José Gabriel Dávila

Cactus 

El cactus
graba su sombra en el suelo
y enhebra
su oscuridad delgada de agujas
en las ranuras de arena. 

Así­ se cosen,
uno al otro,
los retazos del desierto.

José Gabriel Dávila



Océanos 

Uno 

El nadador
consagrado al agua
no es un pez, 

al contrario,

es un bautizo infinito,
un hombre
adquiriendotodos los nombres
del Océano.
 

Dos 

Colabora cerrando
los ojos
de una concha en el agua. 

Cerrando las estacas,
el tiempo hincado,
en los corales,
en las algas. 

El azul no es una ceguera,
es la sed que respiran las retinas,
como branquias.

José Gabriel Dávila




Semillas 

Desgrane el maí­z
para que no pudiera perderse, 
en su semilla, 

la siembra, 

la raí­z.

José Gabriel Dávila











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