Sujata Bhatt

Abejas asustadas

Notas de un Herbario Welsh

Toma un diente de ajo
pínchalo en tres o cuatro lugares del centro
sumérgelo en miel e insértalo en el oído
cubriéndolo con lana negra.

¿Y si no tengo lana negra
podría funcionar la blanca –
o debería ser al menos roja
o azul oscuro?

Deja que el paciente duerma
del otro lado cada noche
dejando el ajo en el oído
por siete u ocho noches sin cambiarlo.
Prevendrá la secreción nasal
y restaurará la audición.

Encontré lana negra finalmente
pero me hace soñar con abejas asustadas
con una reina muerta – enjambres
vagabundos corriendo en estado de pánico –

noche tras noche – las abejas muertas
se están acumulando rápido – pero alguien desea
aplastarlas con pétalos de rosas

y miel – alguien desea comer
las reinas muertas y saborear
la dulzura, un conocimiento que nadie se atreve a probar.

Sujata Bhatt



Eurídice habla

Orfeo, te digo que no estoy en el infierno,
este lugar se llama Maine.
Durante todo el invierno el frío me quema la cara,
y sudo, buscando entre toda esta nieve.
Pero ahora es primavera:
suena a nieve que se derrite
al agua que gotea de los aleros, anegando
azafranes y aráceas.
Sauces, juncos, forsythias de repente
se despiertan enebros con puntas de nuevos brotes pálidos.
El viento arroja conos de pino hacia mí.
Ahora paseando por la costa
persigo gaviotas
con mi cámara, gaviotas
que rozan las olas y enfoco
sus picos en la espumosa
agua, ellas sumergen sus picos,
yo las enfoco, ellas se elevan con débil plata
brillando bajo el sol mientras otras llegan bajando
en picada, doy de vueltas en círculos con mi cámara
mientras las olas se alzan y golpean las rocas
arrojando saladas algas y moluscos;
se quiebran conchas en los acantilados
las olas chocan y dejan pequeños estanques de peces prisioneros…
Orfeo, quiero permanecer aquí
con las suaves piedritas,
quiero permanecer aquí, al borde del océano
he encontrado a alguien nuevo –
no un dios, sino un hombre silencioso que escucha.

Sujata Bhatt



No hay rosa de tal virtud

No hay rosa de tal virtud
como la rosa que deshojó Jesús

 Anónimo, Inglaterra, siglo XV 

Un viejo jardinero planta un rosario
de ajo alrededor de los rosales.

Y el sol de las altas ventanas
hace que la canción sea más suave,
más suave – un zumbido en sus oídos:

no hay rosa de tal virtud…

mientras los olores de la tierra removida
se aferran al aire – y el viento
no conoce fronteras entre el aroma
de las rosas y el aroma del ajo.

Sujata Bhatt



¿Qué es exótico?
                                                                  
para Hasso Krull
 

Suecia es exótica —
y también toda Finlandia. 

Los arándanos desde luego lo son. 

Estonia es exótica ­–
y también la palabra lagartija
en estonio: sisalik. 

Pero la lagartija en sí
es mi hermana – esas tardes calurosas
en las que entra a casa
                   para esconderse –

Sujata Bhatt



Ve a Ahmedabad

Ve y camina por las calles de Beroda,
ve a Ahmedabad,
ve y respira el polvo
hasta que te ahogues y te enfermes
con una fiebre que el doctor no conoce.
No me preguntes
porque no te diré nada
sobre el hambre y el sufrimiento.

Cuando era niña aprendí
a nunca correr a alguien
de nuestra puerta. Madre me dijo
que diera agua fresca, buena comida,
nada que yo no comiera.
El hambre es cuando tu madre
te dice años después
que en América un doctor dice
que ella está desnutrida,
sus huesos débiles
porque nunca hubo suficiente
comida para los niños,
ella y las mujeres que venían
a nuestra puerta con los suyos.
Los niños siempre deben estar alimentados.
El hambre es que tu madre esté enferma
en América porque ella quería
que comieras bien. El hambre es
cuando caminas las calles de Ahmedabad
y en lugar de repartir
monedas para todos
les das tomates, pepinos,
e ir a tu casa con la boca
saboreando hojas de eucalipto quemadas
porque has perdido
el apetito.
Y sin embargo, no digo nada
sobre el hambre, nada.

Tengo amigos por todas partes.
Esta vez nos encontramos después de diez años.
Alguien murió.
Alguien se casó.
Alguien acaba de tener un bebé.
Y cargo al bebé
porque está llorando,
porque hay una extraña erupción
por todo su pecho
y mi amigo pregunta
si tengo un hijo y por qué no
y cuándo me voy a casar.
Y el autobús llega
lleno de gente colgada
por fuera, en las puertas y ventanas.
Y su bebé llora
en mis brazos, sigue llorando
y un anciano se despierta
y me grita: ¿Cómo pude dejar
que mi hijo se enfermara?
Afortunadamente, en ese momento
alguien cuenta un buen chiste.

Tengo amigos por todas partes.
Esta vez nos encontramos después de diez años.
Y el sufrimiento es
cuando camino por Ahmedabad
porque este es el lugar
que siempre amé
este es el lugar
que siempre odié
porque este es el lugar
donde nunca podré estar en casa
este es el lugar
donde siempre estaré en casa.
El sufrimiento es
cuando estoy en Ahmedabad
después de diez años
y aprendo por primera vez
que nunca escogeré
vivir aquí. El sufrimiento es
vivir en América
y no poder
escribir una maldita cosa
al respecto. El sufrimiento no es
para que te lo cuente.

Ve y camina por las calles de Baroda,
ve a Ahmedabad
y camina por el estiércol de vaca
pero no olvides
mirar al cielo.
Es especial en enero,
nunca más verás cometas como estos.
Ve y conoce a la gente si puedes
y si quieres saber
sobre el hambre, sobre el sufrimiento,
ve y vívelo por ti mismo.
Cuando hay una epidemia,
cuando el doctor dice
que tu hermano puede morir pronto,
que tu padre puede morir pronto
no me preguntes cómo se siente.
No se siente bien.
Por eso hacemos
té con hojas de tulsi,
por eso siempre hay alguien
que sabe una buena historia.

Sujata Bhatt
















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