Carlos Reyes Ávila

Leonard Cohen escribe mientras sueña con Marianne

Tú venías del silencio….Marianne
y cargabas un amanecer entre las manos

Esta es la historia de los días
el vuelo del olvido y la germinación
de las noches largas

Aquella tarde salí al amor
…………envuelto en una espina
y fue tu mirada la que me desarmó en las sombras

Fue tu nombre
……………….el que me arrojó al olvido
Entonces recordé
que yo era sólo un montón de hojas secas
…………descendiendo al mundo

Tú llegaste y descubrí olas danzando en tus caderas
…………pájaros en tu mirada

Tú llegaste Marianne
y el mundo se me fue borrando en un instante
…………Yo estaba claro antes de ti
Yo había venido a deletrear el mundo

Acababa de inventar la soledad y te encontré
paseando descalza por mi espalda
…………sin miedo
tan llena de ti……con tu sonrisa fresca
…………como la lluvia

Después vino tu cabello suelto a ahorcar mis penas
Entonces comprendí en tu sangre
que yo era el otro y que no era pertenencia
…………de las sombras

Entendí en tu nombre la claridad de mi destino
…………Me perdí en tus ojos
Me hundí sin miedo en las profundas
espirales del deseo

Escuché el silencio en tus caderas
Abrí las manos para palparte y de pronto
te hiciste de agua y viento
Fue la brisa de tu nombre la que acarició mi rostro
…………mientras te perdía

No hubo más música de oleaje para mí
No hubo más estrellas rotas
…………en el firmamento

La historia comenzó a escribirse
…………en la piel profunda de la tierra

Salí del agua
y comencé a desarrollar extremidades
pero era ajeno a este mundo indiferente

……………….—El aire me dolía

Acostumbrado al silencio de las aguas abisales
el ruido de la ciudad acribilló todos mis sentidos
Luego entendí que la vida no hace concesiones
…………Sin embargo la distancia
…………me golpeaba de forma diferente

No volví a pronunciar en voz alta mi nombre
…………por miedo a represalias
Me convertí en el eterno prófugo del silencio
Cubierto por la noche me hice fuego para seguir
…………el rumbo de las cenizas

Tiempo después llegué al jardín
…………pero era tarde
Ese árbol que antes eras acababa de abrir
sus flores al cielo abierto
El jardín me colmó de frutos luminosos
La historia estaba escrita Marianne

Acepté mi rol en la partida
Acepté ser el eterno caminante del silencio
La lluvia descendió sonámbula por mi espalda

Desde entonces
no hay más noches para mí
Este animal que sangra
…………y anda soy

Camino entre las llamas de tu nombre
y ya no soy aquel que muere
…………soy aquel que germina en el silencio

Carlos Reyes Ávila




Leonard y Marianne conversan a propósito de la invención de los pájaros

Yo había nacido en medio de ese espacio
que no es árbol ni es hoja ni es verde
tampoco rama y si lo consideras Marianne
…………tampoco es viento
pero inventaba pájaros sólo para comprobar
la resistencia y voluntad del cielo

A veces me detengo frente al espejo
y le pido al fuego que sea mi nombre
que sea la metáfora de mi muerte
pero resulta vano
…………todo intento de silencio

Todos huimos constantemente Marianne
La vida es una función de permanencia voluntaria
Es nuestra naturaleza efímera la que nos define
como animales condicionados por el miedo
como un ave que escapa de la muerte
como el amor evitando su final
…………—pero la muerte siempre resulta inevitable

La muerte nos guiña desde la cuna
Nacimos rotos
No hemos venido más que a morir despacio

Un hombre realizado
…………es un hombre listo para la muerte
Somos hijos de la ilusión
…………de la nada y del olvido
Ya sólo nos resta bendecir el viento
…………y reverenciar el fuego

De esas alas estamos hechos
…………de esos vientos
de esos pájaros y de esos sueños
porque somos fuego
…………………….que lento se consume

Somos hijos de la llama y las caricias
Nunca veremos crecer lo que sembramos
y en eso consiste
…………nuestra magnífica naturaleza

Somos arena ritual del mundo:
…………La sonrisa pasajera de la vida
Somos ojos de otro crepúsculo
Miríadas de mariposas simultáneas
volando hacia la nada

No somos
—fuimos en todo caso—
La palabra olvido es más precisa

Vamos Marianne
…………enciende un cigarro
y siéntate conmigo

Aprende del fuego
…………del humo y la ceniza
lo que somos
…………lo que fuimos
y que ya jamás seremos:

……………………..El eterno instante del relámpago y la brasa

Carlos Reyes Ávila



Para escribir poemas necesitas vivir tu propia temporada de cenizas

Hay pájaros y amaneceres que se abrazan con la vida
Hay mujeres que son milagros
…………y llegan a encendernos la mirada

Hay oraciones que esconden muerte y sombra
Hay oscuras navidades
…………—vencidas y dolorosas—
aullando desde lo más profundo de la herida

Mi padre murió una Nochebuena bailando
en medio de un incendio

…………Mi padre
ese triste vagabundo que no servía para la vida
y que era oscuramente luminoso
Jamás superó sus sombras y fue devorado
por las lenguas de la noche
…………Jamás aprendió
a surfear las olas de sus adicciones
y se enamoró como lo hacen los imbéciles:
con las heridas por delante

Dejó la casa y se largó a vivir al fondo
de una botella de mezcal
Dejó de cantar
y comenzó a vender a pedazos su alma
hasta esa noche en que sin querer
el diablo le pisó la sombra

…………Desde entonces
…………cada vez que enciendo un cigarro
…………recuerdo que mi padre se volvió cenizas
…………una navidad bailando
…………………….en medio de un incendio

Carlos Reyes Ávila




Romelia es un bolero que alguien canta del otro lado del amanecer

Comenzó a fumar desde los trece
y no dejó ni un día de asesinar tres cajas de cigarros faros
hasta el día de su muerte

Ni siquiera murió de cáncer
…………o enfisema

Mi abuela murió después de pasar casi un mes
agonizando con la cadera fracturada
…………a la edad de 90 años

Un día descubrí que nunca había aprendido a fumar
…………—pero le encantaba

Era amiga de Dios, de los helechos
los canarios
……………………y las nubes
era amiga de andarse metiendo en la vida
de las demás personas
Cuando murió Prisciliano
mi abuelo
…………se puso el luto y ya jamás se lo quitó
yo ya la conocí como una perenne
dalia negra

Tuvo una docena de hijos
al parecer disfrutaba vivir embarazada
para así no tener que trabajar

Se pegó su primera borrachera a los ocho años
en una fiesta de cumpleaños
en casa de una amiga que sabía
…………..donde su papá escondía el anís

“Yo pensé que era un dulce de agua”
…………me contó una vez

No se casó con Ángel
su verdadero y único amor
Al parecer la familia del joven
no la veía con buenos ojos
y apenas se enteró y lo envió
a estudiar al extranjero
Su hermana Mela
le consiguió un nuevo pretendiente
“un señor más grande”
dueño de algunos establos
Mela deseaba asegurarle un buen futuro
…………a su hermana menor
pero a Romelia no le gustaba ese señor tan grande
de casi 25 años

Una tarde se le juntaron los tres
afuera de la casa
…………Ángel
Prisciliano y el señor de los establos

…………del puro susto
Romelia se encerró en su casa
y se negó a salir

Nunca nadie supo qué pasó
con los tres enamorados de mi abuela
…………aquella tarde
Nadie supo si se trenzaron a golpes
o de plano se fueron juntos a emborrachar

y a celebrar que Romelia
era un bolero que alguien cantaba
……………………del otro lado del amanecer

Carlos Reyes Ávila

















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