no sabes ni de dónde vienes.

 

Explotan tres mil luces en mi pensamiento que solo es

carne

que solo es carne que sola y carne.

 

Hablo con el reverso del paladar la esencia del lenguaje

no necesito más

para arderte dentro

anda el rocío regándote como la extrema flor epidural.

 

Tengo los tímpanos agujereados para escucharte

sabemos calcular la velocidad de la luz

pero ¿cuál es la velocidad de la sombra

a la que vienes

sin hacer ruido siquiera

a este entramado de tendones y cuerdas de guitarra?

 

Te espero en la escalera infinita del caracol del oído

en el castro de la alucinación

al final de mi feliz edad

en la lluvia que cae sobre cada mente en paz

voy a amanecer al campo contigo dentro

entenderme con cada bestia con solo un movimiento del

raciocinio

esa rueda astral que arrastra carromatos a mi destino.

 

Te espero sentada sobre la piedra que no funda ningún

estado

bajo la que el grillo se protege de la lluvia y el escarabajo

del sol

agárrate a mis entrañas

con tus uñas inexistentes

que voy y vengo

del silencio a la droga dura

agárrate a mi montaña

y baja sin miedo baja

a la noche de la mujer madura.

Olga Novo




“Yo creo que nunca han sido buenos tiempos para la poesía, ya que siempre se ha considerado un género más minoritario.”

Olga Novo














No hay comentarios: