Carmen Giménez Smith

DÍA DEL TRABAJO 

Me partí como un melón.
Sangré y cagué. Mi espalda fue
punto y coma. Sangré y cagué.
Mis hermanas-parteras me frotaron,
me alentaron. Mi esposo me sostuvo.
Sangré y cagué. Empujé tanto
que estaba al revés. Capullo cerrado
a boquiabierto, rosa moribunda, pétalo a pétalo.
Capas de perlas construidas alrededor de un gránulo
de desechos, el anillo de diamante su estruendo
en los conductos, la caída de meconio
y sangre, cagué y sangré.

  Carmen Giménez Smith




"El destino es ironía."

 Carmen Giménez Smith
  



(MALINCHE) 

La nativa es trasquilada de lo tosco
y envuelta en elipsis brocada. Imagina 
esta como mejor vocación que
la anterior, la chingadera del desierto. 

Eres demasiado buena para los rancheros y para
el culto al volcán cómplice fundido en grilletes, le dicen 

sin embargo, es desterrada por su valor.
Su primera traducción:
“Este hablar llena nuestras brechas con Civilización, con
mi encubrimiento. Surge salvaje hacia nuevas fluencias”. 

Sus hermanas la rodean y ella pregunta,
Ellos hierven la lengua de cabra y luego ¿qué es? 

Les dice que planea enterrar nuestro dialecto
en el de ellos, nuestra divinidad. Quiere sumar
dicciones mestizas a su arsenal. Quiere ser su señor.

  Carmen Giménez Smith




"No había sombras cuando Dios
 era mujer."

Carmen Giménez Smith
Fragmento de Cuando Dios era mujer



"Y, ¿después qué?
 Amoralidad, osteoporosis
 y ni siquiera un estuario de
 mármol para la eternidad."

Carmen Giménez Smith
Fragmento de El telépata aconseja a Guadalupe